Los votantes dan la espalda a Rahul Gandhi y la "reina de los intocables"

  • La principal líder intocable de la India, Mayawati, ha perdido el dominio de su bastión regional, Uttar Pradesh, en las últimas elecciones, que también han arrojado malos resultados para el "heredero" de la dinastía Gandhi, Rahul.

Diego Agúndez

Lucknow (India), 6 mar.- La principal líder intocable de la India, Mayawati, ha perdido el dominio de su bastión regional, Uttar Pradesh, en las últimas elecciones, que también han arrojado malos resultados para el "heredero" de la dinastía Gandhi, Rahul.

El gran vencedor de los comicios en esta región gangética, la más importante y poblada de la India, ha sido el Partido Samajwadi, una formación regionalista que se apoya en castas atrasadas y está en disposición de lograr la mayoría absoluta, según datos oficiales.

De acuerdo con la Comisión Electoral, el Samajwadi lidera 223 de los 403 distritos, mientras que Mayawati pasa de tener 207 a sólo 80 y la formación de los Gandhi, el Partido del Congreso, sigue anclado en la cuarta posición regional, con 28 escaños, seis más que antes.

Cinco regiones -Uttar Pradesh, Goa, Punjab, Uttarkhand y Manipur- fueron a las urnas en el último mes, y según los datos de la Comisión Electoral, divulgados hoy, el Congreso está solo en disposición de gobernar en solitario en esta última.

"Lo hemos hecho bien, pero los resultados no son buenos. Nuestros fundamentos han sido débiles. Hasta que demos con una solución, la debilidad no se irá", dijo hoy en Nueva Delhi Rahul Gandhi, tras conocer las proyecciones.

Con 200 millones de habitantes -uno de cada seis indios-, la norteña Uttar Pradesh ha sido estos meses un tablero de batalla político, y los analistas aguardaban el recuento con interés para ver si Gandhi lograba sacar a su partido de la marginalidad.

Rahul es hijo de la jefa del partido, Sonia Gandhi, y del exprimer ministro asesinado Rajiv Gandhi, y casi todos en la India creen que se acerca el momento en el que dará el salto como candidato a primer ministro del país, que ya gobierna su formación.

El Gobierno indio, encabezado por Manmohan Singh, ha recibido en los últimos meses críticas por su incapacidad para aprobar reformas económicas y por varios casos de corrupción en su seno, así que la prensa especulaba con un posible voto de castigo de los indios.

Los Gandhi se habían volcado en Uttar Pradesh, hogar tradicional de la familia, y Rahul trabó contacto con los más pobres denunciando su situación y participando en más de 200 mítines de campaña para hacerse, decían en el partido, con al menos 65 escaños.

"Su trabajo ha sido brillante. Si la organización ha fallado en capitalizar la energía positiva que ha traído aquí, debemos culparnos a nosotros mismos y a nuestra elección de candidatos", dijo a Efe la jefa regional del Congreso, Rita Bahuguna Joshi.

Campo de prueba de la política india, Uttar Pradesh ha dado al país ocho primeros ministros y fue el principal feudo del Partido del Congreso durante décadas, hasta que la emergencia de los partidos regionalistas en los 90 lo sumieron en la irrelevancia.

Esta legislatura, la región fue el gran feudo de la principal líder intocable del país, Mayawati, una antigua maestra que ha sido objeto de críticas por la corrupción y su gusto por el lujo, pero considerada a la vez como un icono por los desposeídos.

Mayawati emprendió durante su mandato la construcción de gigantescos parques en homenaje a los intocables -las castas excluidas del sistema social hindú-, que llenaba de elefantes de piedra y coronaba con estatuas dedicadas a ella misma.

Hoy, los portones azules del fortín que ordenó construir como nueva sede del partido y vivienda propia permanecieron cerrados a cal y canto, ante un puñado de periodistas que aguardaban la salida de la carismática pero derrotada líder "intocable".

La fiesta tenía lugar a pocos metros, en la sede del Samajwadi, donde cientos de jóvenes se rociaban con polvos de los colores del partido -rojo y verde- entre cánticos y bailes, tamboradas y petardos, a la espera de la llegada de sus líderes.

El Samajwadi ha representado tradicionalmente a un grupo de castas atrasadas del campo, y su líder, Mulayan Singh Yadav, ya había gobernado Uttar Pradesh en tres ocasiones, con graves problemas para controlar la ley y el orden, según los lugareños.

En esta ocasión, el partido ha vuelto a ser la formación que más candidatos presentaba con causas criminales pendientes, pero en campaña sus adalides -con el hijo de Yadav, Akilesh, a la cabeza-, han insistido en que el desarrollo será su primera prioridad.

"Habíamos prometido buenas políticas para los campesinos, los estudiantes, y para el desarrollo industrial. La gente no ha votado por casta, el éxito se debe a esto", dijo a Efe un complacido Akilesh Yadav, mientras seguía el recuento por televisión.

"No vamos a tocar las estatuas de Mayawati. Se quedarán ahí. Pero en esos parques hay mucho espacio vacío que usaremos para construir escuelas o quizá hospitales", agregó, entre ruido de petardos y asistentes tocados con el símbolo del partido, la bicicleta.

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