Tras el choque con Vox en el debate

La izquierda radicaliza su mensaje: la ultraderecha "frenará" la recuperación

Los candidatos de izquierda a las elecciones autonómicas de la Comunidad de Madrid endurecen su discurso ante el "nuevo rumbo (...) contra la ultraderecha" que ha tomado la campaña del 4-M.

Efe
La izquierda radicaliza su mensaje: la ultraderecha "frenará" la recuperación
EFE

"Democracia o fascismo". Los candidatos de izquierda a las elecciones autonómicas de la Comunidad de Madrid endurecen su discurso ante el "nuevo rumbo (...) contra la ultraderecha" que ha tomado la campaña del 4-M. Así, el aspirante socialista a la Presidencia de la CAM, Ángel Gabilondo, ha definido este sábado los comicios como una pugna entre "la democracia" frente a una "ultraderecha" que amenaza con frenar la recuperación económica. Ante unos 200 militantes en Puente de Vallecas, en la Plaza de la Constitución conocida como 'Plaza Roja', Gabilondo, ha insistido en que  "el pueblo de Madrid tiene que estar contra la ultraderecha y el Gobierno de Colón (en referencia a la fotografía de PP, Ciudadanos y Vox en la manifestación del 10 de febrero de 2019) por nuestra libertad". 

Acompañado del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la directora general de la Guardia Civil, María Gámez -quienes han recibido esta semana amenazas de muerte en forma de balas similares a las que sufrió el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias-, Gabilondo ha recalcado que quienes no condenen explícitamente la violencia (en referencia a PP y Vox) deben "ser vencidos en las urnas". Estas elecciones "no solo van de Madrid, van de democracia", ha asegurado, porque ante las amenazas de muerte "no vale la equidistancia". "Se acabó la campaña como la conocíamos, como tantas veces en la historia, un PSOE muy fuerte podrá hacer ganar a la democracia", ha concluido el candidato socialista, quien ha llamado a la movilización para vencer "al odio, al miedo y a las amenazas": "Mañana puedes ser tú".

La tensión en la campaña madrileña se ha disparado tras el choque en el debate de la Cadena SER, que Pablo Iglesias abandonó después de que la candidata de Vox, Rocio Monasterio, se negase a condenar las amenazas de muerte, una postura en la que ha insistido este sábado el líder de la formación de extrema derecha, Santiago Abascal, durante un acto de campaña en la plaza de toros de San Sebastián de los Reyes.  

Este sábado, Iglesias ha denunciado que Vox es "el PP sin complejos, el inconsciente desatado del Partido Popular" cuyo proyecto es "la destrucción de las bases materiales de la libertad y la democracia", por lo que el 4 de mayo "se vota entre fascismo y democracia". En un mitin en un espacio en el barrio madrileño de Príncipe Pío, Iglesias ha afirmado que el debate "lo cambio todo" y ha destacado "la actitud de cientos de miles de personas en redes que dijeron, efectivamente, que la democracia está en peligro". "Por primer vez ayer muchos periodistas llamaron fascista a los fascistas. Los demócratas no pueden tolerar como legítimos los planteamientos de los fascistas. Cientos de miles de personas estaban diciendo que no se puede tratar con normalidad a una fuerza ultraderechista como Vox. Y ha pasado por la gente, no por mí", ha señalado.

Iglesias ha reiterado que la democracia "está en peligro por la impunidad". "Lo que hacen los de Vox cuando me llaman 'coleta rata' es la deshumanización del enemigo para que en cualquier momento me puedan dar un tiro en la cabeza", ha apostillado. A juicio del exvicepresidente del Gobierno, está en peligro la democracia "cuando se blanquea el fascismo; cuando se llaman delincuentes a niños que han tenido que emigrar y lo que necesitan es una atención pública; o cuando dicen que quieren deportar a Serigne Mbaye". "Eso es indecente y no se puede consentir. Es inaceptable que se use la mentira como arma política", ha zanjado.

Casado: "La izquierda resucita el dóberman"

Mientras, el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ha acusado este sábado a la izquierda de "resucitar el dóberman" y el "miedo" ante el 4-M y ha apelado a la concordia y la reconciliación de la Transición durante un mitin en Pozuelo de Alarcón en el que ha arropado a Isabel Díaz Ayuso, candidata a la reelección. "No queremos ni piedras ni balas. No queremos ni amenazas ni insultos. No queremos ni boicots ni cordones sanitarios, queremos concordia, queremos paz civil y libertad", ha señalado ante más de 500 personas. 

Tras defender el proyecto que presenta el PP a las elecciones, para después "cambiar esa España que intenta recetar Pedro Sánchez", Casado ha aludido a la crispación que se ha instalado en la campaña tras el choque entre Rocío Monasterio y Pablo Iglesias, y ha pedido "unidad en las calles" y una "libertad sin ira" porque, según ha dicho, el PP "no quiere un país a garrotazos". "Lo peor que ha hecho la izquierda es volver a resucitar el dóberman, el miedo. Es patético, pero es terrible que en política se te acaben los argumentos y se te acabe la decencia para intentar atemorizar a los madrileños", ha aseverado durante un mitin en el que los p'opulares' han  interpretado el 4-M en clave nacional.

Ayuso, por su parte, ha insistido en defender su gestión al frente del Gobierno regional ante "circos" y "guerras estériles". La 'popular', quien ha pedido no caer en "problemas que no tocan", ha hecho hincapié en que desde que avisó a Sánchez de que si "le iban mal las elecciones tendría que desaparecer de Moncloa, el que ha desaparecido de la campaña es él". Además, se ha vuelto a referir a los impuestos para apuntar a que Portugal ha anunciado que los bajará. Para la candidata del PP, con sus políticas el Gobierno de Moncloa lo que conseguirá es que la inversión se vaya "a otros rincones".

"No se está echando a las espaldas absolutamente nada, ni la pandemia, ni la economía, ni el futuro de España. Me gustaría ver dónde está el presidente y cómo vuelve a arreglar este problema porque si no volveremos a empezar una y otra vez", ha recalcado.

Mostrar comentarios