El BdE quiso mantener a Rato en Bankia pero la presión de Guindos forzó su salida

  • Fernández Ordóñez afirma que el acuerdo era delegar el poder en Goirigolzarri pero que "todo saltó por los aires" tras la intervención del Gobierno.
Fotografía de Fernández Ordoñez
Fotografía de Fernández Ordoñez
EFE

Los pormenores que rodearon la salida de Rodrigo Rato de Bankia en mayo de 2012 siguen ocupando gran parte de la vista oral que acoge la Audiencia Nacional por la salida a bolsa de la entidad. El último en pronunciarse sobre este desenlace ha sido el exgobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez, el cual, en su declaración como testigo en la vista, ha explicado que el supervisor era partidario de dejar al exvixepresidente económico del Gobierno al frente de la presidencia pero en la sombra y dar el poder a Ignacio Goirigolzarri, si bien la intervención del entonces ministro Luis de Guindos hizo que al final todo "saltara por los aires". 

Preguntado por la fiscal Anticorrupción Carmen Laúna acerca del conocimiento que tuvo de las reuniones que se produjeron en la sede del Ministerio de Economía días antes de la salida de Rato entre el entonces ministro y los presidentes de La Caixa, Banco Santander y BBVA, el economista ha dicho que no solo no participó en ellas nadie del supervisor sino que se enteraron mucho más tarde de las mismas. "Al Banco de España no le gustó lo que pasó pero hubiera sido un dislate total", ha dicho en referencia a la posibilidad de no haber respaldado la decisión del Gobierno de Mariano Rajoy de forzar la salida de Rato.

El experto, que ha asegurado que fue toda una sorpresa que la entidad presentara las cuentas anuales de 2o11 sin la firma del auditor, ha asegurado que la idea era proponerle al entonces presidente de Bankia dejarle como "presidente sin atribuciones" y  buscar su "sustitución inmediata" en la figura de José Ignacio Goirigolzarri, a quien en un primer momento se le ofreció nombrarle consejero delegado, tal y como él mismo explicó en este procedimiento el miércoles. "Queríamos tener un consejero delegado profesional que pudiera hacer lo que el Banco de España esperaba", ha apuntado. "La supervisión tenía visión de que Rato había hecho cosas bien en cuestiones como la reestructuración o reducción de costes, pero faltaba un cambio de gestión", ha aseverado.

Defiende la gestión del BdE: "Fue absolutamente correcta"

Previamente, al arranque de su declaración, Fernández Ordóñez ha sacado pecho del papel que jugó el Banco de España en la integración de las siete cajas que dieron lugar a Bankia y ha dicho que el supervisor respetó la normativa contable en todas las decisiones acometidas en ese proceso, incluida la de cargar las pérdidas contra reservas, porque "se trató prácticamente de una fusión". Además, ha defendido la necesidad de que se produjera este movimiento de cara a garantizar la supervivencia de algunas de las cajas participantes, como es el caso de Bancaja, de la que ha apuntado que no habría sobrevivido si no hubiera participado en este proceso.

El exgobernador ha limitado su papel en toda esta gestión, que ha delegado en varias ocasiones en los equipos de inspección y más en concreto en el exdirector de supervisión Jerónimo Martínez Tello, hasta el punto que, según ha explicado, no llegó a hablar con ninguno con los presidentes de las cajas que formaron parte del SIP, a excepción de José Luis Olivas. Sobre este último ha dicho que mantuvo un encuentro en el que se le comunicó que, pese a los informes que avalaban la solvencia de la entidad valenciana, a él se le comunicó que no iba a aguantar. "La integración es una forma normal de superar la crisis en España", ha apuntado al respecto. 

En lo que respecta a la decisión de ordenar que las cajas cargaran las pérdidas contra reservas ha sido rotundo al asegurar que, si se hubiera actuado de forma diferente, se hubiera ofrecido una imagen "falsa" de Bankia. "Para nosotros la decisión era importante porque era la más correcta. Con pérdidas o sin pérdidas hubiéramos estado dando una imagen falsa de lo que ha sido Bankia", ha dicho el exgobernador quien ha explicado que el supervisor estaba encargado de hacer un seguimiento al cumplimiento del plan de integración de las siete cajas si bien la segunda crisis económica que golpeó el país no se pudo preveer.

"La salida a bolsa compete a la CNMV y lo hizo muy bien"

En lo que concierne a la salida a bolsa, Fernández Ordóñez ha asegurado que competía a la CNMV controlar este proceso del banco si bien a él le consta que "lo hizo muy bien". Igualmente el economista ha asegurado que, en contra de lo que se ha dicho, a él nunca le llegaron los correos electrónicos del inspector del Banco de España José Antonio Casaus en los que se cuestionaba la viabilidad de Bankia y su matriz BFA y que han sido considerados claves en la instrucción de la causa. "Me he enterado de la existencia de dichos correos dos años después", ha apostillado.

La declaración de Fernández Ordóñez en el procedimiento era una de las más esperadas teniendo en cuenta que figuró como investigado durante la instrucción de la causa que corrió a cargo del magistrado Fernando Andreu y que, además, han sido muchos los acusados los que han apuntado directamente a Banco de España -tales como Rodrigo Rato y José Luis Olivas, entre otros- como el órgano que dirigió el proceso de integración y que dio órdenes de la necesidad de salir a bolsa. Sobre este aspecto, Fernández Ordóñez ha afirmado que fue decisión íntegra de Bankia y que el supervisor apoyó la propuesta porque existe la fisolofía de "dejar a los gestores hacer lo que quieran". "El Banco de España no autorizó ni se opuso a la salida a bolsa", ha apuntado para añadir que las cuentas tampoco son de su responsabilidad. 

"El Banco de España no hace auditorías"

El que fuera máximo responsable del supervisor ha negado que sugiriera la creación del SIP pero le "pareció bien" especialmente ante las reticencias de las comunidades autónomas que se negaban a desprenderse de las cajas. "Yo creo que fue un instrumento práctico muy valioso (...). No solo duró sino que no se ha deshecho ni un solo SIP", ha insistido durante su densa declaración en la que ha recordado en varias ocasiones que el supervisor no ejerce labores de decisión ni tampoco de auditorías sino de control. Según ha expuesto, lo más importante en aquel momento de crisis económica y financiera fue conseguir que los mercados del entorno aceptaran los cambios normativos de las cajas adoptados en el Congreso.

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