El Ejército sirio ha recuperado los suburbios orientales de Damasco de manos de los rebeldes esta noche tras dos días de enfrentamientos a sólo kilómetros del centro de poder del presidente Bashar el Asad, según los activistas de la oposición.
"El Ejército Sirio Libre ha ejecutado una retirada táctica. Fuerzas del régimen han reocupado los suburbios y han comenzado a realizar arrestos casa por casa", dijo un activista llamado Kamal vía telefónica desde el área de al-Ghuta, en el extremo oriente de la capital siria. Un portavoz del Ejército Sirio Libre de desertores que luchan contra las fuerzas de Asad parecieron confirmar esa versión.
"Los tanques han entrado, pero no saben dónde está el Ejército Sirio Libre. Aún estamos operando cerca de Damasco", dijo Maher al-Naimi a Reuters desde Turquía vía telefónica.
Los activistas dijeron antes que soldados habían entrado a los suburbios al amanecer, junto a por lo menos 50 tanques y otros vehículos blindados. Al menos 19 civiles y combatientes rebeldes resultaron muertos en ese ataque inicial, agregaron.
Los combatientes habían tomado distritos a menos de ocho kilómetros del centro de Damasco. Esas áreas han sido escenario de reiteradas protestas contra el Gobierno de Asad y la represión perpetrada por su Ejército contra el levantamiento popular de 10 meses de duración."Es guerra urbana. Hay cuerpos en la calle", declaró un activista desde el suburbio de Kfar Batna.
Residentes del centro de Damasco dijeron que habían visto el despliegue de soldados y policías alrededor de las principales plazas.
La escalada de la violencia llevó a la Liga Árabe a suspender el trabajo de sus observadores el sábado. Ministros de Relaciones Exteriores Árabes, que han pedido a Asad a que dimita y allane el camino para un Gobierno de unidad nacional, discutirán la crisis el 5 de febrero.
El secretario general de la Liga Árabe, Nabil Elaraby, viajó el domingo a Nueva York, donde informará el martes a los representantes del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la necesidad de buscar apoyo para un plan de paz árabe que solicite la renuncia de Asad después de 10 meses de protestas.
Elaraby estará acompañado por el primer ministro de Qatar, el jeque Hamad bin Jasim al Thani, cuyo país preside la comisión de la Liga Árabe encargada de supervisar Siria.
En declaraciones dadas poco antes de salir de El Cairo rumbo a Nueva York, Elaraby dijo que espera que se supere la resistencia de China y Rusia en torno a respaldar las propuestas árabes. "Hay contactos con China y Rusia sobre este tema", dijo.
Un funcionario del Gobierno sirio, citado por medios estatales, dijo el sábado que Siria estaba sorprendida por la decisión de la Liga Árabe de suspender las operaciones, la que a su juicio "pondrá presión en las deliberaciones (del Consejo de Seguridad) con el propósito de pedir intervención extranjera y animará a grupos armados a aumentar la violencia".
Asad atribuye la violencia a militantes respaldados por el extranjero.
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