Madrid dedicará una calle a Jordi Solé Tura

Madrid, 28 feb.- La ciudad de Madrid dará a una calle el nombre de Jordi Solé Tura, ponente de la Constitución y ministro de Cultura con Felipe González, tras aprobar hoy el Pleno del Ayuntamiento por unanimidad una proposición conjunta de los cuatro grupos municipales (PP, PSOE, IU y UPyD).

Aunque la proposición ha sido presentada conjuntamente, la iniciativa partió del Grupo Socialista, que en el Pleno de enero, tras aprobarse con la única oposición de IU dar el nombre de Manuel Fraga a una calle o plaza de la ciudad, anunció su propósito de que todos los ponentes de la Constitución de 1978, continuando por Solé Tura, dieran su nombre a una vía o espacio público de la capital de España.

En una breve intervención, la edil socialista Ana García D'Atri, ha leído un mensaje de la viuda de Solé Tura, Teresa Eulalia Calzada, en el que agradece la iniciativa y dice que su marido consideraba a Madrid una ciudad "amable" y en la que se sentía "cómodo", aunque tenía la sensación de que "no la había disfrutado demasiado".

Jordi Solé Tura, nacido el 23 de mayo de 1930 en Mollet del Vallés (Barcelona) y fallecido en Barcelona el 4 de diciembre de 2009, ingresó en el PSUC en 1956 y vivió exiliado en Francia y Rumanía entre 1960 y 1964. De nuevo en España fue expulsado de la universidad entre 1966 y 1968 y encarcelado seis meses en la Modelo de Barcelona en 1969.

En 1970 formó el partido Bandera Roja, pero en 1974 se reincorporó al PSUC, por el que fue elegido diputado por Barcelona en las generales de 1977 y 1979 y concejal del Ayuntamiento de Barcelona en 1982.

Tras renunciar y ser elegido decano de la Facultad de Derecho de Barcelona en 1985, inició un acercamiento progresivo al PSC.

Fue diputado autonómico por el PSC y senador en representación del Parlamento catalán en 1988, diputado por el PSC-PSOE en 1989, 1993 y 1996 y finalmente senador de nuevo en 2000.

Felipe González le nombró ministro de Cultura en marzo de 1991 y permaneció en el Gobierno hasta julio de 1993.

Durante su mandato se remodeló la Biblioteca Nacional y el Teatro Real, aunque sin finalizar; se inauguró el Museo Thyssen Bornemisza, y el Centro Reina Sofía se convirtió en Museo de Arte Contemporáneo, a donde se trasladó el Guernica.

Finalmente Solé Tura vio firmado el contrato de venta de la Colección Thyssen al Estado español que tuvo lugar el 18 de junio de 1993, cuando era ministro en funciones, al igual que el resto del gobierno.