¡Uyyyyyy! Hoy volveremos a oír la maldita frase ¡no me ha tocado por un número!

    • Es un clásico como el sorteo. La frase que siempre escuchas de ¡maldita suerte la mía, no me tocó por un número! Al escucharla ya se sabe que el que la dijo ha ganado... cero euros.
    • El otro clásico es ¿no vives allí, cómo no te ha tocado? ¿no pasaste allí una semana de veraneo, cómo no cogiste? Si tocó allí el año pasado ¿por qué no llevas?
'El Gordo' de la Lotería de Navidad tocó en 14 ocasiones en la Región
'El Gordo' de la Lotería de Navidad tocó en 14 ocasiones en la Región

Por un número, no me ha tocado el Gordo por un número. Qué mala suerte. Son el 'Uyyyyyyyy' y el 'Casiiiiiiiiiiii' de toda la vida. Y hay gente, mi padre el primero, que está abonado a los números que no tocan por un número.

Todos los años la misma conversación. Esa y la llamada típica porque el número ha tocado al lado de tu casa y todo el mundo piensa que, claro, compraste allí. ¡Pues no! El año que toca en tu barrio compraste en la zona de veraneo o en el trabajo, y así siempre. La pescadilla que se muerde la cola. Esas llamadas duelen. Y lo malo es que uno también las hace. "¡Pero si vives en Roquetas, cómo no has comprado!" "¡pero si estuviste una semana de veraneo, ¿estamos locos? ¡Te tiene que haber tocado! ¿por qué no compraste?" Sí, te ha pasado y te seguirá pasando... y lo sabes.

Sí, hoy, después de llegar del trabajo sabiendo que, si tienes suerte, te ha tocado la pedrea (esa que buscas en los periódicos con fruición, aunque ya lo has mirado mil veces por internet) vas a oír la frase de todos los años. No falla. El "cómo no has comprado el Gordo donde ha tocado si pasabas por allí", ya la has asimilado. Pero queda la maldición del "¡no nos ha tocado por un número, hijo, por un número!"

Ya te duele que en el último momento hayas cambiado la terminación del número porque este año todo el mundo decía que no iba a acabar en cero. Y ya vas con el cabreo encima, claro, porque quién no piensa en que este año sí, que el que va a salir brindado vas a ser tú. Pero lo peor de la lotería de la Navidad no es no ganar, es estar apunto de ganar... cuando ¡no has estado ni cerca!

No, no te libras de la frasecita. Casi nos toca. Hemos estado a punto. Mala suerte. Lo hemos tocado con los dedos... o la que ya te crispa. ¡el dinero llama a dinero! Mi padre es experto en ello. Por él, habríamos sido millonarios en todos los sorteos. El encuentro empieza así: "Me está persiguiendo la suerte, hijo, casi me toca la Once". Y así hasta el Gordo. Lo prometo, así llevo todo el año. No me digan que no lo han escuchado en casa.

Lo de que nos persigue la suerte viene de largo. No sé por qué acabo creyéndomelo siempre, será el ansia viva, como dice José Mota. Pero ¿nos ha tocado algo, tenemos los dos últimos, los tres últimos números?, pregunto incauto todos los años, como si fuera verdad que nos ha tocado algo. La respuesta invariable es "no, pero nos ha estado a punto de tocar, solo nos ha fallado un número". Y entonces queda media hora de explicaciones sobre el número o los números que no estaban colocados donde debían. Esta noche me espera la misma conversación de siempre. Ya me lo estoy imaginando.El móvil quema... con la pedrea

Este año el Gordo ha caído en el 79.140. Ni que decir tiene que a mí no me ha tocado. Y a mi padre menos. No sonó el teléfono. Y ya se sabe que el móvil quema si toca la pedrea. Así que al llegar a casa tendré alguna de estas conversaciones.

Mi padre puede tener el 32148, el 39147, el 79.146 o el 25.308, da igual, es capaz de decir que se parece. Ya solo ve los números del Gordo en cualquier décimo.

Eso sí es fácil. Es el uyyyyyy más complicado de aceptar en casa. "Todos los números iguales salvo el último, hay que ser desgraciados", "Por un pelo", "Es increíble". Entonces llegan las llamadas a la familia andaluza. "Quilla, ha estado a punto de tocarme el gordo". Y la excitación sube. ¡Por un número! Y entonces sí, empieza lo que es una conversación 'made in Cádiz'

Y uno ahí, en el sofá no entiende nada. Intenta uno explicar que ¡cuando aciertas todos los números y el último no es el anterior o el posterior, no te toca nadaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa" No hay manera de hacerlo entender en casa. Eso no es estar cerca. Es estar lejossssssssssssssssssssssssss. Más cerca es tener el último número nada más y olvidarse del resto. Que algo toca. Pues nada.

Más ejemplos. Este año ha tocado el 79.140. Pues poco tardarás en oír eso de ¡mala suerte la mía, que llevaba el 97.140, por un número no me tocó! Igual que el 89.140, ¡no me lo puedo creer, si hubiera sido un siete en vez de un ocho sería millonario!. Igual soniquete llega con el 98.140, el 96.140, el 78.140, el 79.130, el 79.240, el 77.140. el 77.340....No descarto que uno de ellos sea el décimo de mi padre. Descarto el Gordo, pero él está abonado a estos números que no tocan por un número. Las variaciones son infinitas. Lo que él no sabe aún es que este año a mí sí me ha tocado la pedrea.

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