Sin marchas ni homenajes

Madrid vive su 8-M más triste: "En 2022 las feministas vamos a arrasar"

Las mujeres cumplen el veto de la Delegación del Gobierno en Madrid reivindicándose desde los balcones, con 'caceroladas' y reuniéndose en grupos de menos de 20 personas.

8M Madrid
El 8-M más atípico y triste: "El año que viene las feministas vamos a arrasar".
EFE/Mariscal

Madrid, sutilmente, se tiñó de morado el Día Internacional de la Mujer. Fue una reivindicación digna, sin ruido y con ejemplo. Ante el veto a las manifestaciones motivado por la crisis sanitaria, las mujeres de la capital salieron de los portales con pinceladas de lila, en forma de globo atado al bolso, una hebilla apenas perceptible o un pañuelo al cuello. Ayer por la mañana, en la calle Juanelo de la Latina, un cartel en un balcón alto advertía: "Seguimos aquí". Cerca, en calle Toledo, dos mujeres paseaban con inercia de rutina, aunque no era un día más. Vestían de morado. Así, Madrid 'se manifestó' en silencio y la ciudad se volvió a recoger por la pandemia en los interiores. 

En Ciudad Lineal, el mural de la calle José del Hierro derrotó al vandalismo que borró los rostros de sus mujeres históricas gracias a la iniciativa de los vecinos. Ahora, varias impresiones y dibujos multiplican los rostros de las artistas, combatientes y referentes del feminismo, antes ocultas bajo una capa de pintura negra. Un grupo de estudiantes colocaba pegatinas con los nombres de estas mujeres encima de unas impresiones en blanco y negro de más de un metro de alto.

"No sabemos quiénes han puesto los carteles de estas mujeres, pero nosotras queremos contar sus historias", explicaba una integrante del grupo, que negaba formar parte de una organización. "Vimos la noticia y quisimos hacer algo para que no quedaran tapadas ni ellas ni nosotras", añadía. De esta manera, la activista Angela Davis, la tenista Billie Jean King y la guerrillera zapatista conocida como Comandanta Ramona se repetían en grises, en colores, teñidas de morado o azul entre los eslóganes por los derechos de la mujer, mensajes de apoyo y reivindicaciones políticas de la izquierda feminista. 

Uno de los grupos presentes explicaba que lleva tiempo defendiendo la obra que adorna la calle: "Nosotras nos organizamos después del 21 de enero, cuando Vox propuso quitar el mural en un pleno", contaba Paloma, una vecina del barrio de la Concepción que enfatiza que su grupo, lacónicamente denominado "Plataforma del mural", era solo una peña de amigas. "Ha sido bestial. Nosotras somos todas del barrio, y la respuesta aquí ha sido fantástica", explicaba.

Respecto a la prohibición de celebrar manifestaciones en el Día de la Mujer, Paloma insistía en que el plan de las concentraciones se cumplió, con el control del número de mujeres que iba a haber en cada plaza y las medidas de seguridad: "Es injusto cuando han habido reuniones de fanáticos de fútbol, una marcha neonazi y manifestaciones de todos los colores... que no dejen estar a unas mujeres que no se iban a mover de una plaza", explicaba visiblemente apenada. 

En ese momento, un coche baja la ventana y una mujer grita en su dirección: "¡Eso no es feminismo!". Luego se aleja acelerando. Paloma tiene una opinión más 'amable' que alguna de sus compañeras sobre la gente que apoya el vandalismo que ha sufrido el mural: "Hay otros partidos políticos que piensan que estas mujeres no son representativas de su imagen del feminismo", afirma. "Pueden tener otras líderes, otras mujeres que los representen, pero eso no les da derecho a quitar a las nuestras, a mancharlas".

Poco a poco, seguían llegando personas a la calle del mural mientras dibujos, velas y carteles abarrotaban el entorno: algunos pegados a la pared y otros que se sostenían por encima de las cabezas de la gente. Victoria y su hija se dedicaban a colocar ramos de siemprevivas al lado de los rostros históricos "para demostrar que están siempre vivas", exclamaban con una carcajada. Victoria criticaba sin piedad a los responsables del vandalismo: "Una respuesta cobarde y vil, como lo que acostumbran hacer quienes actúan amparados por la noche". Por eso, su respuesta es hacerse ver. "Haremos lo que haga falta individualmente", concluía.

Su hija defendía que el mural era una presencia positiva en el barrio por varias razones. "A mí me alegraba cuando paseaba por aquí, porque tiene su valor artístico", explicaba. "Además, la mayoría de sus personajes eran grandes desconocidas para mí, y por eso he podido revisar las biografías de guerrilleras, activistas e historiadoras". Cuando se acercaban las seis de la tarde la gente ya desbordada la acera. La multitud sobrepasaba fácilmente el centenar de personas y dos vehículos de la Policía Municipal bloqueaban el tráfico a ambos lados de la calle, permitiendo que lo que ya podía considerarse una concentración siguiera desarrollándose. 

Había más voces. Carmina, que pertenece al Partido Comunista, a Izquierda Unida y a Comisiones Obreras, aseguraba que no es la primera vez que intentan evitar las celebraciones del 8 de Marzo. "En Cibeles, el delegado del Gobierno no cortó el tráfico, y hubo gente que no pudo salir para ir a Plaza España porque había coches circulando", explicaba. Con pancartas gigantes y megáfonos, la muchedumbre entonaba canciones y eslóganes contra el machismo, el fascismo, Vox y la Conferencia Episcopal. La única intervención que realizaban los policías era hacer un poco de espacio para que uno de los coches estacionados pueda salir de la calle.

Mural Ciudad lineal 8M
El 8-M más atípico y triste: "El año que viene las feministas vamos a arrasar". 
Virgilio González

"Que no vengan a decir que nos prohíben manifestarnos a las mujeres por salud pública, porque es mentira", aseguraba Lola, del grupo de Carmina. "Por eso tenemos que responder en la calle, que es la única manera. Y mira que usamos doble mascarilla, que no usan los hombres". Respecto a sus esperanzas sobre el 8 de marzo del año que viene, todas deseaban que se parezca a las manifestaciones de los tres años anteriores. "Si no hay pandemia vamos a arrasar", aseguraba Carmina. 

Hasta el domingo, los grupos feministas aún albergaban la esperanza de celebrar el 8-M, tras recurrir al Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) la prohibición de las manifestaciones que impuso la Delegación del Gobierno, liderada por José Manuel Franco. Finalmente, el TSJM mantuvo el veto, justificando que el derecho de reunión se contraponía a otros derechos constitucionales como la salud pública, el mismo argumento que mantenía la Delegación. Finalmente, el domingo 7 de marzo desestimaba los cinco recursos presentados, reafirmando la prohibición de los eventos feministas. La única asociación que mantenía la convocatoria fue el Sindicato de Estudiantes, que se acabó concentrando a las 12 horas en la Puerta del Sol.

No obstante, antes de la prohibición los grupos feministas ya habían empezado a organizarse en redes sociales ante la incertidumbre, animando a la lucha por la igualdad a través de iniciativas como "mi ventana feminista". El Movimiento Feminista organizado por la Comisión 8-M animaba así a vestir el "balcón, ventana, terraza, patio, jardín, tendal, parque o cualquier lugar" con reivindicaciones haciendo un llamamiento a la creatividad. Algo que la delegada del Gobierno para la Violencia de Género, Victoria Rosell,  ya había afirmado la semana pasada en Televisión Española diciendo que "el feminismo ha demostrado ya una experiencia creativa en la reivindicaciones fuera de toda duda". Opinaba también que "hay un ataque real al 8-M por parte de quienes no han estado de acuerdo". 

Desde otras plataformas, como Radio Conectadas, un medio online con enfoque de género, animaban ayer a todas sus seguidoras a celebrar el Día de la Mujer dando algunos consejos: desde vestir con camiseta  y pañuelo feminista, hasta tomar la calle desde los balcones y salir a aplaudir a las 20 horas a todas "las mujeres que trabajaron a lo largo de la historia por conseguir los derechos". Además, otras iniciativas en redes resultaron muy efectivas a la hora de organizar la "marea morada". Con los hashtags #SalAlBalcón y #SalALaCalle la escritora Cristina Fallarás propulsaba la manifestación feminista en los portales: "Cada una ante su portal, en la acera. Y todas a una, abarcar todo Madrid en la calle, casa por casa, barrio a barrio".  Una iniciativa a la que también se sumaron personajes públicos con Itziar Castro o Leticia Dolera con el hastag #SalAlPortalMadrid20h. 

Varias agrupaciones feministas quisieron agotar los recursos en la jornada de ayer a pesar de las restricciones. Mujeres del Movimiento Feminista de Madrid (MFM), que habían convocado una manifestación en Callao a las 18 horas, se reunieron para leer su manifiesto acompañadas de otras mujeres que circundaban la plaza. Eso sí, fueron solo 20 personas porque, como establece la ley, se entiende por reunión "la concurrencia concertada y temporal de más de 20 personas con finalidad determinada".  La portavoz de MFM, Claudia Stein, declaraba a La Información que la jornada había estado marcada por el fallo del Gobierno y que seguían sin comprender los criterios: "Se pudieron manifestar los hinchas del Atlético, pero nosotras no".  Una jornada atípica, donde el feminismo ha deslizado su grito entre las medidas. A pesar de todo, "ha sido un éxito. No nos hemos callado", sentenciaba Stein. 

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