Los últimos sondeos publicados dan una ligera victoria a Tsipras

    • Tanto Tsipras como Meimarakis se han comprometido a cumplir con los ajustes de un nuevo y exigente plan de rescate internacional.
    • En su mitin Tsipras dijo también que en caso de ganar, Grecia dará un espaldarazo a las aspiraciones de los candidatos de izquierda en otros tres países sometidos a políticas de austeridad
Former Greek Prime Minister Alexis Tsipras and lea
Former Greek Prime Minister Alexis Tsipras and lea

Los griegos observaban este sábado una jornada de reflexión, la víspera de unas legislativas apretadas entre el líder izquierdista Alexis Tsipras y el conservador Evangelos Meimarakis que auguran unas negociaciones complicadas para formar gobierno.

Los últimos sondeos publicados el viernes daban una ligera ventaja a Syriza, la formación del ex primer ministro Tsipras, frente a la conservadora Nueva Democracia. Tanto él como Meimarakis se han comprometido a cumplir con los ajustes de un nuevo y exigente plan de rescate internacional.

Con los dos partidos lejos de la mayoría absoluta, Meimarakis ha retado durante toda la campaña a Tsipras a aceptar un gran gobierno de coalición, a lo cual se niega el interesado. En cuanto a la tercera posición, se decidirá entre los neonazis de Amanecer Dorado, el socialista Pasok, el centrista To Potami y los comunistas (KKE).

En una entrevista al diario Kathimerini, el ex ministro de Finanzas Euclides Tsakalotos subrayó las dificultades de formar una coalición, y afirmó que "las cosas están difíciles" en ese sentido.

"Por un lado no podemos ir de nuevo a unas elecciones, y por otro lado no veo cómo podría trabajar Syriza con el Pasok o To Potami, y menos aún con Nueva Democracia", declaró Tsakalotos al rotativo.

"Esas fuerzas, añadió, y en particular el Pasok y Nueva Democracia, han construido sus alianzas sociales y su poder político en base a un sistema clientelista y la evasión fiscal".

En su mitin de cierre de campaña, el viernes por la noche en la plaza Syntagma de Atenas, Tsipras pidió un "mandato para formar un gobierno estable y fuerte", capaz de aguantar los cuatro años de la legislatura y poner fin a la inestabilidad de este agitadísimo 2015, marcado por tres citas con las urnas.

En una entrevista al diario To Vima, Meimarakis aconsejó a los griegos que desconfíen de Syriza, cuyos siete meses de gobierno fueron "un experimento que salió caro".

"¿Conocen a algún otro primer ministro que haya cerrado un acuerdo, lo haya traído al Parlamento, lo haya votado y firmado y luego diga que no cree en él?", se preguntó el líder conservador en la entrevista, refiriéndose al nuevo rescate financiero del país, el tercero desde 2010.

Tanto Tsipras como Meimarakis se han comprometido a cumplir con los ajustes fiscales, las privatizaciones y las reformas aparejados a ese rescate acordado con los acreedores internacionales, la UE y el FMI, que ascenderá a unos 86.000 millones de euros a lo largo de tres años.

Tras llegar al poder el 25 de enero con la promesa de poner fin a las políticas de austeridad aplicadas en Grecia desde 2010, y la victoria rotunda del "no" a las condiciones de los acreedores en el referendo del 5 de julio, Tsipras terminó aceptando el rescate el 13 de julio en Bruselas.

Según ha explicado hasta la saciedad desde entonces, no le quedaba otra opción, ante el riesgo real de una salida del euro y la presión del cierre de los bancos, como parte de unos controles de capitales instaurados para evitar su derrumbe.

El giro de quien conquistó el poder presentándose como una alternativa europea al dogma de la austeridad le costó una disidencia dentro de su propio partido, que ahora milita por salir de la "cárcel" del euro, en palabras del greco-argentino Costas Isijos, portavoz del partido Unidad Popular.

Con todo, Tsipras pidió el viernes a sus simpatizantes un mandato fuerte para la izquierda, "el único partido que puede negociar mejor con los acreedores la gran cuestión de la deuda pública", que con el nuevo rescate ascenderá al 200% del PIB griego.

En su mitin Tsipras dijo también que en caso de ganar, Grecia dará un espaldarazo a las aspiraciones de los candidatos de izquierda en otros tres países sometidos a políticas de austeridad en la Eurozona, España, Portugal e Irlanda, donde habrá elecciones en los próximos meses.

En una entrevista este sábado al diario Avgi, cercano a Syriza, el líder del partido español de izquierda Podemos, Pablo Iglesias, observó que "el adversario es fuerte y no quiere que triunfemos. Pero estamos aquí para ganar y lucharemos hasta el final".

"Trabajaremos día y noche para que haya un aliado fuerte del pueblo griego en el gobierno (español) el próximo diciembre", cuando se esperan legislativas en España, dijo Iglesias, que el viernes participó en el mitin de Tsipras en Atenas.

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