Manuela, la alcaldesa de la "empatía" en Madrid

  • Lleva cien días de alcaldesa pero la indignada Manuela Carmena sigue usando el metro para ir al ayuntamiento de Madrid. Para ella, la "empatía" será el motor de transformación de la capital española en una ciudad igualitaria y colorida.

"No tengáis miedo", lanzaba esta exjueza de 71 años, militante comunista en su juventud, a la élite económica madrileña, entre ellos el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, invitada a un almuerzo organizado por el diario conservador ABC.

Pero tras una glacial sesión de preguntas y respuestas, cada uno volvía a sus posiciones, como un directivo que a la salida ironizaba "diremos Hare Krishna" mientras denunciaba su "ingenuidad".

"Manuela", como la llaman sus simpatizantes, no tiene remedio. A la pregunta de un invitado sobre si podría seguir jugando al golf en el gran bosque de la Casa de Campo, ella responde que hay que "visibilizar" otras cosas.

En Madrid, agotada tras cinco años de crisis y recortes en los servicios públicos, "hay niños que no pueden jugar al golf porque no tienen ni para vivir", dice.

Ella no cree ser ingenua y dice que en su experiencia como magistrada y en su victoria electoral ha "podido constatar el éxito que produce una visión empática de la sociedad".

Su estrategia es clara: dismunir "los niveles de desigualdad, apoyar a los sectores más vulnerables para conseguir un desarrollo más armónico de Madrid", explica esta mujer.

Quiere convencer y evitar la confrontación. A los medios hostiles, los llama para invitarlos y conocerla: "Insistimos en que no queremos confrontación, no respondemos con insultos cuando nos insultan".

Para la entrevista con la AFP, no se sitúa tras su inmenso escritorio, donde los carpetas están alienadas metódicamente uno tras otra. Se sienta en una simple silla, frente a su interlocutora, muy cercana.

"Fui abogada y luego magistrada, una vida larga resolviendo conflictos. Estoy muy acostumbrada a conocer el individuo, estoy convencida de que la sociedad finalmente está compuesta por muchos individuos y hay que tratarlos como los protagonistas. Reconocer al otro (...) provoca felicidad", dice, antes de describir sus viajes matutinos en metro o autobús hacia el ayuntamiento.

"Llevo una escolta discreta. Esta mañana, he cogido dos autobuses diferentes. Algunas personas te saludan ya con una cierta complicidad y algunas veces las personas se atreven a hacernos críticas. Yo lo elogio", señala la alcaldesa, con ropa floreada y un chaleco, calzada con mocasines sin tacón.

"El alcalde es un vecino más que gestiona los derechos de todos. No es otra cosa", prosigue.

"Me siento muy identificada con la economía de los cuidados. Es algo que hemos aportado las mujeres a la esfera pública", dice , antes de explicar el sentido "de tener cuidado del otro".

Desde su llegada estos cuidados se tradujeron en la apertura de una oficina de mediación para evitar los desahucios de particulares sobre endeudados, o "una revisión de la cultura funcionarial para que las preguntas que se contestan no sean burocráticas y frías".

El martes, su alcaldía lanzó un gran proyecto de democracia directa a través de una web donde los ciudadanos podrán lanzar sus propuestas de gestión municipal o expresar sus necesidades.

"Hay que llamar a la gente y decirle, quién eres, cuenta".

"La economía del cuidado es también identificar esas profesiones que, si no existieran, la sociedad no tendría la capacidad de dinamismo que tiene. Por ejemplo, el de la niñera que cuida a los bebés de una ejecutiva bancaria", dice.

Todo para conseguir su ciudad deseada: "un Madrid muy vivo y más igual".

"Va a haber más flores, más proyectos culturales, mercados que vienen desde el campo directamente, un proyecto educativo y no solo las escuelas como las conocemos, sino escuelas nuevas donde se empiece a plantear que los niños no tienen porqué estar encerrados en una aula".

"Una ciudad de novedad, de color, alternativas distintas, movimiento y sorpresa", dice, asegurando que se inspira, por ejemplo, en Oslo.

mck/dbh.zm

Mostrar comentarios