Los restos de Alencar llegan al Palacio presidencial brasileño para ser velados

  • Brasilia.- Los restos del exvicepresidente brasileño José Alencar, quien falleció de cáncer este martes, llegaron hoy al Palacio presidencial de Planalto en Brasilia, donde serán velados en una capilla ardiente abierta al público.

Los restos de Alencar llegan al Palacio presidencial brasileño para ser velados
Los restos de Alencar llegan al Palacio presidencial brasileño para ser velados

Brasilia.- Los restos del exvicepresidente brasileño José Alencar, quien falleció de cáncer este martes, llegaron hoy al Palacio presidencial de Planalto en Brasilia, donde serán velados en una capilla ardiente abierta al público.

Como vicepresidente de Brasil, Alencar fue el "gran escudero" del mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, quien el pasado 1 de enero le entregó el cargo a la actual jefa de Estado, Dilma Rousseff, tras ocho años en el poder.

Alencar murió este martes en Sao Paulo, a los 79 años, víctima de un cáncer abdominal que enfrentó durante más de una década, y curiosamente Rousseff y Lula recibieron la noticia juntos en la ciudad portuguesa de Coimbra, donde asistían a un homenaje que se le rendía al exmandatario.

Tras ser informada sobre el fallecimiento de Alencar, Rousseff decretó siete días de luto nacional y canceló parte de su agenda de hoy en Portugal para adelantar su regreso a Brasil y asistir a los funerales, en los que también estará presente Lula.

El ataúd con los restos de Alencar fue transportado hoy por un avión de la Fuerza Aérea desde Sao Paulo hasta Brasilia, donde fue recibido con honores de Estado en una ceremonia a la que asistieron varios ministros del Gobierno y las principales autoridades de la Cámara de Diputados, el Senado y el Supremo Tribunal Federal.

Los restos fueron trasladados al Palacio presidencial de Planalto en un camión de bomberos escoltado por vehículos militares y en la sede del Gobierno fueron cargados en hombros por soldados de la guardia de honor de la Presidencia que los condujeron por una rampa hasta la capilla ardiente, instalada en la primera planta.

En el interior del edificio el féretro era esperado por cientos de personas, entre las que se encontraban muchos de los políticos que ocuparon cargos de ministros durante los últimos ocho años, en la gestión presidencial de Lula.

El velatorio será primero para los familiares y unos pocos allegados a Alencar, para luego abrirse al público y, sobre todo, a la clase política nacional, que hoy ha suspendido todas sus actividades oficiales para despedir al exvicepresidente.

La llegada de Rousseff y Lula desde Portugal está prevista para el final de la tarde y, según fuentes oficiales, ambos se dirigirán directamente desde el aeropuerto hacia el palacio presidencial para asistir a una misa de cuerpo presente.

Los restos de Alencar permanecerán en capilla ardiente durante toda la noche y mañana, a primera hora, serán trasladados hacia Belo Horizonte, capital de su estado natal de Minas Gerais, donde aún su familia no ha decidido si serán sepultados o incinerados, como él mismo deseaba.

En los 51 años de historia de Brasilia, es la segunda vez que el Palacio de Planalto es abierto para unos funerales de Estado y la primera en que se usa para despedir a un exvicepresidente.

Hasta ahora, sólo Tancredo Neves, elegido presidente de Brasil en enero de 1985 pero que no llegó a asumir el cargo debido a una grave enfermedad que le causó la muerte, había sido velado en la sede del Gobierno.

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