De 68 años de edad, Anwar fue condenado en febrero pasado por un tribunal a cinco años de prisión firme por haber sodomizado a un exconsejero, un delito que puede conllevar una pena de 20 años de cárcel en este país de Asia del sureste, mayoritariamente musulmán.
El convicto negó siempre los hechos, denunciando un complot del poder para alejarlo definitivamente de la escena política.
El Grupo de trabajo sobre detenciones arbitrarias, organismo bajo mandato de la ONU, que reúne a expertos de los derechos humanos independientes, concluyó que la detención de Anwar era "arbitraria", que no tuvo un juicio equitativo y fue encarcelado por motivos políticos, según una copia de las conclusiones dada a conocer este lunes por la familia del opositor.
"Este Grupo de trabajo considera que la decisión adecuada sería la liberación inmediata de Ibrahim, y restablecerle los derechos políticos que perdió con esta detención arbitraria", añade el organismo, en resolución con fecha del 15 de setiembre.
Además, el trato en prisión a Anwar Ibrahim viola las prohibiciones internacionales de practicar "la tortura u otros tratos crueles, inhumanos o degradantes", según la misma fuente.
La hija mayor de Anwar agradeció a la ONU por su preocupación. Inquietud que también manifestó el departamento de Estado norteamericano
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