Alberto Luceño, el presunto 'cerebro' del 'pelotazo' de las mascarillas en el Ayuntamiento de Madrid, presumió de que su socio en Malasia había sido condecorado en 2015 por el sultán de Pahang, el Estado más grande de Malasia peninsular. Poco después de firmar el contrato para la compraventa del material sanitario, el empresario que obtuvo gran parte de los seis millones de dólares que cobró junto a su amigo Luis Medina por intermediar en dicha operación envió a Elena Collado, coordinadora municipal de presupuesto, un par de imágenes en las que aparece San Chin Choon, dueño de la empresa de Malasia contratada como proveedora de dichos productos, recibiendo la medalla de la Orden al Mérito.
Así consta en los mensajes de WhatsApp que Luceño intercambió con Collado, incorporados al sumario de la causa que se investiga en el Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid, al que ha tenido acceso La Información. En marzo de 2020, la Empresa de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid (participada al 100% por el Ayuntamiento de Madrid) firmó tres contratos para la compra de un millón de mascarillas KN95, dos millones y medio de guantes de nitrilo y 250.000 test rápidos covid-19 por el importe total de 11,9 millones de dólares (10,9 millones de euros). Unos contratos que se firmaron con Leno Marketing Sdn Bhad, ante la escasez del material y la dificultad para conseguirlos, y después de que Medina y Luceño se presentaran como "agentes exclusivos" de la misma.
El chat en la aplicación de mensajería instantánea lo abrió Luceño el 23 de marzo para tratar una cuestión relacionada con el primer pago por la compra de las mascarillas. Asimismo, reprodujo las condiciones y el compromiso que Leno plasmó en el contrato sobre la entrega del producto, donde se indica que "en caso de fuerza mayor" u otros motivos por los que no se pueda cumplir con lo pactado, la empresa "garantiza que la totalidad de los fondos pagados por adelantado, se le reembolsará por completo dentro de los cinco días hábiles a la cuenta bancaria". Algo que ocurrió cuando el Ayuntamiento de Madrid trasladó las quejas por la mala calidad de los guantes vendidos.
Justo un día después, Elena Collado escribió a Luceño para preguntarle por un mensaje que le había reenviado Luis (posiblemente en referencia a Luis Medina): "Hola Luis, tenemos 2 B747-200 (capacidad 39 pallets) and 1 B747-400 (capacidad 38 pallets) para entregar las mascarillas. Estamos mirando el planning de las rutas para entregas. Si tus compradores quieren hacer pedidos, podemos incluir el destino en nuestras rutas. Gracias", reza el texto. "No sé. se habrá equivocado", contesta Luceño.
Un documento oficial y fotos
Así, acto y seguido, el empresario investigado por presuntamente haber estafado al Ayuntamiento de Madrid compartió en el chat un documento oficial escrito en malayo del secretario de Estado de Pahang, fechado el 9 de junio de 2015, en el que se otorga a San Chin Choon una medalla estatal de la Orden al Mérito, coincidiendo con el "84 aniversario de su majestad el sultán". Añade el escrito las felicitaciones "por este regalo" y el deseo de que el empresario malayo "continúe contribuyendo con un excelente servicio al Rey y al Estado de Pahang Darul Markmur".
Luceño adjuntó a este documento dos fotos del dueño de Leno, vestido de gala, recibiendo la medalla de manos del sultán, junto al mensaje "toma yaaaa" (sic). De este modo, el imputado hacía ver a la funcionaria del Ayuntamiento de Madrid, encargada de la compra de mascarillas, que la empresa con la que se había cerrado la operación era de fiar y de cierto prestigio en país asiático. De hecho, San Chin Choon fue reconocido en 2008 con el premio al Emprendimiento Sobresaliente que otorga Asia Pacific, una organización con sede en Kuala Lumpur (capital de Malasia) que reconoce la excelencia empresarial.
Se da la circunstancia de que San Chin Choon es una persona 'clave' para la investigación judicial sobre la actuación de Medina y Luceño como intermediarios en la compra de mascarillas, guantes y test covid. La Fiscalía Anticorrupción sospecha que los investigados falsificaron documentos en los que se declaraban como "agentes exclusivos" de su empresa y por ello, el juez de Madrid Adolfo Carretero les ha imputado por un delito de falsedad documental, entre otros. Para aclarar este punto, el fiscal Luis Rodríguez Sol pidió en mayo de 2021 a las autoridades de Malasia que localizaran al dueño de Leno Marketing y le realizaran una serie de preguntas, si bien, tras casi un año de espera, Malasia comunicó recientemente que San Chin Choon se niega a colaborar con la investigación.
"Qué ordenaditos"
Estos archivos no fueron los únicos que se enviaron a Collado para demostrar que todo estaba bajo control. En los siguientes días, Alberto Luceño, que se encargó de cerrar todos los detalles de los contratos y hacer de contacto con la empresa malaya, remitió a la coordinadora de presupuestos del Ayuntamiento que dirige José Luis Martínez-Almeida varias fotos y vídeos en los que se pueden ver empleados de las fábricas chinas de mascarillas y test trabajando o mandando mensajes de Esperanza a España. "Buenos días. Qué majos, y qué ordenaditos trabajan. Da gusto verles", respondió la funcionaria municipal el 30 de marzo a cinco vídeos que mandó Luceño.
Alberto Luceño y su socio, Luis Medina, están siendo investigados por presuntamente inflar los precios reales del material sanitario que compraron en el mercado asiático para el Ayuntamiento de Madrid con el fin de ocultar las verdaderas comisiones que cobraron por este negocio. Por estos hechos tendrán que declarar ante el juez el próximo 25 de abril. Según consta en el sumario, Luceño ganó cinco millones de dólares que después invirtió en la compra de una vivienda en Pozuelo de Alarcón (Madrid), tres relojes Rolex, 12 coches de alta gama, entre otras cosas. Por su parte, Medina obtuvo un millón de dólares, parte del cual gastó en un yate, que bautizó como 'Feria' -en honor al título nobiliario de su familia-, y dos bonos bancarios.
Con el fin de recuperar dichas cantidades, el juez Adolfo Carretero ha intentado embargar los bienes de los comisionistas. No obstante, en el caso de Medina solo ha sido posible con la embarcación, ya que tras declarar en Anticorrupción -quien comenzó a investigar de manera preliminar en noviembre de 2020- comenzó a vaciar sus cuentas y solo dejó 247 euros. Por ello, el magistrado le ha impuesto una fianza de casi 900.000 euros y le ha imputado por un delito de alzamiento de bienes, que se suma a los de estafa agravada, falsedad documental y blanqueo de capitales que ya pesaban sobre él. En el caso de Luceño, imputado por los mismos delitos, el juez solo le ha podido embargar un piso en Pozuelo de Alarcón y ha bloqueado 130.000 euros de sus cuentas, por lo que en los próximos días dará a conocer qué fianza o medidas cautelares le impone.
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