Los republicanos ya muestran su "caos" hasta en público

    • El senador Marco Rubio da la sorpresa coronándose como el gran dominante del tercer debate republicano.
    • Rubio le demostró a Trump y Bush que él también es un fuerte aspirante a la Casa Blanca.

El debate republicano del miércoles se podría definir en una sola frase: Demasiado gallo para un único corral. Argumentos afilados, irascibilidad y continuos ataques entre los candidatos fueron los protagonistas del tercer debate del partido republicano. Una vez más el partido republicano fue incapaz de no mostrar la situación caótica en la que se encuentra. Así lo muestran The New York Times o The Washington Post.

Se trataba del momento adecuado para mostrar que la estabilidad estaba llegando al interior del partido republicano. Con Paul Ryan como presidente de la cámara baja parecía que llegaba una "nueva era" para el partido, pero parece que todavía queda un poco de "vieja era" por renovar entre los republicanos. Lejos de parecer un debate lo que representaron ayer los candidatos republicanos fue un combate de lucha libre, en el que los que más golpes recibieron fueron los moderadores del CNBC.Marco Rubio el verdadero triunfador de la noche

Difícil fue la tarea de encontrar al ganador del debate, aunque todas las apuestas apuntan a Marco Rubio. No solo supo desmarcarse del que fuera su aliado durante su periodo en Florida, Jeb Bush, sino que también consiguió eclipsarlo.
El que fuera gobernador supo desenvolverse como pez en el agua en un debate en el que más que agua había barro. Con calma y respuestas seguras consiguió golpear a las acusaciones de Bush. "La única razón por la está atacándome ahora es porque nos estamos quedando en la misma posición y alguien le ha convencido de que atacarme le va a ayudar", así respondía Rubio a Bush mostrándole que el ya no es un candidato de segunda.
Rubio fue el candidato que más aprovechó el debate de ayer, supo cómo venderse, y aprovechó su religión, evangélica, para captar así la atención de ese bloque de votantes tan importante en el partido. Del mismo modo, se mostró como un hijo de madre soltera, alabando el trabajo que realizan este tipo de madres en la sociedad. Sin duda dos golpes que ayudaron a subirle al podio y a recibir aplausos por la multitud.

Trump se desinfla y todos lo aprovechan

La popularidad de Donald J.Trump va en declive, un hecho que no le está sentando nada bien a él pero que hace que el resto de candidatos saquen todas sus armas. Pese a que es cierto que continúa entre el primer y segundo puesto en las encuestas las actuaciones del miércoles a la noche no le favorecieron en absoluto. El candidato prefirió mantenerse al margen durante la mayor parte del encuentro de los candidatos. Sin embargo, un golpe bajo de Kasich sacó lo peor de él y nos dejó ver un Trump que no atraviesa su mejor momento.

A Bush le persigue la sombra de su hermano

Sin duda uno de los peor parados en el tercer debate republicano fue Jeb Bush. Tenía una tarea difícil desde el principio, hacer olvidar a los votantes de que su apellido ya había estado antes en la Casa Blanca, sin embargo, se confundió de argumento en una noche clave para su campaña. Su objetivo fue Rubio, pero él no esperaba que su delfín hubiera aprendido tanto y tan rápido. Un Bush acobardado y desafortunado, eso es lo que se vio ayer en la CNBC.

Algunos no sabían ni que hacían en el debate

El debate del miércoles fue sin duda un debate a tres en el que el resto de los candidatos intentaron aparecer de manera esporádica. Tan esporádica en algunos casos que hasta el candidato se sorprendía cuando le daban el turno como Ben Carson. O John Kasich que desapareció tras los primeros minutos, o Rand Paul que apenas apareció y cuando lo hacía sus discursos eran muy débiles.
Mientras, Chris Chirstie se llevó su momento de gloria cuando preguntó "¿Por qué demonios estamos hablando de deportes de fantasía?", dándole un duro golpe a Bush.

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