'Los Republicanos', el nombre de la 'grandeur' con el que Sarkozy quiere una victoria presidencial

'Los Republicanos', este es el apelativo, más bien el sustantivo, con el que Nicolás Sarkozy ha consagrado su vuelta a la política francesa, un nombre que no está exento de simbolismo en nuestro país vecino, un talismán con el que el expresidente de la República ha demostrado que quiere poner toda la carne en el asador en la lucha por el Elíseo.

¿Por qué un cambio de nombre a un partido casi decimonónico? La respuesta es sencilla y se encuentra en las raíces de la misma Francia, no se trata de un nombre elegido al azar o simplemente porque sí. Se trata del nombre con el que Francia se identifica desde que sus bases ideológicas se refundaran con motivo de la Revolución Francesa. Fue entonces cuando el pueblo decidió derrocar a la monarquía, aunque no fuera de manera ortodoxa, e instaurar un sistema republicano al que los políticos franceses les gusta retrotraerse para hacer un llamamiento al electorado.

Manuel Valls también hace referencia en sus discursos al sentimiento republicano, el ejemplo más reciente se puede leer en una tribuna de opinión que escribió en un diario progresista galo con motivo de la aprobación de la polémica ley educativa.

Pero, ¿por qué ahora? El nombre de 'Los Republicanos' ha sido la guinda del pastel para Sarkozy, su colofón a su vuelta al escenario de la política. Al fin y al cabo, y más después de unas primarias en las que arrasó, esta es una forma de reforzar la imagen de su partido y llevarla al extremo del personalismo, un partido que quiere modelar a su imagen y semejanza.Una izquierda desgastada

Ante una izquierda mermada y dividida esta es la estrategia por la que apuesta Sarkozy para hacerse con el primer puesto en la carrera hacia el Elíseo. Las luchas de poder en el partido socialista de François Hollande son un hecho, muestra de ello es que no siguen una disciplina de voto ni en los proyectos de ley que quiere aprobar el gobierno, si bien es verdad que este es un fenómeno más habitual en Francia.

Con este movimiento pretende ganar los votos de los franceses desencantados aunque puede provocar el recelo entre los electores tradicionales de su partido. Pese a todo los pesos pesados de su propia formación tampoco se pronuncian sobre qué les parece esta nueva decisión o si van a ser sus rivales en las primarias para elegir candidato. Ya lo dijo en el Congreso de refundación de este sábado Alain Juppé: "Solo estoy aquí para opinar".

A Sarkozy le conviene plantarse y hacer movimientos tácticos ante el incremento de popularidad que está experimentando la extrema derecha en Francia. Le Pen también significa una nueva amenaza que le puede arrancar votos en un momento determinado.