Dos facciones en el partido

Arrimadas afronta la debacle de Cs: los críticos aprietan para pactar con Ayuso

La reunión de la Ejecutiva del lunes no ha servido para resolver las tensiones internas. Numerosas voces rechazan que Aguado repita como candidato a pesar de que no hay nadie dispuesto a concurrir el 4-M.

Inés Arrimadas
Arrimadas afronta la debacle de Cs: los críticos aprietan para pactar con Ayuso. 
Agencia EFE

Ni los cambios en la dirección ni los propósitos de enmienda han servido de mucho. Ciudadanos sigue inmerso en una crisis que no parece tener fin. Tras la dimisión de los dos 'escuderos' de Inés Arrimadas, los ya exvicesecretarios generales Carlos Cuadrado y José María Espejo-Saavedra, y la salida de Toni Cantó por su rechazo al rumbo de la dirección de los naranjas, el frente que tienen abierto ahora tiene que ver con las elecciones autonómicas en Madrid. Unos comicios a los que la formación llega en un momento muy delicado. El motivo es que está partido en dos facciones, como señalan varias fuentes consultadas por La Información. Por un lado, están los que abogan por pactar listas con el PP para hacer un 'Madrid Suma' con el que garantizar que el centro-derecha gobierne la CCAA. Y en el otro, los que defienden la singularidad del proyecto y no contemplan otro escenario que el de presentar su propia candidatura. 

Esta llamada a las urnas decretada por Isabel Díaz Ayuso ha pillado con el pie cambiado a los de Arrimadas. La salida de todos los consejeros del partido fue todo un golpe para la marca que encabezaba Ignacio Aguado en la región madrileña. Y ha servido para abrir la herida del liderazgo en Madrid, la cual por el momento estaba suturada por el interés en mantener el pacto con el PP. Todo por mantener el poder orgánico en la autonomía madrileña el mayor tiempo posible. Pero ahora, esa discusión que ha existido desde hace tiempo en torno a la figura de Aguado ha estallado por completo. Por eso hay muchos dirigentes que reclaman en privado que no repita como candidato. Tal y como ha hecho en público Toni Cantó cuando anunciaba su marcha.

Ese cuestionamiento del exvicepresidente madrileño es lo que ha despertado el choque entre las dos facciones. La más rupturista con los postulados actuales de Arrimadas es esa que defiende que es necesario un gran acuerdo con el PP para ir unidos a las urnas. Una suerte de 'Madrid Suma' en el que repetir las fórmulas de Navarra y País Vasco. Lo que pasaría por que los naranjas aceptaran asumir un rol secundario a la sombra de la figura de Isabel Díaz Ayuso, que es la máxima favorita para ganar las elecciones, lo que permitiría que Cs se asegurase varios diputados en la Asamblea de Madrid. Algo que según las encuestas ahora mismo no tienen garantizado, ya que los sondeos apuntan a que tendrán difícil superar el 5% de votos necesarios para entrar en la cámara madrileña. Esta estrategia es la que defienden una gran parte de dirigentes. Pero ninguno de ellos ha decidido por el momento defenderla en público. 

Esta fórmula entraña varios problemas. La primera sería la de plegarse ante la presidenta que decidió expulsarles del Ejecutivo de coalición que compartían. Por lo que eso implicaría obviar un golpe político que fue totalmente inesperado por la cúpula de Arrimadas. Además, supondría todo un varapalo para el principal damnificado de ese adelanto electoral, que es Ignacio Aguado. Este último lleva varios días censurando el giro de Ayuso por considerar que la llamada a las urnas es un error. Dardos que ha lanzado en todo momento al recordar la situación económica y sanitaria que vive Madrid a causa de la pandemia de coronavirus. Una postura en la que ha insistido cuando se ha conocido que Pablo Iglesias dejará el Gobierno central para ser el aspirante de Unidas Podemos en la Comunidad. 

Aguado es precisamente uno de los que defiende los intereses de ese sector que aboga por mantener la marca Ciudadanos en las listas de manera exclusiva. En ese camino le acompañan algunos de los más fieles a su causa, como el portavoz del partido en la Asamblea de Madrid, César Zafra, señalan las fuentes consultadas. También les respalda el exconsejero de Transportes y expresidente madrileño Ángel Garrido, que abandonó el PP para sumarse a los naranjas hace ya casi dos años. Las mismas fuentes aseguran que es "más fácil decir quién está en ese sector que quiere ir en solitario, ya que son más los que apuestan por pactar ese 'Madrid Suma' con Ayuso". 

La duda principal es si Aguado finalmente sería el cabeza de lista en esa candidatura. Fuentes del partido en Madrid aseguran que no hay otro escenario posible que el de que repita como número 1. Por lo que afirman que ya están preparando la campaña con el exvicepresidente como cabeza de cartel. Hasta el punto que reclaman que "quienes quieran una lista con el PP, que salgan y que lo digan". "Y si no se atreven, que se bajen del barco y dejen de trabajar desde Ciudadanos para los intereses de Génova", instan las mismas fuentes naranjas. 

Dudas sobre la candidatura... y Rivera sonando

Mientras resuelven el dilema que se ha planteado internamente, en Ciudadanos ahora afrontan una etapa de campaña en la que van a estar a la sombra del choque se prevé entre Pablo Iglesias e Isabel Díaz Ayuso. Que Aguado no tenga opciones a nivel mediático y político contra ellos es lo que empeora sus posibilidades de repetir como 'número 1' en Madrid. Por eso entre los críticos ha empezado una operación para buscar un aspirante de peso en el caso de que finalmente los naranjas acudan por su cuenta a las urnas. El problema es que no parece haber nadie dispuesto a asumir ese coste de enfrentar a Ayuso e Iglesias. Begoña Villacís ya se ha autodescartado. Y algunas voces no verían mal pedirle a Albert Rivera a que regrese a la política para este cometido. Algo que descartan las fuentes consultadas, que recuerdan que el anterior líder "está muy lejos de dar ese paso". "No tiene la credibilidad ni el apoyo interno suficiente", aseguran estas fuentes. 

Los naranjas no vieron venir lo que les ocurrió la pasada semana, en la que perdieron el poder que tenían en los Ejecutivos de Madrid y Murcia. El colofón fue lo ocurrido en la región murciana, donde tres tránsfugas renegaron de la moción de censura que Cs acordó con el PSOE y fueron nombrados consejeros del nuevo Consejo de Gobierno monocolor del PP. A esos dos 'hachazos' se ha sumado la llegada de Pablo Iglesias al tablero madrileño. Fuentes del partido admiten que ese movimiento del líder de Podemos "provoca que haya que replantearse todas las posiciones". Que es lo que puede llevar "a que el partido se parta en dos". "Cuando Toni Cantó dice lo de ir con el PP, no se lo está inventando. Es que tiene información como para señalarlo", explican fuertes cercanas a la dirección de Cs.

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