Los rebeldes y los residentes de Ras Lanuf huyen de las bombas de Gadafi

La aviación leal al coronel Muamar el Gadafi continúa bombardeando en las inmediaciones de Ras Lanuf, en el este de Libia, y una nueva bomba ha caído hoy a un kilómetro de donde se encontraban los milicianos, según ha constatado Efe en ese lugar.

Las baterías antiaéreas rebeldes han abierto fuego ante la llegada del avión, que ha descargado su bomba a unos cien metros de la carretera en zona desértica.Previamente, otras dos bombas habían impactado en una zona desértica.Al menos tres personas han muerto durante los ataques aéreos sobre este enclave petrolero, según Al Jazeera.

Mientras tanto, en la ciudad de Misrata -más cercana a Trípoli y aún controlada por los rebeldes- los ataques de las tropas de Gadafi han dejado 21 muertos, incluido un niño, y docenas de heridos, informa AFP.

En busca de un escondite

Los residentes de la ciudad de Ras Lanuf, en el este de Libia, ya habían comenzado a abandonar la ciudad con los primeros rayos de sol de este lunes, informa Reuters. La huida, que según los rebeldes es únicamente un movimiento táctico para esconder sus armas en el desierto, respondía al inminente ataque de las tropas leales a Gadafi. "Escuchamos que nuestras posiciones serían bombardeadas, así que nos llevamos nuestras armas", comenta un rebelde.

En la salida de la ciudad hacia el este apenas había señales de actividad rebelde al despuntar el alba después de que tuvieran que retroceder hasta la cercana ciudad desde Ben Yauad por el fuego de artillería de las tropas de Gadafi, que contraatacaron durante todo el fin de semana. "Estamos yéndonos simplemente porqué será más seguro", decía un ciudadano desde un coche cargado hasta los topes.

Incluso los periodistas han evacuado la zona: el principal hotel de Ras Lanuf estaba prácticamente vacío antes del amanecer después de que el personal del recinto advirtiera que no podía garantizar su seguridad, y sólo se toparon con una pequeño número de rebeldes, visiblemente agitados, en dos puntos de control a la salida del puerto petrolero.

Durante la pasada noche los comandantes rebeldes revisaban una gran hoja de papel en la que flechas rojas apuntaban en distintas direcciones, planeando una operación militar en el vestíbulo del hotel en el que se refugiaban los pocos periodistas que estaban en la ciudad.

Fin de semana de ataques

Durante todo el fin de semana la contraofensiva de las tropas leales a Gadafi ha marcado el devenir de la guerra civil libia. Con una emboscada a los rebeldes en Ben Yauad, a medio camino entre Sirte -ciudad natal y uno de los principales bastiones de Gadafi- y la terminal petrolera de Ras Lanuf, que fue igualmente bombardeada, contuvo el avance revolucionario por la costa, aunque los milicianos retomaban a última hora de hoy sus ataques.

La jornada del domingo comenzó con fuertes detonaciones en Trípoli, cuyo origen nadie ha aclarado, y que el régimen de Gadafi hizo pasar como celebraciones de victorias existentes sólo en la televisión de Gadafi, cuya imagen era jaleada por masas echadas a la calle para idolatrar a su líder como es costumbre desde hace 41 años.

A la mascarada en Trípoli, sucedió una ofensiva simultánea de las fuerzas fieles al régimen en tres puntos: Zauiya, a 92 kilómetros al suroeste de la capital y asediada desde hace tres días, Misrata, al este de Trípoli, y Ben Yauad, una localidad a un centenar de kilómetros al este de Sirte, ciudad natal de Gadafi y uno de sus principales feudos.

Los rebeldes libios tuvieron que replegarse de Ben Yauad, y según un corresponsal de Al Jazeera, a bordo de sus vehículos se dispersaron en dirección a Ras Lanuf, donde los aviones también sorprendieron a la concentración de milicianos que actuaron con el desorden característico de muchos de sus nuevos reclutas.