Una tasa superior al 16%

El impacto del virus condena a Madrid a un aumento del paro del 50% este año

El Ayuntamiento de Madrid calcula que en diciembre habrá al menos 230.000 personas sin empleo tras la pandemia. Más de la mitad trabajaban en hostelería.

Hostelería Madrid
El paro se disparará en Madrid un 50% en un año por el impacto de la pandemia
Europa Press

El impacto del coronavirus sobre el empleo empieza a vislumbrarse con el avance de la desescalada y la vuelta a la actividad de muchos ciudadanos que tuvieron que parar de trabajar o cerrar sus negocios por la pandemia. Una de las más afectadas por el virus, la ciudad de Madrid, ya ha comenzado a cuantificar cuál ha sido el daño de la crisis sanitaria sobre tu tejido laboral. Y el balance, con la paralización económica inducida para proteger a la población, no puede ser más desalentador. Hasta un 16,1% de los afiliados a la Seguridad Social, un total de 236.764 personas que trabajaban antes de que se declarara el estado de alarma, no tenían trabajo al finalizar el mes de mayo, según un informe del impacto de la Covid-19 sobre el empleo elaborado por el Ayuntamiento madrileño, y al que ha tenido acceso La Información. Una situación que puede ir mejorando conforme avance el año. Pero ante la que el consistorio prevé que cierren 2020 con un incremento de desempleados de en torno al 50% con respecto al dato final de 2019.

El documento, elaborado por el Área de Economía que dirige el concejal de Ciudadanos Miguel Ángel Redondo, hace una estimación de cuánto empleo se ha perdido según los datos de paro registrado por sectores y al número de trabajadores inmersos en un ERTE con datos actualizados al 31 de mayo. El primer dato relevante es que, sumando ambas variables, hasta 441.535 personas vieron afectado su desempeño profesional por culpa del virus. De esos, hasta 239.559 fueron incluidos en un proceso de suspensión temporal desde que estalló la pandemia. Ahora, y una vez iniciada la recuperación tras casi tres meses de confinamiento, el consistorio calcula que aún hay más de 230.000 ciudadanos que siguen sin trabajar. Y que continúan fuera de un mercado laboral formado por 1.469.917 afiliados a la Seguridad Social.

Ese porcentaje que sigue sin trabajar se irá reduciendo conforme avance el año, ya que la economía empezará a recuperarse y contará con el acicate del verano, según explican fuentes municipales a esta redacción. De esta manera, creen que a final de año continuarán sin haberse incorporado a un puesto entre 70.000 y 100.000 ciudadanos. Estas miles de personas se sumarán a las que ya estaban en paro según el último dato previo a la pandemia, el de febrero de 2020, en el que se contabilizaron hasta 167.188 parados. De esta manera, la estimación del Área de Economía local es que este año lo cerrarán con entre 230.000 y 260.000 desempleados en toda la ciudad. Si se tiene en cuenta el paro registrado de 2019 se situó en 160.955, el incremento oscilará entre el 42% y el 61% por culpa del coronavirus.

El tremendo golpe a la hostelería

Si se analiza el paro potencial por sectores, la peor parte de la crisis económica se la lleva la hostelería. Los cálculos del consistorio apuntan a que un 72% de trabajadores de este ámbito se han quedado sin trabajo o permanecían en un ERTE el 31 de mayo, por lo que hay afectadas más de 82.000 personas de las registradas en la Seguridad Social en este negocio. El segundo que más ha sufrido la pandemia es el de actividades artísticas y recreativas, ya que de las 29.465 contabilizados en este campo, más de 13.000, el 47,19%, continuaban sin tener empleo al comenzar junio. Después está la construcción, otro de los más golpeados históricamente, en el que hay un 44,91% menos de trabajadores desde que llegó el virus. En total, hasta 28.650 puestos menos en dicho sector. A estos se suma la industria manufacturera, donde se han quedado por el camino unas 21.220 personas, un 38,92% menos.

EL DATO

  • Los sectores con más empleo perdido son hostelería, actividades artísticas y construcción; los que mejor han aguantado son energía, servicio doméstico y seguros

Con este panorama, tan solo hay tres sectores que se salven de la quema y que han logrado no sumar más de un 10% de parados desde que comenzaron las medidas de cierre de negocios y de confinamiento forzoso. El mejor parado es el del suministro de energía, que ha perdido tan solo el 3,2% de empleados de los más de 4.000 con los que cuenta en Madrid. El servicio doméstico también se ha mantenido más o menos estable, aunque 5.239 personas, un 5,74% del total de más de 90.000 trabajadores, hayan sido despedidos o estén en un ERTE a causa del virus. Por último, el ámbito de los seguros cuenta ahora con el 7,27% menos de empleados, lo que supone que hayan perdido el puesto 4.613 ciudadanos.

En lo que respecta al impacto total del desempleo en el tejido municipal, los datos varían levemente. El Área de Economía del Ayuntamiento sostiene que el 18,76% de los empleos perdidos en toda la ciudad corresponderían a la hostelería, que vuelve a liderar el ranking. Después está la distribución comercial, cuyo peso en el desempleo llega al 16,58%. Las actividades administrativas y auxiliares aglutinan al 12,22% de parados de toda la capital del país, mientras que las profesiones científicas y técnicas representan el 9,06% de paro. Y aunque se hayan perdido miles de empleos, la construcción es el quinto sector por número de parados, al corresponderle un 6,94% del total, según los mismos cálculos. 

Unos cálculos sin rebrotes

Las fuentes del Ayuntamiento de Madrid consultadas por este diario se muestran tremendamente preocupadas por la realidad que muestran estos datos. Sobre todo, porque sus estimaciones de cara a final de año están basadas en un escenario en el que no se producen rebrotes significativos que pudieran forzar, por ejemplo, nuevos confinamientos de población o el cierre obligado de varios sectores económicos. Las cifras de destrucción de empleo en la hostelería son las que más preocupan, a pesar de las medidas tomadas para que los locales puedan ampliar sus espacios de terraza. Pero la llegada del mal tiempo y del frío tras el verano va a provocar que los clientes dejen de consumir al aire libre. Y con las restricciones de espacio que requieren la distancia entre personas de metro y medio ven complicado que se pueda recuperar para el sector a muchos de los que ahora están sin trabajar.

El consistorio ya está estudiando medidas para intentar mitigar ese golpe que llegará tras el periodo estival. Una de ellas es la posibilidad de ayudar a los hosteleros para que hagan terrazas cubiertas, que faciliten así que a partir de otoño se pueda atender a los consumidores en zonas resguardadas de temperaturas mucho más bajas. El problema que existe es que, si un dueño de bar o restaurante se lanza con esta medida, tendrá complicado dar marcha atrás de cara al próximo verano. Por el momento, el Ayuntamiento ya ha aprobado numerosas rebajas de impuestos que permitan a los autónomos y empresarios afrontar menos carga fiscal tras un periodo de pocos ingresos. El objetivo para seguir aplicando políticas de este tipo es que el Gobierno central les permita usar el superávit municipal, como lleva pidiendo desde hace meses el alcalde, José Luis Martínez-Almeida

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