Los técnicos estudian las causas del derrumbe y unos 60 vecinos siguen desalojados

Palma.- Técnicos del Ayuntamiento de Palma han tomado hoy muestras del material y la estructura del edificio que ayer se derrumbó en la capital palmesana, suceso en el que murieron siete personas, para determinar las causas del desplome mientras unos sesenta vecinos de los inmuebles colindantes permanecen desalojados y no podrán volver esta noche a sus casas.

Cinco de las siete víctimas mortales del suceso, entre tanto, han sido identificadas en el Instituto Anatómico Forense, y queda pendiente concretar la filiación de un matrimonio alemán que residía en el edificio, ubicado en la calle Rodríguez Arias y que se hundió, según los vecinos, a consecuencia del mal estado del inmueble.

En el suceso resultaron heridas dos personas, una mujer -madre y esposa de dos de los fallecidos- que permanece ingresada en el hospital con pronóstico reservado, según fuentes sanitarias, y un hombre, que este mediodía ha recibido el alta hospitalaria.

En su trabajo, los técnicos han encontrado restos de uralita, lo que ha obligado a tratar ese material con líquido especial para evitar la emisión al aire de partículas de amianto.

A los trabajos de los técnicos en las ruinas del inmueble, que han desarrollado con la ayuda de bomberos, ha seguido el derribo controlado de la parte del edificio que permanecía aún en pié, labor que prácticamente ha concluido esta noche.

Los técnicos, según fuentes municipales, han seguido también con la inspección de edificios ubicados en la zona del siniestro, alguno de ellos construido en la misma época que el hundido, para comprobar el estado de su estructura. Como consecuencia de ello, ha sido desalojado otro inmueble, el séptimo desde que tuvo lugar la catástrofe.

Los casi sesenta vecinos desalojados de sus viviendas no podrán regresar esta noche a sus casas y volverán a dormir en hoteles ofertados por el Ayuntamiento de Palma y la Conselleria balear de Asuntos Sociales o en los domicilios de familiares y amigos.

Vecinos desalojados han dicho a EFE que tienen "miedo" a volver a sus casas, por lo que han pedido que se les den garantías de que sus edificios son seguros y no presentan desperfectos como el que se desplomó en la noche de ayer.

El Juzgado de Instrucción número 1 de Palma ha abierto diligencias previas por este caso y la magistrada titular, según un comunicado del Tribunal Superior de Justicia de las Islas Baleares (TSJIB), está a la espera de conocer los informes técnicos para estudiar eventuales medidas.

El Instituto Anatómico Forense de Palma, por su parte, ha identificado a cinco de las víctimas gracias a las huellas dactilares.

Se trata de un padre y su hija, mallorquines que respondían a los nombres de Miquela Perelló (15 años) y Jaume Perelló (54 años). La madre y esposa de ambos es la mujer que permanece ingresada en el hospital con ayuda psicológica. El entierro de estas dos víctimas, cuya capilla ardiente se ha abierto esta tarde, podría tener lugar pasado mañana.

También han sido identificadas las víctimas mortales del primer piso del edificio desplomado, en concreto una madre, su hijo y el cuñado de éste.

Sus identidades son Paulo Andrés Valencia, de 31 años, y su madre María Correa de Valencia, de 54 años, así como Óscar Ortiz, de 38 años.

Estas víctimas son de nacionalidad colombiana y sus familiares aún no han decidido si los cuerpos serán repatriados a su país de origen.

Baleares ha vivido hoy la primera de las dos jornadas de luto oficial decretadas por el Govern autonómico, mientras que el pleno del Parlament ha guardado un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas de este suceso y del matrimonio fallecido también ayer en Palma en el incendio de su vivienda.