Castellón, 28 oct.- Los ciudadanos de Vila-real no salen de la sorpresa, la tristeza y la consternación después de que un vecino de 53 años, de una conocida familia en la localidad, haya acabado con la vida de su esposa, de 52, y el hijo de ambos, de 10.
Los hechos han ocurrido alrededor de las nueve de esta mañana, después que en la empresa familiar, de compra-venta de azulejos y a la que debía acudir el matrimonio, haya constatado la ausencia de éstos y se hayan preocupado porque ninguno de ellos contestaba al teléfono móvil.
Según ha relatado el alcalde, José Benlloch, uno de los hermanos del supuesto homicida ha acudido al domicilio de la calle de Rosalía de Castro, una vivienda unifamiliar.
Tras estar entre 15 y 20 minutos llamando al timbre ha visto cómo su hermano, ensangrentado y con cortes en las muñecas, según testigos presenciales, se ha lanzado al vacío desde el balcón de la buhardilla y ha caído a la calle peatonal que separa dos bloques de viviendas.
Debido a que la vivienda se encuentra muy próxima a dos colegios, uno de ellos el Pío XII, donde asistía el niño fallecido, varios testigos han presenciado la caída.
Tras ello, según un trabajador del consistorio, los agentes de la Unidad de Respuesta Policial (URP) de la Policía Local y agentes del Cuerpo Nacional de Policía han acudido al domicilio, al que han tenido que acceder forzando la puerta del garaje.
Allí, según ha explicado el alcalde, han encontrado los cuerpos sin vida del menor y de su madre, y se han incautado de varias armas blancas.
Poco a poco han ido llegando familiares, más de quince, según los testigos presenciales, visiblemente afectados, que han recibido asistencia psicológica por parte del personal de Cruz Roja que se ha desplazado hasta el lugar.
También ha acudido al lugar la hija que el supuesto agresor tenía de un matrimonio anterior, de 30 años, al conocer la noticia.
Entre los que se han acercado la sorpresa y la incredulidad eran los primeros sentimientos. Se trataba de una familia muy conocida, que no tenía problemas aparentes, y sobre la que no existía ninguna orden de alejamiento, según ha confirmado el alcalde.
El Villarreal CF ha celebrado esta tarde una concentración con un minuto de silencio para mostrar su dolor por el fallecimiento del niño, que jugaba en el Alevín F del club vilarrealense.
Más de 200 personas se han concentrado en la Ciudad Deportiva del Villarreal antes del entrenamiento del primer equipo, y a los jugadores de éste se han sumado los directivos, el presidente del club Fernando Roig; el entrenador, Marcelino García; el resto de categorías inferiores y padres de niños que entrenaban a esa hora, muchos de los cuales se han retirado con lágrimas en los ojos y visiblemente afectados.
El Ayuntamiento de Vila-real ha convocado para mañana una concentración de cinco minutos de silencio para mostrar el "apoyo y la solidaridad" a la familia, y ha invitado a la ciudadanía a sumarse para condenar el suceso.
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