Los partidos nepalíes acuerdan integrar a 6.500 excombatientes maoístas

  • Los principales partidos nepalíes anunciaron hoy que tras años de negociaciones han alcanzado un acuerdo sobre la forma de integración de 6.500 excombatientes de la guerrilla maoísta del país en el Ejército nacional.

Katmandú, 1 nov.- Los principales partidos nepalíes anunciaron hoy que tras años de negociaciones han alcanzado un acuerdo sobre la forma de integración de 6.500 excombatientes de la guerrilla maoísta del país en el Ejército nacional.

Líderes de las cuatro grandes formaciones políticas comparecieron para presentar el acuerdo, que permite superar uno de los principales obstáculos en la normalización democrática del país tras la instauración de la república en 2008.

El acuerdo fue rubricado por el Partido Maoísta -que lidera la actual coalición del Ejecutivo-, el Partido del Congreso, el Partido Marxista y el Foro Madhesi.

El documento, de siete puntos, establece que los exguerrilleros que se integren en el Ejército no tendrán un "papel de combate", sino que efectuarán tareas de construcción, desarrollo, asistencia en caso de desastres y seguridad industrial.

Los excombatientes recibirán un curso de formación militar antes de adherirse a las Fuerzas Armadas -actualmente con 93.000 miembros-, mientras que los que prefieran reintegrarse a la vida civil serán compensados con 900.000 rupias (unos 12.000 dólares).

El recuento hecho por Naciones Unidas en 2007 situó en 19.602 los excombatientes maoístas que debían ser reinsertados tras la guerra civil de diez años que acabó con la caída de la monarquía en 2006, aunque algunas estimaciones rebajan mucho ese número.

Uno de los puntos firmados hoy se establece precisamente un compromiso para la actualización de esa cantidad.

Una facción radical de la formación maoísta se opone al acuerdo y, a través de su líder Ram Bahadur Thapa, lo ha calificado de "humillación".

Este sector del Partido Maoísta, que se calcula que representa a un 20% de los exguerrilleros, exigía la reintegración de 10.000 combatientes y que no hubiera distinciones con el resto del contingente militar nepalí.

Nepal, que vivió un cambio de Gobierno el pasado agosto, se encuentra sumido en una profunda crisis desde la instauración de la República hace tres años, período en el que los partidos políticos han sido incapaces de dotar al país de una nueva constitución.

A finales de agosto, la Asamblea Constituyente se dotó "in extremis" y por enésima vez de una prórroga de tres meses para aprobar un nuevo texto constituyente, aunque el acuerdo de hoy supera uno de los principales escollos para el pacto constitucional.

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