Los parisinos se preparan para actuar en caso de nuevos atentados

  • La abogada Marielle Tyranowicz se entrena, trastabillando con sus tacones altos, para poner fuera de peligro a un amigo herido y luego a detener una hemorragia, todavía traumatizados por los atentados del 13 de noviembre, los parisinos se preparan para reaccionar en caso de nuevos ataques.

Marielle, 30 años de edad, considera que el próximo atentado contra la capital francesa es sólo una cuestión de tiempo. Opinión compartida por muchos desde que yihadistas atacaron el 13 de noviembre lugares de vida nocturna de París, causando 130 muertos y cientos de heridos.

"Eso va a ocurrir cada vez más. Sean atentados masivos o personas que individualmente van a atacar, a disparar... No veo el futuro con optimismo", dice a la AFP para explicar su decisión de seguir un curso de primeros auxilios.

En noviembre, el estupor paralizó a muchos parisinos, que no supieron reaccionar ante una situación de emergencia. Ahora, muchos de ellos decidieron aprender a ser útiles.

Unos se entrenan en la realización de masajes cardíacos o de torniquetes para detener las hemorragias.

Paralelamente, 400 ingenieros, técnicos informáticos y grafistas participan en un concurso de ideas para encontrar soluciones innovadoras para hacer frente a las crisis.

Entre las ideas avanzadas figura una mensajería vocal para la cual el ruido de fondo, el nivel de estrés en la voz y otros indicadores permitirían a los servicios de socorro clasificar los llamados por orden de prioridad, un sistema de SMS automáticos para no bloquear las centralitas telefónicas, o medios para evitar la propagación de rumores falsos durante un atentado.

Ese concurso fue imaginado por el empresario y diseñador de web Jean-François Pillou. "Hay start-ups que revolucionan la industria ¿Por qué no la lucha contra el terrorismo?", planteó en un mensaje en las redes sociales.

"Es una primicia mundial, se trata de la primera vez que los poderes públicos, y sobre todo la policía, aceptan pedir ideas al público. Hay quienes consideran que eso equivale a aceptar que no tienen todas las soluciones", declará Pillou a la AFP.

En el cuartel de París en el que Marielle Tyranowicz sigue su curso de primeros auxilios, los bomberos esperan formar, en una primera etapa, 8.000 personas que aprenderán gestos simples que pueden salvar vidas.

El curso se inicia con un vídeo de una situación ahora conocida: hombres que disparan contra la terraza de un café. Las víctimas están en el suelo, en medio de los charcos de su propia sangre, entre mesas y sillas.

Una mujer pasa de víctima a víctima, evaluando lo que puede hacer: una es sacada de debajo de una mesa, a otra hay que hacerle un torniquete, una tercera está muerta, nada puede hacerse por ella.

La idea es enseñar a ayudar en los minutos vitales que preceden la llegada de los servicios de socorro.

"Si no se hace nada, la persona va a morir. Si se hace algo, aunque sea mal hecho, se le da una posibilidad de sobrevivir", afirma el general Philippe Boutinaud, que tuvo la iniciativa de estos cursos.

Los alumnos aprenden rápidamente a tratar las heridas, pero también que "en una situación en la que las víctimas son numerosas, como un atentado", cuando otros heridos necesitan también ayuda, es preferible hacer un torniquete para detener la hemorragia.

"Utilicen lo que tengan a mano, un echarpe, un pedazo de tela", explica el instructor, Guillaume Meriotte. "Esto vale también para ustedes mismos, si han recibo un balazo o una puñalada".

La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, considera que esas iniciativas demuestran una "gran voluntad de los parisinos de comprometerse con sus conciudadanos". "Nuestra sociedad sigue aquí, en pie, y no se dejará intimidar por los terroristas", dice.

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