Los piratas somalíes ganan a la UE

  • A pesar de los esfuerzos e incrementos en seguridad de la Unión Europea y de Estados Unidos para combatir a los piratas, éstos siguen siendo una amenaza para los buques en el Índico; y cada vez llegan más lejos. En la cárcel de las Seychelles, donde se ha establecido extra oficialmente la base internacional de combate contra la piratería marítima, el Gobierno de las islas está construyendo un nuevo módulo de alta seguridad en la única cárcel del archipiélago.
Piratas somalíes secuestran un barco turco con 21 tripulantes
Piratas somalíes secuestran un barco turco con 21 tripulantes
Tristan McConnell | GlobalPost

(Victoria, Seychelles). El comandante Simon Laurencine observa cómo dos luces amarillas se encienden en la pantalla del radar en el puente del Topaz, el barco patrulla de la Guardia Costera de Seychelles, que navega a 230 millas de las islas del océano Índico. La primera de las luces está a 3 millas de distancia de la nave, moviéndose hacia ella rápidamente. Los focos en la proa del Topaz apuntan hacia la oscuridad.

Cuando la nave que se aproxima está tan sólo a media milla de distancia, unas pequeñas bolas rojas iluminan la noche."Eran balas, estaban disparando subfusiles", explica Laurencine más tarde. "Entonces supe que eran piratas".

Por primera vez en sus 31 años de carrera Laurencine ordenó a los artilleros disparar la ametralladora de 12,7 mm instalada en el puente. La banda de piratas somalíes acababa de cometer un grave error: habían atacado un barco armado creyendo que se trataba únicamente de otro barco pesquero o de un carguero indefenso.

Los cuatro piratas a bordo del primer esquife se rindieron rápidamente, y los guardias costeros comenzaron a perseguir al segundo, manteniendo el fuego abierto. Después de chocar accidentalmente con el casco gris del Topaz, el segundo grupo de cuatro piratas también se rindió, antes de que su embarcación terminase hundiéndose bajo las olas del Índico.Los últimos tres miembros del grupo fueron arrestados a bordo de su "nave nodriza", más lenta, cargada con los bidones de combustible, comida, agua y medicinas que necesitan para su largo viaje desde Somalia.

Detenidos en diciembre, los 11 piratas serán juzgados dentro de poco en Victoria, capital de las Seychelles, el popular destino turístico que se ha convertido en la inesperada primera línea de combate contra la piratería marítima.

Los piratas armados operan actualmente a unas 1.000 millas de la costa en el océano Índico, empujados por la presión de las patrullas que vigilan el Golfo de Adén.Pese a los esfuerzos de las naves de la Unión Europea y de Estados Unidos, los piratas somalíes han incrementado el alcance de su actividad en el Índico. La semana pasada secuestraron un barco a más de 1.100 millas de su base, más cerca de la India que de África, según informó la fuerza naval de la UE.

Según el comandante John Harbour, ese ataque a un barco turco marca un gran paso hacia delante en el campo de actividad de los piratas. Las patrullas de la UE a lo largo de la costa oriental africana han hecho huir a los grupos de piratas de la zona.

En otro reciente incidente, un pirata murió en aguas de Kenia debido a los disparos defensivos efectuados por un guardia de seguridad privado a bordo de un barco mercante.

Somalia es un país dividido e inestable desde 1991, donde los piratas actúan con relativa impunidad. Y a medida que se adentran más y más en el océano Índico, aumenta su amenaza a los barcos que faenan alrededor de las Seychelles, que están a 930 millas de la costa africana.

Justo a 60 millas de Mahe, la mayor isla del archipiélago, una pareja de retirados británicos, Paul y Rachel Chandler, fueron capturados a bordo de su yate el pasado mes de octubre. Desde entonces permanecen retenidos en algún lugar del desierto costero de Somalia, mientras continúa el lento proceso para la negociación de su rescate.

Ahora, los turistas que llegan a Victoria para pasar sus lujosas lunas de miel se encuentran aviones espías de EE UU aparcados en el aeropuerto de Victoria. En el puerto ya hay más barcos de guerra internacionales que cruceros, y los atuneros -entre ellos los de bandera española- salen a pescar con guardias de seguridad privados a bordo para protegerles en alta mar.

Al menos en tres ocasiones a lo largo de los últimos 12 meses soldados de las Seychelles han sido desplegados en algunas de las islas del archipiélago por temor a que los piratas, al andar escasos de combustible y comida, intentasen bajar a tierra para reabastecerse o incluso para tomar algún rehén."Los piratas podrían venir en busca de provisiones", asegura Joel Morgan, el ministro encargado de los esfuerzos para luchar contra la piratería. "Imagínese la catástrofe si llegan a tierra y toman a turistas como rehenes. No lo quiero ni pensar".

Inconcebible o no, si ocurre Morgan dice que su país está preparado. Un comando especial ha sido entrenado con la ayuda de la UE para luchar contra los piratas y, si es necesario, liberar a turistas y barcos.La colaboración internacional está aumentando para atajar la expansión de la piratería en las Seychelles. Patrullas de reconocimiento aéreo despegan desde la capital de las islas con frecuencia para detectar movimientos de piratas en el océano y hay previstos otros programas de formación militar.

El año pasado los piratas somalíes atacaron 217 barcos y secuestraron a 47, con un total de 867 tripulantes, según datos del International Maritime Bureau. En 2009, el número de incidentes de este tipo casi se duplicó con respecto a 2008, cuando hubo 111, aunque la tasa de éxito de los piratas prácticamente se mantuvo igual.

Tanto en las Seychelles como en Kenia se han firmado acuerdos para que los piratas capturados sean juzgados en esos países. En la única cárcel de las islas, con capacidad para 350 internos, se está construyendo además un nuevo módulo de alta seguridad en la que podrán caber hasta 40 prisioneros.

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