Marchena corta el paso a Joan Tardà y le impide hacer demagogia: "Es un testigo"

  • Artur Mas explica que recomendó a Puigdemont celebrar elecciones antes que convocar otro 9-N y niega que potenciaran la violencia en el 1-O.
Juicio del procés
Juicio del procés
EFE

La ronda de testificales en el juicio que acoge el Tribunal Supremo por el procés ha arrancado con un tenso encontronazo entre el presidente del tribunal, el magistrado Manuel Marchena, y el diputado de ERC Joan Tardà después de que este último espetara antes de que comenzaran las preguntas que la vista está "inspirada en la vengaza". "No está usted autorizado a hacer valoraciones política pese a su condición de diputado. No existe el testigo opinante", ha insistido Marchena una y otra vez la primera media hora de esta octava sesión de juicio.

Tardà tenía intención de responder en catalán a las preguntas de la acusación popular que ejerce Vox, si bien Marchena le ha denegado esta pretensión con una rotunda negativa por su condición de figura testifical y ello pese que al comienzo de la jornada el presidente de la Sala de lo Penal ya había avanzado su intención de que los más de diez testigos que están llamados a desfilar este miércoles por el Salón de Plenos deben ceñirse a su conocimiento de los hechos y evitar cualquier juicio o valoración

Ya entrados en materia, el parlamentario ha explicado que expuso al entonces presidente del Gobierno Mariano Rajoy que ante la voluntad del independentismo catalán podía decidir entre la vía democrática o la judicialización y que, si optaba por esta segunda opción, "es muy posible que existiera en el Reino de España la figura del preso político". "Ni la unidad de España ni la independencia de Cataluña valen una mínima violencia", ha dicho Tardà a preguntas de las partes en relación a las concentraciones que se produjeron en las inmediaciones de la Consejería de Economía los días 20 y 21 de septiembre de 2017 así como la jornada de celebración del referéndum convocado por el ejecutivo de Carles Puigdemont el 1 de octubre de ese año.

El siguiente testigo en comparecer ha sido el exmandatario catalán Artur Mas después de que el presidente del Parlament Roger Torrent no haya podido acudir apelando a la sesión de Pleno de la cámara autonómica convocado para el día de hoy. Mas también ha mencionado a Mariano Rajoy para apuntalar su intención de que el actual conflicto se solucionara por la vía del diálogo, según ha dicho. Por ello, ha recordado la existencia de reuniones entre las partes para"identificar soluciones de cara a una realidad política que estaba plasmada en el Parlamento catalán. La conclusión es que no pudo haber acuerdo", ha espetado Mas.

Mas recomendó convocar elecciones antes de celebrar otro 9-N

El antecesor de Puigdemont en la Generalitat catalana también se ha referido a la consulta del 9 de noviembre de 2014 -por la que fue inhabilitado un año y un mes por el Tribunal Supremo- y al respecto ha dicho que ya intentaron la vía "del proceso participativo" y que su recomendación era que nunca abandonaran la posibilidad de convocar elecciones al Parlamento catalán porque ahí es donde el ejecutivo "tiene la capacidad de control de la situación". Sobre su salida de la Presidencia del Govern en enero de 2016, ha sido rotundo: "Tenía dos opciones: o convocar elecciones o marcharme. La decisión fue mía. Me marché porque quise", ha apostillado a preguntas del fiscal del Tribunal Supremo Javier Zaragoza.

Precisamente, a preguntas del que fuera fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Mas ha precisado que la consulta que convocó su gobierno en 2014 -también prohibida por el Tribunal Constitucional- "no era vinculante" jurídicamente pero sí políticamente. No ocurrió lo mismo con las bautizadas como leyes de desconexión, aprobadas tres años después por el Parlament de cara a abrir las vías para celebrar la consulta del 1-O. "Si usted envía una Ley al Parlamento el objetivo es que tenga efectos jurídicos", ha apostillado.

Uno de los momentos más curiosos de esta sesión ha sido cuando ha tomado la palabra Francesc Homs -que forma parte de la defensa de Josep Rull y Jordi Turull- y que integró el Ejecutivo de Mas en calidad de portavoz y consejero de Presidencia. A preguntas suyas, ha negado que existiera un comité estratégico -como recoge la famosa hoja de ruta conocida como Enfocats- donde se trataran asuntos de esta índole. Precisamente, el magistrado que instruyó esta causa, Pablo Llarena, imputó al propio Mas así como a la líder de ERC Marta Rovira o la exdiputada de la CUP Anna Gabriel por su presunta integración en este comité, de acuerdo con la 'hoja de ruta' del procés incautado al exnúmero dos de Hacienda, Josep María Llové. Con todo, Llarena acabó archivando las actuaciones contra Mas cuando dictó auto de procesamiento contra 25 personas en marzo del pasado año.

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