Mejora resultados levemente

El 'efecto Iglesias' fracasa contra Ayuso y apenas moviliza al electorado de UP

El exvicepresidente del Gobierno no logra su objetivo de impedir que Vox sea clave en el nuevo gobierno de la Comunidad de Madrid. La severa derrota motiva su salida de la política institucional. 

El candidato de Unidas Podemos a la Presidencia de la Comunidad, Pablo Iglesias interviene durante un acto del partido en el Polideportivo municipal Cerro Buenavista de Getafe, a 27 de abril de 2021, en Madrid (España). El candidato de Unidas Podemos continúa su agenda electoral por distintos puntos de la región antes de los comicios regionales del próximo 4 de mayo. 27 ABRIL 2021;4M;UNIDAS PODEMOS;PODEMOS;ACTO DE CAMPAÑA;ELECCIONES;COMUNIDAD DE MADRID A.Ortega.POOL / Europa Press 27/4/2021
El 'efecto Iglesias' fracasa contra Ayuso y apenas moviliza al electorado de UP
Europa Press

Ha salido cruz. El propósito de Pablo Iglesias era ser clave para acabar con un gobierno de la derecha en la Comunidad de Madrid. Su salto a la región dejando atrás la vicepresidencia segunda del Gobierno para liderar la candidatura de Unidas Podemos en las elecciones del 4 de mayo fue todo un revulsivo. Sirvió para agitar la campaña. El problema es que su irrupción no ha servido para desgastar a la que señaló como su rival, Isabel Díaz Ayuso. De hecho, hasta ha servido para poner fin a su carrera política. Su estrategia ha logrado mejorar los resultados de Unidas Podemos, que ha dejado atrás ese riesgo de no conseguir el 5% de votos que da acceso a los escaños de la Asamblea de Madrid. Una subida que no se ha traducido en un refuerzo para la izquierda. Que ha fracasado contra la poderosa 'lideresa' del PP. Y ha servido como 'despedida y cierre' para su trayectoria en las instituciones.

La salida de Iglesias del Ejecutivo de coalición que su formación comparte junto al PSOE ha supuesto una subida de tan solo tres escaños y apenas dos puntos más con respecto a los comicios autonómicos de 2019. Su desembarco ha cumplido el objetivo de 'salvar' a los morados de una irrelevancia a la que se arriesgaban. El temor era acabar como Ciudadanos, que ha desaparecido del Parlamento madrileño tal y como se esperaba. Por tanto, ha conseguido evitar una debacle que sumiera a la confluencia de Podemos e Izquierda Unida en una nueva crisis. Aunque eso suponga continuar como la última fuerza política de la autonomía.

El problema es que los resultados globales dejan un sabor agrio por coincidir con un refuerzo para los postulados de la derecha. La batalla directa entre Iglesias y Ayuso ha caído del lado de la presidenta. Su victoria ha sido incontestable, con un resultado histórico que recuerda a los que logró Esperanza Aguirre hace una década. Un golpe sobre la mesa que también puede dolerle al líder de UP, ya que la 'lideresa' del PP planteara las elecciones como una competición entre su modelo de "libertad" y el del "comunismo". Los votantes han dejado claro que prefieren ese planteamiento frente al que proponía el exvicepresidente. Ni siquiera haber ido al cuerpo a cuerpo con la 'popular' en todo momento le ha servido para sumar más apoyos.

El otro varapalo para Iglesias es que sus alertas sobre los riesgos de que Vox influyera directamente en la gestión de la Comunidad de Madrid apenas han ayudado a la izquierda. Las advertencias pasaban por tachar al partido de Rocío Monasterio de antidemocrático y por asegurar que defendían a franquistas y a delincuentes. Lo cual podría suponer un "grave riesgo" para todo el país, según sus palabras. Por lo que se autoimpuso el cometido de impedir un pacto entre Ayuso y Monasterio. Algo que no ha conseguido. Los votantes han llenado las urnas de rechazo a ese deseo de Iglesias. Y han optado por lo que él más temía. 

Todo lo anterior ha motivado el final de la carrera de Pablo Iglesias. Desde el principio, existía la incógnita en si mantendría el acta que le han otorgado los electores en la Asamblea madrileña. Él llegó a asegurar en todo momento que estaría presente en el lugar en el que le situaran las urnas. Una promesa que hizo antes de que se conociera la victoria incontestable de una Ayuso que podrá gobernar sin hacer grandes concesiones a Vox. Su reacción ha sido la de abandonar el cargo el líder de Podemos y de renunciar al escaño tras esta debacle de la izquierda. Ahora, él mismo ha admitido que su futuro está enfocado a volver a dar clases en la Universidad y a volver a presentar programas de televisión.

Ahora, Unidas Podemos afronta en Madrid una situación que es aún más complicada que la que ya sufría. Incluso aunque haya mejorado resultados, seguirá como el último partido de la cámara madrileña. Su influencia será muy limitada frente a un gobierno de Ayuso que ha rozado la mayoría absoluta. Tampoco se espera que pueda ser muy relevante en la izquierda. Más Madrid y PSOE lideran con holgura ese espectro, ya que ambos le doblan en escaños. El peso mediático de Iglesias podría haber mitigado esa falta de peso. Aunque los morados siempre recordarán este 4 de mayo de 2021 como el día en el que su líder se marchó por haber fracasado en su enfrentamiento directo con Ayuso. 

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