Casado se la juega en Madrid, Castilla y León y Murcia en pleno 'sorpasso' de Cs

La candidata del PP a la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, interviene en un acto electoral junto al presidente PP, Pablo Casado, esta tarde en Collado Villalba. EFE/ Paolo Aguilar
La candidata del PP a la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, interviene en un acto electoral junto al presidente PP, Pablo Casado, esta tarde en Collado Villalba. EFE/ Paolo Aguilar
La candidata del PP a la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, interviene en un acto electoral junto al presidente PP, Pablo Casado, esta tarde en Collado Villalba. EFE/ Paolo Aguilar
La candidata del PP a la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, interviene en un acto electoral junto al presidente PP, Pablo Casado. EFE/ Paolo Aguilar

Isabel Díaz Ayuso, Alfonso Fernández Mañueco y Fernando López Miras: son los tres nombres con los que el PP se juega su futuro. Los candidatos en Madrid, Castilla y León y Murcia decidirán el devenir de Pablo Casado. Si logran retener, aunque sea a través de una carambola, los tres Gobiernos autonómicos, Génova podrá respirar. Pero si cae alguno de ellos a manos de una coalición de centro-izquierda o si Ciudadanos protagoniza el temido 'sorpasso' la situación sería aún más complicada. La partida se libra a cara o cruz.

La cúpula del PP asume que va a perder miles de los 22.750 concejales que consiguió en 2015, según vienen expresando sus dirigentes en las últimas semanas. La derrota se presume inevitable, por lo que la campaña dirigida por Cuca Gamarra e Isabel García Tejerina se ha centrado en poder amarrar el segundo puesto. Si eso se consigue y los números dan para poder conservar los tres gobiernos autonómicos gracias a un acuerdo con Cs y Vox, en el caso de que el partido de Santiago Abascal logre representación en los parlamentos, la derrota será de lo más dulce. El objetivo es repetir esa coalición a la andaluza que hizo presidente de la Junta a Juan Manuel Moreno Bonilla y retener un Gobierno que data del año 95. Pero no va a ser fácil.

En la Comunidad de Madrid la noche va a ser de infarto. Cada voto cuenta y las estimaciones pronostican que el Gobierno no se decidirá hasta el final del escrutinio. El sondeo de Metroscopia para Henneo / La Información apuntaba a una victoria del PSOE, pero, de rebote, los números daban para un Gobierno entre PP, Cs y Vox. Génova, por tanto, retendría su principal bastión con Isabel Díaz Ayuso como presidenta. La misma carambola se daría en el Ayuntamiento -donde el PP ya ganó en 2015-, lo que llevaría a José Luis Martínez-Almeida a tomar el bastón de mando municipal. La encuesta preelectoral del CIS, elaborada con anterioridad, era menos optimista y reflejaba un resultado de lo más apretado.

Varias incógnitas rodean el resultado final en Madrid en lo relativo al bloque de centro-izquierda, que se presenta a estos comicios dividido en tres partidos. ¿Logrará la irrupción de la candidatura de Íñigo Errejón dividir el voto y, aún así, arrebatar el Gobierno autonómico al PP? ¿Qué consecuencias tendrá la decisión de Pablo Iglesias de apoyar a Carlos Sánchez Mato en las municipales? ¿Habrá 'efecto Sánchez' con Ángel Gabilondo y Pepu Hernández? Son cuestiones que se despejarán en cuestión de unas horas en un recuento que se presupone de lo más apretado hasta última hora.

En Castilla y León las expectativas son algo más optimistas para los populares. Llevan gobernando 32 años, desde 1987, por lo que el papel de Alfonso Fernández Mañueco se antoja clave. La victoria, en este caso, es factible ante un PSOE liderado por Luis Tudanca, pero va a haber caída. Para gobernar, eso sí, al PP le haría falta el apoyo naranja, con los diputados de Francisco Igea, que tras el pucherazo en las primarias, se inclina más por un pacto con los populares. La irrupción de Vox en la Cortes castellano-leonesas aún está por confirmar, ya que el CIS le auguraba entre cero y un diputado. Nada claro, por tanto, quién podrá conformar Gobierno.

Murcia es el tercer bastión del PP en juego. En la región llevan gobernando desde 1995 y tienen opciones de conservar esta plaza. Así lo indicaba el CIS. Lo harían a pesar de que sería el PSOE quien ganaría las elecciones y gracias a un acuerdo con Cs, de nuevo, y con Vox, que irrumpiría en las Cortes. La misma carambola en Andalucía, suficiente para que el PP pueda salvar el poder.

Son los tres gobiernos donde el PP de Casado libra su particular 'match ball' electoral. No hay previsto montar ningún balcón en Génova, pero si se conservan habrá paz con unos barones que también se juegan mucho este domingo. Creen que está volviendo el voto que se fugó a Vox, pero tiene que confirmarse. Sería, por tanto, un victoria psicológica importante, aunque los números sean peores. En cambio, si se pierden estas autonomías o Madrid cae en manos del centro-izquierda se anticipan tiempos complicados en una formación que vive sus peores años. El ambiente interno es de cierto nerviosismo y todas las críticas internas han quedado silenciadas hasta el resultado de este 26-M.

Mientras tanto, desde la dirección del PP se pide paciencia: "Necesitamos tiempo", explicaba un miembro de la cúpula de Casado esta misma semana. Y es lo que piden también de puertas para adentro. El presidente prepara novedades, con algún baile de nombres interno, pero ya ha dejado claro que el mandato que le otorgó la militancia en el congreso del pasado verano es para cuatro años y él piensa cumplirlo. "Eso no hay quien lo revoque", avisan los 'casadistas' recalcitrantes.

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