Madrid. Botella y los concejales se intercambian parabienes en un emotivo pleno de fin de legislatura

La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, y los portavoces de los grupos parlamentarios se intercambiaron hoy parabienes, reconocimientos y agradecimientos en un emotivo Pleno de fin de legislatura.
Botella y los portavoces del PP, el PSOE, IU y UPyD aprovecharon lo que en principio estaba convocado sólo como un Pleno de aprobación de actas pendientes para pronunciar unos breves pero sentimentales discursos de despedida, en los que ninguno se olvidó de mencionar al exconcejal socialista Pedro Zerolo, fallecido ayer.
La alcaldesa comenzó atestiguando que ha sido “un mandato muy complicado” por las consecuencias de la crisis y se emocionó al dar las “gracias de manera muy especial” a los delegados de su gobierno municipal: “Siempre os tendré en mi recuerdo”, les dijo.
Aseguró que se marcha “con la satisfacción del deber cumplido” y sintiéndose “tan libre” como se ha sentido siempre”. Reivindicó además su intención de “mirar lejos, pensando en los que venían después de nosotros”, y en ese empeño enmarcó la reducción de la mitad de la deuda del Ayuntamiento.
El presidente del Pleno, Ángel Garrido, y el portavoz del Gobierno municipal, Enrique Núñez, agradecieron a la alcaldesa los cargos que les encomendó, y Garrido llegó a aplaudir la gestión de Botella: “Lo has hecho muy bien. Lo tenías muy difícil”.
El presidente del Pleno agradeció también a los portavoces municipales que le hubieran puesto su tarea, “el mayor honor de mi vida profesional”, y éstos le reconocieron a su vez su “sentido institucional” (el portavoz de UPyD, David Ortega), y su arbitraje de “guante blanco” (el del PSOE, Jaime Lissavetzky).
Garrido se acordó también de UPyD e IU, que no han obtenido representación en las elecciones del 24 de mayo, al lamentar que “haya personas que no van a seguir en política”, cuando “podrían aportar mucho”.
EL BARCO A PUERTO
Por su parte, Núñez ensalzó que Botella, además del reto de ser la primera mujer alcaldesa de Madrid, siempre supo “que el barco tenía que llegar a puerto, como ha hecho ahora al agotar la legislatura y entregar a su sucesor un Ayuntamiento saneado", reivindicó el “papel esencial que tiene que seguir realizando” IU y llamó a “perseverar” a su candidata a los pasados comicios, Raquel López, porque “la política es una carrera de obstáculos”. De su portavoz, Ángel Pérez, y del de UPyD, David Ortega, dijo que no cree que se jubilen.
Ortega, precisamente, reconoció antes al gobierno municipal que “gobernar es muy difícil” y aseguró que nunca hubo “mala intención” en su oposición, aunque ésta fuera dura.
De los otros grupos, ensalzó la “calidad humana” de los portavoces del PSOE e IU, Jaime Lissavetzky y Ángel Pérez, reconoció al socialista Marcos Sanz como el mejor orador del Pleno y el “coraje” de Raquel López. De IU, que no ha obtenido representación para la próxima legislatura, dijo: “Lo siento de veras, la vida política a veces es injusta”.
Desde el PSOE, Lissavetzky aseguró que en su oposición ha intentado respetar siempre a la alcaldesa, a quien reconoció que ha defendido sus convicciones, aunque no coincida con ellas. “Desde ese punto de vista, ha hecho un servicio a la ciudadanía”, admitió. “Mi valoración es positiva. Usted ha cumplido con lo que dijo que iba a hacer”. No obstante, le recomendó quitarse de encima su obsesión con el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero.
Pérez, finalmente, afirmó que el Ayuntamiento ha tratado los problemas que afectan a la ciudadanía de Madrid, por lo que ha cumplido con su labor, agradeció a sus rivales políticos el cariño que percibe en ellos y proclamó que los nuevos concejales sí que representarán a la ciudadanía, aunque los herederos del 15-M digan que no lo hacen.
Botella y Núñez recogieron y suscribieron el mensaje de que las elecciones democráticas son representativas. La alcaldesa contestó a Lissavetzky que “habría un problema si no hubiéramos disentido” y a Pérez, “una de esas personas que generan buen ambiente” con “ese humo que todos envidiamos”, y Ortega, en quienes detectó coincidencias aunque no sean políticas, les lanzó un mensaje personalizado: “Hay vida después de la política”.