Pulso en el PP

'La (débil) Paz de La Almudena' entre Ayuso y Almeida: "Está complicado"

La presidenta y el alcalde de Madrid coinciden en la festividad de la Patrona y escenifican normalidad aunque se está librando en Génova un duro combate por el PP regional.

José Luis Martínez-Almeida conversa con Isabel Díaz Ayuso, a su llegada a La Almudena.
José Luis Martínez-Almeida conversa con Isabel Díaz Ayuso, a su llegada a La Almudena.
EFE/Chema Moya

Peinetas, mantillas, maceros, campanas, coros, musica de órgano y una fiesta como una catedral para La Almudena, patrona de Madrid, tras las restricciones de la pandemia de coronavirus. Entre 'manolas' y ciudadanos abrigados por el frío intenso de la mañana, la representación política de la Comunidad Autónoma y del Ayuntamiento de Madrid. Una primera fila focalizada en la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de la capital de España, José Luis Martínez-Almeida.

Díaz Ayuso y Almeida se han saludado cortésmente a la llegada a la explanada del recinto religioso y han posado sonrientes para los fotógrafos que esperaban este momento; una tregua en medio de la tensión generada por el interés proclamado a los cuatro vientos de la presidenta de acelerar la celebración del Congreso del PP de Madrid y la oposición radical de Génova. Ayuso y Almeida han sellado 'la Paz de La Almudena', aunque mañana será ya San Andrés y todo habrá acabado. El alcalde se ha acercado a recibir a la inquilina de la Real Casa de Correos y ambos han escenificado tranquilidad.

La guerra interna en el Partido Popular por hacerse con el control de la organización en Madrid, una de las demarcaciones más importantes del Estado, llega hasta a su principal líder, Pablo Casado, que no quiere ni oír hablar de convocar ya un congreso provincial al que Díaz Ayuso quiere concurrir. Entre tanto, Almeida, a quien probablemente no le amargaría tampoco un dulce, ha planteado la posibilidad de arbitrar una tercera vía que ayude a rebajar la tensión que ya no se disimula entre los populares: un jefe de partido que no compatibilice el cargo con funciones ejecutivas públicas.

Ayuso, pese a la festividad, ha seguido pisando el acelerador con el fin último de llegar a la cúpula del PP-M, a sabiendas de que el ambiente se ha enrarecido: "La situación es complicada, es evidente, pero lo importante es mirar hacia adelante. Pero va a acabar bien, porque estoy trabajando de la misma manera, centrada en la Comunidad, dándole a mi partido amplias mayorías, y dando sensatez y resultados, empleo, bajar impuestos. Si sigo así, todo acabará bien", ha manifestado antes de comenzar el acto religioso, informa Europa Press, para sentenciar que ella "nunca" ha pretendido ni aspirado a hiperliderazgos.

Para el primer edil, la relación entre ambos es "buena", ha dicho, y que ambos buscan lo mejor para el partido al que representan. Almeida, tras colocar una ofrenda floral, ha aprovechado su voto tradicional ante la imagen de la virgen de La Almudena para recordar a los fallecidos por el coronavirus y refrendar la universalidad de Madrid y la unidad del país, para rematar su alocución con unas proféticas palabras de Jesús: "Quien quiera ser el primero que sea el último".

Almeida ha tirado de ironía castiza para asegurar que la relación con Díaz Ayuso va sobre ruedas afirmando que tienen "tan buen rollo" que "no estamos bloqueados" en sus respectivas cuentas de WhatsApp. "De tan buen rollo [estamos] que no estamos bloqueados el uno al otro", aunque no ha revelado los últimos mensajes de esta misma mañana de martes: "Las conversaciones privadas, privadas son".

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