Más de 5.000 puestos en peligro

Los MIR irán a la huelga el 13 de julio en Madrid si no se acuerda un convenio

La Consejería de Sanidad tiene hasta el 2 de julio para alcanzar un acuerdo con los residentes de la región para la aprobación del marco normativo.

Después de luchar contra el coronavirus
Los MIR irán a la huelga el 13 de julio en Madrid si no se acuerda un convenio
Teresa Corral Guerrero | Samuel Martínez R.

La indignación entre los MIR madrileños es un secreto a voces. El viernes 22 de mayo, los médicos residentes trasladaron un borrador del primer convenio laboral para el colectivo a la Consejería de Sanidad de la región. Casi dos semanas después, como relató La Información, la falta de respuesta del órgano que encabeza Enrique Ruiz Escudero hacía sonar tambores de huelga entre estos profesionales. Este lunes se ha puesto fecha al ultimátum: "La Consejería tiene hasta el 2 de julio para alcanzar un acuerdo con los residentes de la región para la aprobación del marco normativo". En caso contrario, los más de 5.000 facultativos que han aplacado el brote desde las trincheras pararán de forma indefinida en plena campaña de verano, con la región previsiblemente transitando por la "nueva normalidad". 

No son estudiantes, sino médicos y médicas graduados que se encuentran en formación. La diferencia es notable pues, durante la pandemia, han trabajado hasta 30 horas seguidas, muchas veces sin supervisión, en los puntos calientes de los hospitales como las UCI o las Urgencias. Como ha podido saber este diario, la decisión se tomó el pasado viernes 5 de junio. Según relatan a La Información fuentes cercanas a la negociación, "el día anterior por la tarde, la Consejería se puso en contacto con el secretario general de AMYTS para concretar una cita y negociar con nosotros". Se cumplían dos semanas desde que las autoridades sanitarias de Madrid recibieron el citado borrador de un convenio cuya elaboración ha llevado tres años .

Esa primera toma de contacto por parte del departamento de Ruiz Escudero no terminó de tranquilizar al colectivo. Voces presentes en el encuentro del pasado viernes, que reunió a portavoces MIR de varios hospitales de Madrid, argumentan que "seguiremos manteniendo la fecha de la huelga, para que sepan que va a quedar convocada hasta que se resuelva todo". Y es que uno de los temores de los residentes es que el 'tira y afloja' con el Gobierno regional se vea alargado durante meses "y que se vaya diluyendo la cosa".

"La Comunidad de Madrid ha adoptado una postura de silencio administrativo absoluto durante toda la crisis ante todas las demandas del colectivo", denuncia el sindicato AMYTS el un comunicado publicado este mismo lunes. La falta de un marco legislativo al que aferrarse lleva años dejando al residente en una posición vulnerable frente a los propios abusos dentro de los hospitales. Cuestiones recogidas en la ley, como el derecho al día de libranza después de una huelga de 24 horas, no siempre se cumplen a pie de camilla. "Dependemos de la buena voluntad de los superiores, si un MIR quiere descansar la jornada después de una guardia a veces se encuentra con el chantaje de un supervisor que, por ejemplo, le amenaza con no dejarle operar si no trabaja ese día", reconoce un residente de tercer año del Gregorio Marañón. 

Borrador del convenio para los MIR en Madrid
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Los abusos no son puntuales y el colectivo señala que un convenio específico para los médicos en formación resolvería muchos de estos malos usos, al ofrecer ciertas garantías al residente. El riesgo asumido durante la pandemia no se ha visto reflejado en un avance similar en materia de legislación, lo que ha dejado al MIR en una especie de limbro. "Con la llegada de la Covid nos hemos visto obligados a asumir responsabilidades que no se corresponden con las que ampara nuestra condición... y la protección frente a negligencias no siempre es clara", afirma un residente de cuarto año del el hospital Clínico San Carlos. El enorme flujo de pacientes hizo imposible que los residentes contaran en todo momento con la supervisión de un adjunto. 

En aquellas áreas donde la saturación era la norma, la supervivencia de los  pacientes también dependía de sus decisiones. "Si cometemos un error al intervenir de alguna manera, la responsabilidad del fallo recae sobre el supervisor... siempre y cuando se le haya consultado antes, si no es nuestra", explican desde el Marañón. En un conflicto de este tipo, el enfrentamiento es entre la palabra del MIR y la del supervisor. Con los hospitales al borde del colapso, las veces en que estos profesionales han tenido que actuar solos se han multiplicado, lo que ha elevado la urgencia de un convenio que delimite todas estas cuestiones.

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