Marchan contra enmienda que daría más poder a Ortega y lo tildan de dictador

  • Cientos de nicaragüenses salieron hoy a las calles de Managua para manifestarse en contra de una propuesta impulsada por los sandinistas de reformar la Constitución de Nicaragua para dar más poder al presidente Daniel Ortega, a quien tildaron de "dictador".

Managua, 28 nov.- Cientos de nicaragüenses salieron hoy a las calles de Managua para manifestarse en contra de una propuesta impulsada por los sandinistas de reformar la Constitución de Nicaragua para dar más poder al presidente Daniel Ortega, a quien tildaron de "dictador".

Los manifestantes, convocados por la organización no gubernamental Movimiento por Nicaragua, portaban la bandera de este país centroamericano y carteles con mensajes contra Ortega, a quien comparaban, entre otras cosas, con el exgobernante y dictador nicaragüense Anastasio Somoza Debayle (1967-1979).

"Ortega dictador. Sí a la libertad, no a las reformas", se leía en las mantas y carteles que cargaron los manifestantes críticos con el Gobierno sandinista.

"Democracia sí, dictadura no", "Basta ya de dictadura", "Basta ya de autoritarismo", "Basta de violación a nuestros derechos", "No a las reformas", gritaban, entre otros eslóganes, los manifestantes.

La marcha de un kilómetro culminó frente a la Asamblea Nacional, donde los manifestantes rompieron las vallas de seguridad acordonadas por la policía en medio de forcejeos, aunque sin mayores incidentes, constató Efe.

La titular del Movimiento por Nicaragua, Violeta Granera, dijo a periodistas que la propuesta de reforma constitucional planteada por el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) pretende consolidar "un régimen dictatorial, excluyente y partidario".

En una proclama leída por los organizadores, esa ONG manifestó "su repudio al establecimiento de la dictadura de Daniel Ortega y a la militarización del Estado por medio de una reforma ilegítima de la Constitución".

En la manifestación participaron dirigentes de los partidos opositores Liberal Independiente y Liberal Constitucionalista (PLI y PLC, respectivamente) y estuvo enmarcada por gritos de rechazo a la propuesta de reforma parcial de la Constitución.

"La marcha de hoy debe marcar un punto sin retorno en la caída del dictador Ortega", dijo a periodistas el diputado opositor Eliseo Núñez.

Por su lado, el excandidato presidencial opositor Fabio Gadea aseguró que si se aprueban las enmiendas, tal como está planteada, "vamos a protestar todos los días".

Según el proyecto, Ortega puede obtener más poder con la propuesta de reforma constitucional en marcha, buscar la reelección indefinida y ganar los comicios en primera vuelta con la mayoría simple de votos, además de emitir decretos ejecutivos con fuerza de ley.

La reforma, cuya aprobación parece imparable debido a que el oficialismo cuenta con mayoría en el Legislativo, también otorgaría mayores facultades al Ejército, que controlaría el espectro radioeléctrico y de telecomunicaciones, y sus oficiales generales podrían ocupar cargos públicos sin renunciar a su vida militar.

"Militares a sus cuarteles", era otra de las consignas que se gritaban.

"Quien se arrodilla al poder de la familia Ortega es uno más de sus serviles. No importa que ropa se ponga", dijo a periodistas la exguerrillera sandinista y actual disidente, Dora María Téllez, en alusión a la postura de los militares de respaldar las enmiendas.

Para la presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez, "estas reformas significan el deterioro de todas las condiciones que nos van a llevar a una violación más masiva".

Esas reformas, si son aprobadas, "van a carecer de legitimidad, porque una reforma como ésta, que cambia el sistema político del país", señaló, por su lado, el exembajador nicaragüense en Washington durante el primer régimen sandinista Carlos Tünnermann.

"Debió haber sido consultada por todo el pueblo de Nicaragua, para ver si quería o no un cambio de sistema político", agregó.

Los sandinistas minimizaron la manifestación y la catalogaron de partidaria.

La diputada sandinista Alba Palacios, que preside la comisión especial que estudia las enmiendas, dijo que a la marcha acudieron más políticos opositores que miembros de la participación ciudadana.

"¿Cuánta gente marchó allí?, 250 personas", dijo, por su lado, el titular del Congreso, el oficialista René Núñez.

Las reformas parciales constitucionales en Nicaragua requieren ser aprobadas en dos legislaturas y con al menos el 60 % de los 92 diputados que integran la Asamblea Nacional, es decir con 56 votos.

En la Asamblea Legislativa los sandinistas tienen 63 diputados, lo que les da la mayoría absoluta.

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