Los valores esenciales dominaron la entrega de los Premios Príncipe de Asturias

  • Oviedo (España).- La apelación a valores esenciales como la justicia, la independencia o la cooperación social dominó la gala de entrega de la XXIX edición de los Premios Príncipe de Asturias en la ciudad española de Oviedo.

El Príncipe aboga por trabajar "codo con codo" frente a la crisis y el paro
El Príncipe aboga por trabajar "codo con codo" frente a la crisis y el paro

Oviedo (España).- La apelación a valores esenciales como la justicia, la independencia o la cooperación social dominó la gala de entrega de la XXIX edición de los Premios Príncipe de Asturias en la ciudad española de Oviedo.

Los ocho galardonados recibieron sus distinciones de manos del príncipe Felipe de Borbón, heredero de la Corona española, que da nombre a los premios y que presidió junto a su esposa, la princesa Letizia, la ceremonia de entrega.

Recibieron los premios Margaret Chan y otros responsables de la Organización Mundial de la Salud (OMS); el arquitecto Norman Foster; José Ramón Narro, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); el escritor Ismaíl Kadaré y el naturalista británico David Attenborough.

También los padres del teléfono móvil, Martin Cooper, y del correo electrónico, Raymond Samuel Tomlinson; la saltadora de pértiga Yelena Isinbayeva; y el alcalde de Berlín, Klaus Wowerit, junto a los otros regidores que le precedieron en el cargo en los últimos 20 años, Walter Momper y Eberhard Diepgen.

En su alocución, el príncipe Felipe manifestó que ya "no es posible un orden económico internacional estable y próspero sin valores que lo inspiren" y sin la cooperación de los Estados, igual que la educación es una exigencia imprescindible en un momento de "tantos cambios" para la humanidad.

El heredero de la Corona española calificó a los galardonados como "modelos supremos de esfuerzo sacrificado, inteligencia, nobleza, espíritu de superación y de cuantas cualidades enaltecen a los seres humanos".

El Premio Príncipe de Asturias de las Letras, el escritor albanés Ismaíl Kadaré, encargado de agradecer la concesión de los galardones en nombre de todos, recurrió a uno de los personajes más universales de las letras, Don Quijote, para reivindicar la "independencia" de la literatura.

"Cuando entre mi país y España no iba ni venía nadie, un caballero solitario, despreciando las leyes del mundo, cruzaba cuantas veces se le antojaba la frontera infranqueable. Ya imaginaréis a quién me refiero: Don Quijote", sentenció el autor de "El accidente".

"Los escritores estamos convencidos de que el arte no alzará nunca la bandera de la capitulación", aseveró Kadaré.

La OMS, galardonada con el Premio de Cooperación Internacional, estuvo representada por su directora general, Margaret Chan, quien reclamó, en su discurso, una "mayor justicia a la hora de compartir los beneficios de los avances médicos".

Según Chan, "la salud es la esencia misma de nuestra humanidad común", por lo que animó a "todas las naciones" a "buscar y compartir soluciones", ya que "a nadie le debería ser negado el acceso a una atención sanitaria por razones injustas".

Además, recordó que "la primera pandemia de gripe (AH1N1) del siglo XXI" se extiende por un mundo donde las diferencias "son mayores que en cualquier momento de la historia reciente".

El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Ramón Narro, reivindicó el derecho a la educación como vía de superación humana y advirtió de que el "verdadero saber" debe estar "impregnado de compromiso social".

"Resulta indispensable reivindicar el derecho a la educación. Por ello es necesario insistir y volverlo a hacer", subrayó Narro, quien recordó el valor de "los hombres y las mujeres del exilio que enriquecieron" la UNAM tras la Guerra Civil española (1936-1939).

También se dirigió al público Klaus Wowereit, alcalde de Berlín, ciudad galardonada con el Premio de la Concordia en el vigésimo aniversario de la caída del muro que dividió a sus habitantes durante casi 40 años.

El regidor berlinés recalcó que espera que la "revolución pacífica" ocurrida el 9 de noviembre de 1989 en Berlín sirva de ejemplo para derribar otros "muros" que existen todavía en el mundo.

Norman Foster (Premio de las Artes); David Attenborough (Ciencias Sociales); Martin Cooper y Raymond Samuel Tomlinson (Investigación Científica y Técnica 2009); y Yelena Isinbayeva (Deportes) completaron la nómina de premiados.

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