Los refugiados de Gaza sufren las consecuencias de la crisis mundial

  • Los refugiados de Gaza están indignados con la UNRWA, la agencia de la ONU que les proporciona ayuda, por haber reducido su asistencia financiera a causa del recorte en las donaciones de la comunidad internacional a los palestinos.

Saud Abu Ramadán

Gaza, 28 feb.- Los refugiados de Gaza están indignados con la UNRWA, la agencia de la ONU que les proporciona ayuda, por haber reducido su asistencia financiera a causa del recorte en las donaciones de la comunidad internacional a los palestinos.

La austeridad dentro de la UNRWA está teniendo un impacto directo para los más de 100.000 habitantes de la franja que han dejado de recibir un pequeño subsidio de 10 dólares (7,4 euros) mensuales para sus necesidades más básicas.

Mohamed Yadala, de 45 años, es uno de ellos y desde hace dos días se manifiesta frente a la sede central de la organización en la ciudad de Gaza para exigir una solución.

"Llevo dos años sin trabajo y tengo que alimentar a una familia de siete personas que vive en una mísera casa de alquiler", grita indignado ante los medios de comunicación.

Agitando la tarjeta de plástico que le acredita como receptor de la ayuda de la UNRWA, sostiene que la nueva política va a condenar al hambre a toda su prole.

"¡Queremos una solución! ¡Necesitamos una solución!", demandaba el refugiado al denunciar otros recortes en los últimos años que ni las sucesivas manifestaciones ni los gritos han conseguido anular.

Yadala acusa a la comunidad internacional de sus duras condiciones de vida y la insta a "crear puestos de trabajo" porque de esa forma "no lloraríamos tanto".

También señala el bloqueo israelí a la franja palestina y la división interna entre Cisjordania y Gaza como catalizadores de su situación de "pobreza y hambruna".

De 360 kilómetros cuadrados, la franja mediterránea alberga una comunidad de 700.000 refugiados, formada por los palestinos (y sus descendientes) que en 1948 debieron dejar atrás sus hogares en lo que es hoy el Estado de Israel y que para subsistir reciben todo tipo de asistencia por parte de la UNRWA.

Yadala pertenece al grupo más pobre, esos 100.000 a los que además de educación, salud y alimentos la agencia entregaba también la pequeña subvención de 10 dólares ahora congelada.

"La paga mensual está destinada a aquellas familias bajo el umbral de la pobreza", declara Adnan Abu Hasna, portavoz de la agencia en Gaza y quien asegura que "se están haciendo esfuerzos a todos los niveles y con los donantes para resolver el problema".

La escasez de recursos se debe a que los países donantes han reducido sus contribuciones desde que comenzó la crisis económica mundial a finales de 2008.

El año pasado los donantes respondieron únicamente a un 40% de las peticiones de ayuda de emergencia, que ascendían en total a 379 millones de dólares (282 millones de euros).

Esa cantidad se debería haber agregado a los 624 millones de dólares (464 millones de euros) anuales del presupuesto ordinario que sostiene las actividades de la UNRWA en los campos de refugiados palestinos por todo Oriente Medio.

En su ausencia, la agencia ha tenido que limitar sus programas de emergencia, entre ellos el subsidio en metálico a los refugiados más pobres de Gaza.

Los recortes han sido criticados también por los Comités de Refugiados porque, alegan, golpean sobre todo a los más débiles: ancianos, enfermos y desempleados.

"La decisión complica las ya deterioradas condiciones de vida de los refugiados en Gaza, que sufren de pobreza, desempleo y falta de servicios básicos", observa Yamal Abu Habel, presidente del comité de refugiados en la franja de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).

Abu Habel advierte de que la congelación de los subsidios puede conducir a una "severa crisis humanitaria" y atribuye la decisión "a un entorno político que atenta contra el derecho de retorno de los refugiados" a las tierras de las que huyeron o fueron expulsados.

Por su parte, el movimiento islamista Hamás centró su crítica en Filippo Grandi, el comisario general de la UNRWA.

En un comunicado, el departamento de los refugiados de Hamás asegura que Grandi "no tiene ni la experiencia necesaria ni la capacidad para conseguir la financiación que necesita su organización".

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