Madrid le ha proporcionado al Partido Popular su primera buena noticia en los últimos doce meses. Ángel Martínez-Almeida tiene después de este 26 de mayo todas las cartas en su mano para convertirse en el nuevo alcalde de Madrid y descabalgar a la actual alcaldesa, Manuela Carmena, a la que la fragmentación de la coalición multipartidos que la aupó a la Alcaldía hace cuatro años y el desplome del PSOE han terminado por pasar factura. "No hay que culpar a nadie. Hemos ganado las elecciones, pero no hemos obtenido los resultados que queríamos porque no podremos gobernar y, bueno, no podré seguir siendo alcaldesa de Madrid", dijo Carmena, visiblemente emocionada.
En el haber de Carmena hay que apuntar el haber obtenido un resultado histórico, no tanto por el respaldo ciudadano -similar al de 2015- como por haber logrado llevar a Más Madrid a la condición de formación más votada después de 28 años y siete convocatorias electorales de mayorías ininterrumpidas del Partido Popular. No ha sido suficiente. Los 15 concejales obtenidos por la candidatura de Martínez-Almeida -cinco menos que los obtenidos hace cuatro años- se han revelado como un capital más que suficiente para sumados a los 11 de Ciudadanos y los 4 de Vox dominar el Pleno Municipal, que tiene situada la mayoría en 29.
En el otro bloque, ni Más Madrid ni el PSOE han conseguido mejorar las cifras obtenidas hace cuatro años. La marca electoral de la alcaldesa ha perdido unas décimas de apoyo ciudadano que bien se pueden explicar por el 2,67% de los votos que han caído sin recompensa alguna en la candidatura del que fuera su concejal de Hacienda -y permanente quebradero de cabeza- Carlos Sánchez Mato, nombrada como Madrid en Pie y que gozaba del apoyo de IU y de buena parte de Unidas Podemos. La salida de esa expectativa de voto ha terminado por condenar a Carmena.
La que ha sido alcaldesa durante los últimos cuatro años confirmó una vez completado el escrutinio que renunciará al acta de concejal tal y como ya avanzó durante la campaña electoral.
También lo ha hecho el flojísimo resultado logrado por la candidatura socialista encabezada por el ex seleccionador nacional de baloncesto, Pepu Hernández, que no ha logrado capitalizar la inercia positiva del 28A y ha perdido cerca de dos puntos porcentuales de respaldo ciudadano y un concejal respecto a su predecesor, Antonio Carmona.
Martínez-Almeida ha exorcizado también los fantasmas del 'sorpasso' que se asociaban a la candidatura de Ciudadanos, con Begoña Villacís al frente. El PP ha conseguido el 24% de los votos, por el 19% de Ciudadanos, y nada menos que cuatro concejales más, certificando su condición de formación de cabecera para los votantes de centro-derecha, al menos los de la ciudad de Madrid.
La irrupción de Vox en el Pleno Municipal -respaldada por cerca de 120.000 votos- le proporcionara cuatro concejales y le otorga la condición de apoyo necesario para configurar un gobierno conservador en la capital de España tras cuatro años de paréntesis progresista. Vox ya avanzó que no pondrá fácil la negociación y que esta vez exigirá sentarse a la mesa con el PP y Ciudadanos para llegar a un acuerdo de gobierno.
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