La situación de la tripulación del pesquero Ariana es confusa. Los piratas que les mantenían secuestrados desde hace más de seis meses en el Índico han asegurado que la pesadilla de los 24 marineros ucranianos ha acabado, pero un alto cargo diplomático de la embajada de Ucrania en Nairobi (Kenia) ha desmentido la información sin facilitar detalles concretos.
Las penosas condiciones que los tripulantes del Ariana padecieron durante su secuestro se conocieron gracias a las declaraciones de los marineros del atunero vasco Alakrana. El grupo pirata que tuvo secuestradas a las dos tripulaciones trasladó a los pescadores españoles a la cubierta del barco griego un día en el que tuvieron que suministrar gasoil al Ariana. A su regreso a España, los marineros del Alakrana manifestaron que la situación de los pescadores ucranianos era espeluznante.
Además de una acuciante falta de comida, el maquinista del Alakrana,Víctor Bilbao, relató en su momento ante la Audiencia Nacional que a bordo del Ariana había dos mujeres y que una de ellas había dado a luzdurante su secuestro a un bebé que ahora cuenta con cuatro meses de edad. Además, la hija del jefe de máquinas, una niña de 11 años que también se encuentra entre la tripulación, había sufrido la violación de un pirata. Impactados por su encuentro con los ucranianos, los marineros españoles pidieron al Gobierno español que mediase en la liberación del Ariana.
El pesquero griego fue secuestrado el pasado 2 de mayo al norte de Mogadiscio de camino aOriente Próximo procedente de Brasil. En octubre los piratas afirmaronhaber acordado un rescate por 2,3 millones de euros, aunque por el momento no ha trascendido ningún pago del mismo.
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