Solo se quedan los servicios esenciales

El Ayuntamiento de Madrid manda a casa a sus funcionarios por el coronavirus

Fotografía de José Luis Martínez Almeida.
Fotografía de José Luis Martínez Almeida.

El Ayuntamiento de Madrid no tendrá funcionarios trabajando presencialmente desde este viernes. El consistorio de la capital de España va a aprobar un decreto por el que todos los empleados públicos empezarán a teletrabajar por la pandemia de coronavirus, lo que supone de facto el cierre de la mayoría de concejalías y oficinas municipales. Solo permanecerán en dependencias madrileñas aquellos trabajadores que formen parte de los considerados "servicios esenciales". Una decisión que forma parte de un plan de "medidas drásticas" en el ámbito económico ante el avance del brote y el impacto que está generando en empresas y mercados, como han anunciado el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, y la vicealcaldesa, Begoña Villacís

En su exposición previa por la situación de emergencia que vive la Comunidad de Madrid, Almeida ha instado a los ciudadanos a que "extremen las precauciones". "Les pedimos que ciñan al máximo cualquier actividad que tengan que hacer fuera de sus domicilios. Que solo realicen aquellas actividades y gestiones imprescindibles", ha añadido el primer edil, que ha advertido de que "vienen días y semanas muy difíciles y muy complicadas para los que vivimos en esta ciudad. Hay que apelar a la responsabilidad de quienes estamos aquí".  "Solo desde el ejemplar comportamiento de los madrileños, saldremos adelante", ha insistido. 

Los funcionarios que trabajen desde sus casas desde el viernes no sufrirán ninguna merma en sus derechos, como ha querido apuntar el propio Almeida, que ha defendido que esta medida busca "la tranquilidad y el establecimiento del empleo en la ciudad". El alcalde también ha anunciado que buscará la fórmula para que las plantillas de las empresas y concesionarias que tienen contratos con el consistorio no pierdan su empleo o sufran una reducción de derechos laborales y retributivos. "Queremos garantizar la tranquilidad. La responsabilidad de un gobierno no es solo extremar precauciones, sino mirar al día después", ha añadido. Una batería de decisiones que complementan a las que está tomando la Comunidad de Madrid, que ya ha cerrado los locales de ocio tras decretar la suspensión de la actividad educativa

La alcaldía ha anunciado un plan para mitigar el impacto del Covid-19 en la actividad económica de la ciudad, que tienen que ver con los plazos para trámites o pagos y con moratorias para los impuestos municipales. "Hemos adoptado una serie de medidas fiscales imprescindibles que están limitadas a nuestras competencias", ha señalado Almeida, que busca evitar una mayor "crisis económica" por el virus. Una de ellas es la de rebajar del IBI y el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) en 63 millones de euros, que se dirige a compañías capaces de garantizar el empleo. Algo que se calculará desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre, para beneficiar así a las que no despidan o incluso contraten más. 

También habrá moratorias en las tasas a vehículos de tracción mecánica, a la tasa del vado y a la que se aplica a los cajeros. La idea es que tengan más plazo para pagar por las situaciones "transitorias de tesorería", por lo que el Ayuntamiento no exigirá el pago inmediato, como ha explicado Villacís. Otra novedad es la de retrasar los plazos de pagos o trámites, que se ampliarán en base al tiempo que las oficinas municipales estén cerradas. Por eso, el equipo de gobierno ha recomendado que el resto de trámites de Línea Madrid se realicen de manera teléfonica o a través de Internet.

Para llevar a cabo este plan, Almeida y Villacís han vuelto a pedir al Ejecutivo central que les permita invertir el superávit con una flexibilización de la regla de gasto para los ayuntamientos, que es lo que impide "invertir ese dinero en estas medidas". Además, se suspenderán los mercados que operan en las calles, como es el caso del Rastro del barrio de La Latina. "Tenemos que entender que no estamos en un momento vacacional. Estamos un momento de crisis", ha añadido la 'número 2' municipal, que ha señalado que la principal preocupación es "mantener el empleo".

Según Almeida, este programa fiscal afectará a unos 106.000 recibos del IBI que corresponden a los locales de ocio, hostelería y comerciales de la ciudad, que son "los más afectados por la crisis". Las grandes superficias comerciales y las agencias de viajes son otras de las beneficiarias del programa, sobre todo en lo que respecta a la rebaja del IAE planteada por Madrid. "No puede ser un esfuerzo aislado. El Gobierno de la nación nos tiene que permitir que gastemos parte de los 400 millones destinados a la amortización de deuda en cuestiones más esenciales del contexto en el que nos encontremos. Tenemos que servir de ejemplo", ha alegado el alcalde. 

Villacís ha insistido también en que no hay riesgo de desabastecimiento es la ciudad, que está siendo uno de los epicentros de la evolución de los contagios. "Hoy han entrado 814 camiones y más de 12 millones de kilos de comida, cuando el año pasado entraron algo más de 9 millones. Estamos recibiendo más de lo normal", ha señalado la vicealcaldesa, que ha hecho un llamamiento a la "tranquilidad" tras las imágenes de supermercados repletos de gente donde se quedaban vacías muchas estanterías

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