El martes, un nuevo frente se abrió en la isla: un debate alrededor del horario del partido que Bastia debe disputar frente a Nantes el sábado en Furiani.
Los aficionados del Bastia anunciaron su intención de manifestarse el sábado a las 14H30 locales ante el Palacio de Justicia de la ciudad, por lo que la Ligue de Football Professionnelle (LFP) indicó que, a petición de la prefectura de Haute-Corse, el encuentro, previsto a las 20H00, se jugaría a las 14H00.
El club corso tomó rápidamente partido por sus aficionados, y anunció que presentaba un "rechazo categórico" al "dictado" de la Ligue. El SC Bastia asegura que "en ningún momento fue consultado sobre las razones que motivaron esta decisión unilateral" y amenaza con mantener "las puertas del estadio cerradas a la hora decretada por las instancias".
Paralelamente a este pulso, manifestaciones y reuniones fueron de nuevo organizaaos este martes en la isla, sobre todo ante centros de enseñanza secundaria de Bastia y otras ciudades corsas. Un centenar de jóvenes bloqueó la circulación en la entrada sur de Bastia a mitad de la jornada antes de dirigirse hacia el centro de la ciudad.
Igual que el lunes, los sindicatos de estudiantes, nacionalistas, decretaron una jornada "Universidad muerta": las puertas de las facultades de la universidad de Córcega-Pascal Paoli fueron bloqueadas para impedir el acceso.
Los agricultores comienzan también a movilizarse, tras la detención de una mujer y de uno de los sospechosos de haber albergado a manifestantes el lunes tras enfrentamientos, sin heridos, ante la gendarmería de Corte.
La Federación Departamental de Sindicatos de Explotadores Agrícolas (FDSEA) lanzó un llamamiento a una manifestación por la tarde en Corte.
Estas tensiones tienen su origen en los choques que estallaron el sábado en Reims, tras un partido de L1 con Bastia. Varias detenciones tuvieron lugar y ocho aficionados de Bastia deben ser juzgados por su presunta participación en actos violentos contra policías.
Pese a que las autoridades de la isla lanzaron este martes varios llamados a la calma, medio centenar de encapuchados lanzaron cócteles molotov contra las fuerzas de seguridad en las cercanías de la subprefectura de Alto Córcega y la policía respondió con gases lacrimógenos.
Pero sobre todo un estudiante corso de 22 años, Maxime Beux, resultó gravemente herido en un ojo, según la fiscalía de Reims al caer sobre un poste cuando era perseguido por la policía, aunque algunos testigos afirmaron que fue alcanzado por una bala de goma. Una información judicial fue abierta para esclarecer este punto.
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