Margallo recomienda a anasagasti que “repase la historia” para no “hacer el ridículo en el futuro”


El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, recomendó este martes al senador del PNV Iñaki Anasagasti que “repase la Historia para no hacer el ridículo en futuras ocasiones”.
Margallo contestaba de esta manera en la sesión de control al Gobierno a una pregunta de Anasagasti, acerca de si se había informado a los Reyes de que la biblioteca del Instituto Cervantes en París, que tenían previsto visitar durante el viaje que suspendieron a raíz del accidente del avión de Germanwings, se encuentra en un edificio propiedad del PNV incautado por la Gestapo en 1940.
En ese sentido, el jefe de la diplomacia recordó al senador vasco “tres instancias judiciales en Francia y una en España”. En Francia se dice que ese edificio es titularidad “de lo que usted llama Estado español”, el 13 de julio de 1949, la Sala Primera del tribunal Civil del Sena; el 3 de abril de 1951, lo asegura el Tribunal de Apelación de Paris y el 4 de mayo de 1955 lo establece el Tribunal de Casación.
En España, según Margallo, fue el Tribunal Supremo, en una sentencia de 17 de octubre de 2003, el que confirma un acuerdo del Consejo de Ministros de 19 de enero de 2001 que declara inaplicable la ley 43/1998 de restitución o compensación a los partidos políticos de sus bienes y derechos incautados.
Por su parte, Anasagasti matizó que ese palacete fue adquirido por el Gobierno del PNV en agosto de 1936, siendo incautado por la Gestapo con la entrada de los alemanes en París en 1940.
“Desde allí el teniente coronel Barroso persiguió al presidente Companys, al presidente Azaña, a Rivas-Scherif, a Julián Zugazagoitia”, remachó.
El senador vasco sostuvo que en 1945 los aliados entran en París y se recupera el palacete. “Luego en 1952, por una serie de intereses entre Francia y Franco, se tuvo que abandonar el edificio. No me conteste como un funcionario franquista sino como un demócrata sensible”.
Por último, Margallo manifestó que “a mí se me hizo muy largo el franquismo pero no llegó hasta 1998”, al tiempo que defendió que “si este régimen y este gobierno, como demócrata que es, ha tenido alguna preocupación es proteger la cultura y las lenguas españolas, entre ellas el euskera. Repase usted la Historia para no hacer el ridículo en futuras ocasiones”.

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