Los países iberoamericanos avalan que la austeridad no basta y hace falta estimular el crecimiento


La gran mayoría de los portavoces de los gobiernos iberoamericanos que intervinieron en la primera sesión plenaria de la Cumbre Iberoamericana coincidieron, a veces apelando a su propia experiencia, en que, como sostiene el Gobierno español ante la UE, la austeridad no basta para salir de la crisis y hay que estimular también el crecimiento.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, avisó de que sin crecimiento económico será muy difícil recorrer el camino de la consolidación fiscal, y a este efecto puso como ejemplo su propia política, que ha tratado de incrementar las inversiones públicas y promover programas sociales, para conseguir así que a pesar de la crisis Brasil incremente su tasa de empleo.
En representación de Argentina, ante la ausencia de la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, habló su vicepresidente, Amado Boudou, quien rechazó la aplicación de “fórmulas del pasado” que están “en desuso”, como el ajuste fiscal y la austeridad.
Según dijo, estas fórmulas económicamente perjudican el crecimiento y socialmente son insostenibles. También criticó que la tercera parte de las finanzas de los bancos estén en paraísos fiscales y pidió una educación de calidad e incentivos a los contratos a jóvenes
El presidente chileno, Sebastián Piñera, ensalzó el papel histórico de la Constitución de 1812 como “un verdadera Carta Magna de la libertad”, aunque duró poco en Europa, logró marcar un rumbo que se prolongaría en la independencia de las repúblicas americanas.
También aplaudió que Europa está “tomando las medidas que tiene que tomar” y pidió a sus colegas latinoamericanos que se aparten de proteccionismos y promuevan acuerdos comerciales. De todos ellos, llamó a desbloquear las negociaciones entre la UE y Mercosur.
El colombiano, Juan Manuel Santos, sugirió fortalecer internamente a los países e impulsar el principio de equidad en la construcción de la sociedades. Además, mencionó las grandes reservas de divisas que ha almacenado América Latina, por lo que auguró que ésta es la década de América Latina.
En nombre de México, su presidente Felipe Calderón sacó dos temas controvertidos que no tocaron sus compañeros de Cumbre: el cambio climático y las remesas que pasan de Europa y EEUU a las redes narcotraficantes de su país, que luego les permiten poner en un brete a los gobiernos.
CLIMA Y DROGAS
Del cambio climático por causa de las emisiones de gases dijo que es una evidencia que explica por ejemplo el huracán Sandy y advirtió de que “el mundo está reaccionando demasiado tarde” al mismo, y que, si nos descuidamos, el calentamiento global acabará con ciudades costeras y hasta civilizaciones. De la drogadicción culpó a la cultura que lo fomenta y criticó que algunos países quieran legalizar el consumo.
En el de Perú, su presidente Ollanta Humala reclamó la inclusión social para luchar contra la pobreza y advirtió de que la precarización del trabajo sólo trae inestabilidad. Criticó también las ayudas públicas a la banca para salvar sus finanzas y pidió la cooperación entre los países, aunque sea lenta, porque separados no pueden luchar contra la crisis.
Desde Costa Rica, Laura Chinchilla, elogió la Constitución de Cádiz como estandarización de principios políticos y aliciente para las subsiguientes independencias y defendió la apertura de las economías latinoamericanas al libre mercado.
Igualmente, el presidente de El Salvador, Mauricio Funes, apostó por las economías integradas, pero también por las instituciones sólidas, porque, dijo, “los problemas de la democracia se resuelven con más democracia”.
En el mismo sentido se pronunció el canciller cubano Bruno Rodríguez, quien indicó que los recortes sociales no pueden ser la solución y constató que el Estado del Bienestar y la integración de la UE, que eran los buques insignia de Europa, ahora parece que también están en peligro.
LA MANO INVISIBLE
El presidente de la República Dominicana, Danilo Medina, lamentó también que América Latina aplicara las recetas que prometieron prosperidad económica si se fiaban de la mano invisible que distribuiría la riqueza y privatizaban en lo posible el sector público,porque el resultado fue el contrario. A su modo de ver, la economía ha de estar al servicio de las personas y no al revés.
El ministro de Exteriores de Uruguay, Luis Almagro, ofreció a España “fortalecer” esta “relación renovada” con que el país anfitrión ha planteado la cumbre, al considerar que ahora más que nunca Latinoamérica ha de estar con España.
Por su parte, la vicecanciller de Honduras, Mireya Ágüero, apostó también por “vigorizar” la lucha contra la crisis intercambiando experiencias entre países, a la vez que se comprometió con el fortalecimiento institucional para combatir el narcotráfico y reforzar la seguridad ciudadana.
Los representantes de países como Haiti, Guatemala, Nicaragua y Venezuela hicieron intervenciones más dedicadas a exponer la situación de sus respectivos países que a comentar la situación de la comunidad iberoamericana o de la crisis económica. El presidente haitiano, Michel Martelli, reivindicó los “cambios visibles” ocurridos en el país, convertido según él en una tierra de oportunidades.
El canciller de Guatemala, Harold Caballeros, que habló por la ausencia del presidente Otto Pérez Medina, detalló los daños del terremoto que han recomendado no acudir a la Cumbre y también reivindicó una posición común de los estados iberoamericanos frente a las redes de narcotráfico.
El de Nicaragua, Samuel Santos, también habló del narcotráfico y, además, lo hizo de la ley que obliga a que los partidos políticos presenten listas electorales paritarias. Finalmente, el venezolano Nicolás Maduro optó por la reflexión ideológica e histórica remontándose a los tiempos de la independencia venezolana.

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