Madrid. Carmona aplaude que carmena se haya desdicho de su apuesta por un banco público municipal

El portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Antonio Miguel Carmona, aplaudió hoy que la alcaldesa, Manuela Carmena, haya dado marcha atrás en su idea de crear un banco público, una propuesta que le parecía “desubicada” porque eso se puede hacer a nivel estatal, no municipal.
Carmona hizo estas declaraciones a los periodistas tras la primera reunión del Grupo Municipal Socialista, aprovechando para elogiar a la alcaldesa porque lo importante en los políticos no es “cuándo cometen un error, sino cuánto tardan en subsanarlo”; así, expresó su “apoyo” a Carmena por haberlo subsanado.
Preguntado también por la idea de la regidora de que cooperativas de madres se encarguen de limpiar los centros educativos, Carmena se limitó a puntualizar que no le gusta la expresión “madres” porque las mujeres son “mucho más que madres: son mujeres trabajadoras”, para luego corregirse y sentenciar que “mujer trabajadora” es una redundancia que no se aplica a los hombres, en quienes el adjetivo se da por hecho.
Por lo demás, el portavoz socialista anunció que en los próximos días piensa reunirse con empresarios, en particular la CEIM, para garantizarles y promover que las inversiones se mantendrán en Madrid pese al cambio de gobierno, y también con UGT y CCOO para elaborar un nuevo convenio colectivo para los empleados públicos.
Según explicó, respecto a las inversiones hay que despejar cualquier duda que pueda haber entre los inversores sobre el cambio de gobierno. Por su parte, con los sindicatos quiere celebrar una reunión con el fin de hablar sobre un nuevo convenio para los 29.000 empleados municipales que entiende que han perdido sus derechos.
Estas reuniones serán las primeras que mantenga como concejal socialista, y se añadirán a otras que ha mantenido y quiere mantener en relación a la polémica de los tuits ofensivos de algunos concejales del gobierno municipal. Por ejemplo, “en las próximas horas” mantendrá un desayuno con periodistas extranjeros para garantizarles que Madrid es una ciudad tolerante.