"Era la hija política de...", confiesa

Díaz Ayuso en 'Salvados': del "soy una pringada" a la polémica del cinturón

Ayuso enseñó una factura en la que demuestra que pagó 5.680€ a la cadena hotelera Room Mate Group desde su cuenta corriente y ahí se dio cuenta de la propina que dejó. 

Díaz Ayuso
Díaz Ayuso
La Sexta

La presidenta de la Comunidad de Madrid en funciones, Isabel Díaz Ayuso, aseguraba esta noche que al principio se consideraba que era "la hija política de Esperanza Aguirre, de Cristina Cifuentes, de José María Aznar o la tutelada por Miguel Ángel Rodríguez". "Me pasaba mucho, al principio, que no se me consideraba. Yo era la hija política de Esperanza Aguirre, de Cristina Cifuentes, de José María Aznar, la tutelada por Miguel Ángel Rodríguez, la que no tenía formación, la que no tenía experiencia, la que no tenía nada", ha explicado en el programa 'Salvados' de La Sexta emitido este domingo donde también ha asegurado ser "una pringada" tras enseñar la factura en la que se refleja que pagó 5.680 euros a la cadena hotelera Room Mate Group por el apartahotel de lujo en el que estuvo alojada durante más de dos meses en la primera ola de la pandemia

Ha asegurado que es "una persona independiente, una mujer libre", que siempre ha llevado las cosas "a su manera" y que ha crecido "muy despacio" en política hasta llegar a presidenta de la Comunidad de Madrid. Ayuso ha apuntado que ha tenido sus etapas como diputada y como miembro de un Gobierno autonómico, que le han permitido conocer "todo Madrid muy bien". 

La presidenta en funciones ha negado haber escrito los tuits de Pecas, la perra de Esperanza Aguirre, un "bulo" que ha tenido que "aguantar durante mucho tiempo". Ha recordado una anécdota en una noche de campaña esperando que cerraran las urnas en el año 2011 cuando participó en una conversación sobre cómo en otros países las mascotas de los presidentes tienen cuentas en clave de humor y se planteó hacer la del perro de Esperanza Aguirre. Una o dos semanas más tarde Ayuso entró como diputada a la Asamblea de Madrid y no se dedicó a llevar la cuenta de Pecas, que se mantuvo durante algún tiempo.

"Yo ahí no tengo mucho que ver. Es lo típico que he tenido que aguantar como bulo durante mucho tiempo y que la propia Esperanza ni sabía", ha explicado. Ayuso ha señalado que desde que fue nombrada candidata desde la izquierda se han organizado campañas para acomplejarla, minusvalorarla o cuestionar cómo hablaba, cómo se expresaba o cómo se vestía todos los días.

La presidenta ha reconocido que un día, a la salida del programa 'La Tuerka', en Tele K Vallecas-Canal 33 (Madrid), Ayuso se tomó unas cañas con Pablo Iglesias en el bar de enfrente, pero ha confesado que ahora no lo haría, "nada de nada". Ha afirmado que quiere a Pablo Iglesias "lejos" por su forma de hablar del PP y de las personas que no lo votan y por "cómo ha mentido" y cómo ha hecho la campaña para las elecciones del 4 de mayo.

En el programa Díaz Ayuso confirmó que pagó 5.680 euros a la cadena hotelera Room Mate Group por el apartahotel de lujo en el que estuvo alojada durante más de dos meses en la primera ola de la pandemia. Ha enseñado la transferencia y la factura que pagó de su bolsillo en el programa 'Salvados' de La Sexta y ha avisado: "No voy a dar más el circo con esto". La presidenta ha mostrado la factura por 69 días, al precio de 80 euros por día, por un importe total de 5.520 euros. Según estas cuentas, la presidenta pagó 160 euros de más. "Soy una pringada", ha afirmado. La estancia de Ayuso en el apartahotel, perteneciente a la cadena hotelera Room Mate Group, fue una de las polémicas de la presidenta madrileña durante la primera ola de la pandemia.

Ayuso ha señalado que la Comunidad de Madrid podría haber pagado "perfectamente" este gasto porque era "un lugar de trabajo", donde ella permaneció "encerrada y enferma" con la Covid-19, mientras gestionaba la pandemia, traía aviones con material sanitario, buscaba respiradores o montaba el hospital de campaña de Ifema o el Zendal, pero ella decidió abonar la factura personalmente "más por orgullo que por otra cosa".

Durante la emisión del programa surgió la polémica, al ver a la presidenta de la Comunidad de Madrid en el coche sin cinturón de seguridad. ahí confesó que las mascarillas que lleva blancas con la bandera de la región son "caseras", que lleva un bolso lleno de rotuladores fluorescentes y que el coche se ha convertido en su oficina.

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