Los tranvías ruinosos: El terror de los Ayuntamientos

En 1976 cerró el último tranvía en España, la línea 11 del tranvía de Zaragoza. Desde ese año hasta ahora las cosas han cambiado para este medio de transporte utilizado hasta la posguerra. En 1994, Valencia lo resucita para incoporarlo a la red de Metro de la capital, y en menos de dos años le siguen A Coruña, País Vasco, Alicante y Barcelona.

Sin embargo, para algunas ciudades la vuelta al tranvía ha sido la ruina total de algunos ayuntamientos con un costo de 350 millones de euros, aproximadamente, y unas infraestructuras que en muchos casos ni se han llegado a utilizar.

Aquí exponemos algunos casos en los que sus ciudadanos se arrepienten de haber votado a favor de la realización del proyecto:El Tribunal de Cuentas fiscaliza el tranvía de Zaragoza

Desde el 19 de marzo, Zaragoza cuenta con una línea de tranvía, inaugurada en dos fases (que también están siendo fiscalizadas este año por el Tribunal de Cuentas).

Según el Ayuntamiento de Zaragoza, el proyecto ha costado 350 millones de euros, aunque ya apuntan que será el doble, y recorre 12,8 kilómetros. Un 20% de participación está en manos del Ayuntamiento con la empresa SEM-Tranvías de Zaragoza y el resto del proyecto lo ganó en concurso la sociedad 'Traza' (que engloba empresas como Caf, Tuzsa, FCC, Acciona, Ibercaja y Concessia).

El grupo popular informó a los ciudadanos que Zaragoza "no necesita tranvía en estos momentos y que causaría un excesivo gasto que no podríamos pagar".

Como si fueran videntes, dicho y hecho. En 2009, el Ayuntamiento muestra su presupuesto total en transporte que asciende a 28.946.026 euros, sin contar los 355 millones, estimados por el consistorio, del tranvía. A esto se le debe de sumar la cantidad de 5,5 millones en 24 nuevos autobuses que puso el Ayuntamiento y una inversión en el Centro de Control de Tráfico (2,5 millones). En total el gasto en transporte en 2009 sin contar el tranvía salió por unos 35 millones de euros.

Finalmente, según el Partido Popular, la 'broma' del tranvía ha salido a las arcas autonómicas por el doble de los estipulado. "160 millones son la parte que tiene que poner el Ayuntamiento al proyecto, más la cantidad que debe a la concesionaria", explica su portavoz Eloy Suárez.

"Con el agujero que hay en el ayuntamiento de Zaragoza no hay ningun banco tan irresponsable para financiar la inversión de la segunda linea del tranvía", comenta Suárez.

Con estos datos poco halagüeños, el grupo popular aragones solicitó una petición el año pasado para que el tribunal de Cuentas investigue los gastos llevados a cabo en la ejecución de las obras del tranvía en la capital aragonesa.

Petición que fue aceptada y a día de hoy la Cámara continúa investigando los gastos. Ya en su día cuando el Partido Popular realizó la solicitud, el vicealcalde de Zaragoza, Javier Gimeno, lo consideró una "bobada".

Los populares acusan al Ayuntamiento de no tener "ninguna cifra, ni información" relativa al tranvía y afirman que los socialistas no han cumplido con la moción. En referencia a una moción aprobada para que cada partido tuviera representación en la Sociedad de Tranvías, donde tienen gran peso los socialistas, para conocer de cerca el proyecto.

Las obras en los tribunales

Las obras del tranvía siguen bajo sospecha. El Juzgado nº 11 de Instrucción de Zaragoza tiene abierta la causa por seis posibles delitos, entre ellos estafa, apropiación indebida, malversación de caudales públicos e investigan el suministro de material relacionado.

"Utilizar intermediarios cuando pueden pedir directamente los materiales al proveedor, como granito o de otro tipo, claro que cuestan más y nos parece mal", afirman desde la oposición.El tranvía de Jaén que nunca llegó a funcionar

Se empezó a construir en 2009, ya en plena crisis, por la insistencia de la entonces alcaldesa socialista, Carmen Peñalver. Tras 120 millones de euros de desembolso que salieron mayoritariamente, de la Junta de Andalucía, el tren funcionó en pruebas unos días y no ha vuelto a hacerlo.

Desde mayo de 2011 no está operativo. Una sentencia judicial admitió la demanda por competencia desleal de la concesionaria de autobús, que temía la pérdida de viajeros ante un medio de uso gratuito.

A comienzos de 2013 una auditoría del consistorio cifró en 3,3 millones de euros el coste de mantenimiento de las vías, que a su vez, se añaden al millón y medio que Jaén tiene que abonar a la Junta de Andalucía por la amortización de los vagones.

Desde el Partido Popular de Jaén calculan que, el primer año, el tranvía tendría un déficit del entorno de los seis millones de euros anuales.

Actualmente, los cinco vagones permanecen en las cocheras y los apenas cinco kilómetros de su trazado sin uso. Aparte de ruinoso, el tranvía jiennense ha estropeado el tráfico rodado en la capital. Muchos conductores utilizan las vías para aparcar. Desde la Junta de Andalucía comenta que "incluso parado, cuesta al año dos millones de euros al consistorio".Parla: El tranvía de Tomás Gómez

El tranvía de Parla, inaugurado por el socialista Tomás Gómez en mayo de 2007, ha terminado siendo el símbolo nacional del despilfarro tranviario. Costó cerca de los 130 millones de euros y consta de ocho kilómetros de línea en una ciudad de 120.000 habitantes que estaba perfectamente comunicada por autobuses.

A pesar de que la Comunidad de Madrid y los propios especialistas calificaran el plan de 'fracaso absoluto', fue el empeño de Tomás Gómez el que finalmente ganó la batalla.

A principio de año, Parla ya acumulaba una deuda de 23 millones que aumenta en 1,5 millones cada mes, algo que, según el Ayuntamiento, supone "una losa económica para los parleños".El tranvía de Vélez-Málaga en Australia

El tranvía de Vélez-Málaga, inaugurado en octubre de 2006, fue un negocio ruinoso desde casi sus inicios. El alcalde socialista, Antonio Souviron, propuso construir un tranvía que cubriera los 4,8 kilómetros que van del municipio a la pedanía costera de Torre del Mar, un rincón de sol y playa frecuentado por turistas.

El proyecto quedó parado tras no abonar el Ayuntamiento los cerca de dos millones de euros que debía a Travelsa, la concesionaria del servicio y se escuda en que "cada año, el tranvía generaba un déficit de unos 800.000 euros".

Cansados de mediar entre el 'tira y afloja', el año pasado Travelsa preguntó al Ayuntamiento si podía alquilar sus unidades móviles al tranvía de Sidney. En agosto de 2012 la empresa ganó el concurso para suministrar 18 tranvías por 20 millones, y las tres máquinas de Vélez más un prototipo de Linares, que servirían de adelanto. El Ayuntamiento recibe 200.000 euros al año y se ahorrará los 80.000 euros de mantenimiento.

Ahora el tribunal de Cuentas investiga el casos de estos tranvías y si descubre que hay graves irregularidades, puede remitir sus informes a la fiscalía para que se depuren responsabilidades penales. Aunque desde el tribunal apuntan que también se puede entender que, "aunque son ruinosos, su creación obedece a desafortunadas decisiones políticas" que no podrían verse de ninguna manera en el ámbito penal.