La batalla por la Comunidad de Madrid

Viaje al 'pueblo' de Iglesias: "Galapagar está lleno de ricos y votan a la derecha"

"Reconozco que en las últimas generales voté a Vox pero no hay derecho al acoso que sufre en las puertas de su casa". Así resume un vecino la polarización en la localidad donde reside el candidato de UP. 

Iñaki Etxarri
Un día en Galapagar, el pueblo del candidato Iglesias
Iñaki Etxarri

En la localidad madrileña de Galapagar, a 33 kilómetros de la Puerta del Sol, está costando doblegar la cuarta ola de la pandemia. Bien es cierto que la tasa de incidencia se sitúa por debajo de la media de la Comunidad de Madrid, pero todavía se mantiene en 255 casos por cada 100.000 habitantes. Quizás por eso, porque la pandemia azota al pueblo y hay miedo a salir, o porque el día gris y lluvioso no ánima a ello, el centro neurálgico de la localidad, la plaza del Caño, está prácticamente vacío a las cuatro de la tarde. Apenas una pareja de mediana edad habla con su hijo junto a la estatua de uno de los ciudadanos ilustres de la localidad, el Premio Nobel de literatura, Jacinto Benavente. "¿Pablo Iglesias? A nosotros no nos interesa la política", responden al unísono el hombre y la mujer.

Después de que corrieran ríos de tinta sobre el chalet de 615.000 euros que compraron en 2018 el ex vicepresidente del Gobierno y ahora candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid y su pareja, la Ministra de Igualdad, Irene Montero -y también sobre el escrache continuado que sufren frente a su casa, en la lujosa urbanización de La Navata- da la impresión de que en Galapagar se ha impuesto una suerte de 'ley del silencio' sobre sus vecinos más famosos. "Que vivan donde quieran. Aquí cada uno hace su vida. A mí ni me va ni me viene. Bastante tengo con trabajar cada día y poder salir adelante", dice una joven sentada en las escaleras de acceso al nuevo Ayuntamiento, en la plaza Adolfo Suárez. "¿Que si creo que aquí le va a votar mucha gente? Pues no. No hay más que ver los resultados que Podemos ha cosechado en el pueblo en las últimas elecciones que se han celebrado", sentencia.

"Reconozco que en las últimas generales voté a Vox pero no hay derecho al acoso que sufren estas personas en las puertas de su casa"

Unidas Podemos logró en las elecciones generales de noviembre de 2019 el 12,51% de los votos con 2.122 papeletas. Prácticamente la mitad que cada uno de los tres partidos que le precedieron, PP, PSOE y VOX, que lograron, respectivamente, el 24,66%, el 23,6% y el 22,35% de los sufragios en Galapagar. El punto más álgido de la formación morada se produjo en las autonómicas de 2015, con 2.513 votos, el 17,73%, y su mayor batacazo fue también en las elecciones a la CAM de 2019, con apenas 845 votos, el 5,51%. Ahora, dos años después de aquel descalabro, Iglesias decía hace poco que espera cosechar un buen puñado de votos en 'su pueblo'. Un pueblo, por otro lado, en el que se acaba de producir un cisma en la coalición entre IU y Podemos, que han roto su unión en el Ayuntamiento por un asunto de sueldos -Podemos quería un aumento mayor de salarios para los concejales-.

"No sé qué pasará (el 4-M)", dice Marta, una joven estudiante de Derecho que llega en tren desde su facultad en Madrid hasta la estación de Galapagar-La Navata, a solo un par de kilómetros de la casa de Iglesias y Montero. "Aunque ahora gobierne el PSOE (con el apoyo de Podemos, Más Madrid y Ciudadanos) este es un pueblo tradicionalmente de derechas. Precisamente en La Navata, donde viven ellos, hay muchos empresarios, gente muy rica que no vota a la izquierda. No creo que gane aquí muchos votos". La joven estudiante deja además una reflexión: "En el pueblo estamos un poco hartos de todo lo que se ha montado en torno a Iglesias, Montero y su casa. Todo el día en las noticias, periodistas para arriba y para abajo. Aquí las personas queremos tranquilidad. Que ellos hagan su vida y nosotros la nuestra. Galapagar es otra cosa además del chalet de Pablo Iglesias. Yo soy del pueblo de toda la vida y nunca les he visto paseando por aquí".

El pasado mes de febrero, una cuenta de Twitter de los vecinos de La Navata, @LaNavata1, escribía: “Qué grata sorpresa, salir a pasear y encontrarte con @IreneMontero. Me alegro de que la extrema derecha haya relajado (que no eliminado) su acoso diario. Espero poder encontrarnos pronto sin que tengas que ir con escolta a dar un paseo con los peques". Y es que los vecinos de la urbanización también han padecido los problemas del acoso que durante meses han venido sufriendo Iglesias y Montero. Una urbanización que ha dejado parte de su otrora habitual tranquilidad y eso se nota a simple vista.

Hay mucha vigilancia. Imposible acercarse al chalet de la ministra y el candidato a la CAM. También "un continuo trasiego de coches oficiales, policías...", dice un hombre que pasea a su perro por La Navata. En la cuenta de Twitter antes mencionada sorprende la catarata de improperios y acusaciones hacia Iglesias y Montero cuando se difundió que el expresidente sería candidato a la presidencia de la CAM. "La polarización y la crispación", dice el mismo vecino de La Navata. "Aquí hay mucha controversia. Unos a favor, otros en contra... En esta urbanización lo que queremos es estar tranquilos. Hacer nuestra vida cada uno de manera anónima, en paz, y le digo una cosa: yo soy votante de derechas, no comulgo con las ideas de Pablo Iglesias, incluso reconozco que en las últimas elecciones generales voté a Vox, pero no hay derecho al acoso que están sufriendo estas dos personas en las puertas de su casa".

Galapagar puede arrebatar a Iglesias su sueño -el de toda la izquierda- de conquistar el sillón presidencial de Isabel Díaz Ayuso en la Puerta del Sol. Carla Greciano es portavoz del PP en el Ayuntamiento de Galapagar y va de número 69 en las listas de los 'populares' en estas elecciones a la Comunidad de Madrid. Su escaño, si es elegida, es el que le daría la mayoría absoluta a Díaz Ayuso para gobernar en solitario Madrid. Graciano es profesora de Historia, fue alumna en la Complutense de Juan Carlos Monedero, y asegura que Pablo Iglesias no es profeta en su tierra de adopción. "Más allá de sus vecinos, a Pablo Iglesias, al que le han visto alguna vez en el supermercado, no le conoce nadie. Hay una zona cercana a su casa en la que tiene apoyos y votos, pero en el resto del municipio es más votado el PP. Creo que mi candidatura a la CAM ilusiona más a los vecinos que la suya". 

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