Los Presupuestos de Madrid pueden irse a 2021

Ayuso, en manos de Sánchez: mete el freno a sus cuentas a la espera de los PGE

Isabel Díaz Ayuso
Isabel Díaz Ayuso
EFE

Que la Comunidad de Madrid tenga nuevos Presupuestos en el año 2020 es una posibilidad cada vez más remota. La negociación para intentar sacar adelante las cuentas del Ejecutivo de coalición de PP y Ciudadanos siguen sin arrancar. De hecho, está tan paralizada que ni se ha llamado a consultas a Vox, cuyos votos son clave para que puedan aprobarse. Los motivos son diversos, y van desde los propios desacuerdos internos entre el lado de la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, y el del vicepresidente, Ignacio Aguado, hasta que el Consejo de Gobierno no quiera ni discutir cuestiones controvertidas que la jefa de Vox, Rocío Monasterio, exigiría para dar un 'sí' al proyecto. Por eso, Ayuso y su equipo están deseando que el Gobierno central apruebe sus PGE en el próximo verano, como ha podido saber La Información a través de diversas fuentes.

Aunque parezca extraño por las diferencias ideológicas entre administraciones, que Pedro Sánchez tuviera sus deseadas cuentas este año sería una solución a los posibles problemas económicos de la región madrileña si finalmente no saca las suyas propias. Esto permitiría a la Consejería de Hacienda hacer una previsión de ingresos en base a las entregas a cuentas de este año, que se calcularán dentro de los PGE que Moncloa quiere tener aprobados como muy tarde para finales de verano. Lo que serviría para dar cierto 'oxígeno' económico a la Comunidad, que no está sacando adelante grandes reformas por esta situación tan excepcional. Hasta el momento, el Gobierno de Ayuso solo ha llevado a la Asamblea autonómica un proyecto de ley. Algo que la presidenta justificó con que "los gobiernos liberales no se caracterizan por legislar".

Esta situación es especialmente paradójica por la postura que tienen PP y Ciudadanos a nivel nacional con respecto a los Presupuestos del Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos. Tanto Pablo Casado como Inés Arrimadas no tienen previsto apoyar los números que afectan a toda la Administración para este año. De hecho, se espera que hagan una oposición contundente contra el proyecto, como ya ocurrió con las de 2019. Lo que, de no aprobarse, podría suponer un gran contratiempo para las comunidades que gobiernan, como es el caso de Madrid. Todas las fuentes de la Comunidad consultadas dan por hecho que ERC será la que apoye con sus votos la renovación de las cuentas, ya que por el momento se sigue tirando de las que diseñó Cristóbal Montoro en 2018.

Detrás de este planteamiento también hay cuestiones de carácter técnico. Por ejemplo, en la Comunidad no tienen claro si les beneficia trabajar al máximo en unas cuentas para este año. La razón principal es que los plazos no hacen más que acortarse, ya que las negociaciones pendientes se alargarían varias semanas. A lo que se suma esa espera por los PGE, que serán los que marquen el diseño del plan autonómico. Por eso, en el Gobierno madrileño están valorando seriamente centrarse en preparar los correspondientes a 2021. Lo que obligaría a aguantar el año con la prórroga de lo presupuestado de 2019, a lo que se sumaría lo que corresponda de las entregas a cuenta. 

Las cuestiones políticas

El debate político y las tensiones que existen en el seno del consejo de gobierno también explican esta 'congelación' del proceso para los nuevos Presupuestos. Aunque tanto Ayuso como Aguado tienen claro que quieren aprobarlos, las discrepancias en público y en privado que mantienen no hacen fácil la relación que están obligados a mantener. El nombramiento de Miguel Ángel Rodríguez como jefe del Gabinete de la presidenta casi hace rebosar el vaso de la tensión entre los socios, ya que las fuentes consultadas aseguran que esto se ha visto como "un desaire" o "un intento de querer dejar claro quien manda" por parte de Ayuso.

Por el momento, la discreción del exportavoz de José María Aznar ha servido para calmar las aguas. Pero la tregua duró lo que tardó en estallar otro cisma. En este caso, en lo que respecta a la gestión de Telemadrid. Como se vio en la comisión de la televisión pública, el PP va con todo contra la televisión pública, a la que Ayuso ha censurado públicamente por criticarla. Mientras, Cs no se mueve de su postura de no querer ni tocar la estructura actual. "Se renovó por acuerdo de todos los grupos. Pero aún hay quien no asume que el ente no es suyo", explican fuentes de la Comunidad. 

Los acuerdos con Vox también han llevado a esta situación. La insistencia de Ciudadanos en criticar a Monasterio y su grupo parlamentario, además del rechazo a gran parte de sus propuestas, es una dificultad más para que el Consejo de Gobierno pueda llevar a cabo sus planes. El pin parental es el último generador de problemas, ya que Aguado y el grupo parlamentario de los naranjas en la Asamblea no quieren ni plantearse una medida de ese tipo. Pero quien tiene en sus manos que la coalición pueda legislar es precisamente el partido de ultraderecha, que va a jugar la baza de que sus votos son imprescindibles. Ya sea para cuestiones de calado como los Presupuestos u otras que no tengan tanta importancia.

Pero lo que señalan distintas fuentes es que el pin parental no es la única exigencia de Vox para dar el apoyo a las cuentas. El papel determinante que tiene Rocío Monasterio para el Ejecutivo regional provoca que se esté planteando exigir otras medidas, como señalan fuentes parlamentarias a este diario. De esta manera, el ámbito educativo no es lo único que va a marcar que haya un nuevo paquete presupuestario para este mismo año. Sobre todo porque en el partido existe cierto descontento con que ni se les haya llamado para hablar de este asunto, aun sabiendo que sin ellos es casi imposible que se puedan hacer nuevos números. Ya sea para este mismo año o para el próximo. Aun así, fuentes de varias formaciones con representación en la Asamblea señalan que se está poniendo todo el foco en Vox cuando "hay muchos otros problemas".

Mostrar comentarios