Los manifestantes "de extrema derecha" formaron un "muro humano" en la frontera entre Haparanda, en el extremo nordeste de Suecia, y Tornio, del lado finlandés, explicó Peter Waara, edil socialdemócrata en Haparanda, que participaba en una contramanifestación.
"Estamos en contra de la entrada de tantos solicitantes de asilo en Finlandia. Cruzaron países europeos seguros antes de llegar a Finlandia, deberían haberse quedado allí", declaró una pareja a la cadena de televisión pública finlandesa Yle.
Finlandia prevé recibir entre 25.000 y 30.000 solicitudes de asilo, o sea entre siete y ocho veces más que en 2014.
Después de un periplo de varios meses, los refugiados, en su mayoría iraquíes, que llegan a Suecia toman un tren hasta Laponia y luego un autobús hasta Haparanda, y de ahí a Tornio.
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