María José se veía en la calle: "¡Por fin voy a tener una casa!.. Y mis hijos y mis nietos"

María José: "¡Por fin voy a tener una casa!.. Y mis hijos y mis nietos"
María José: "¡Por fin voy a tener una casa!.. Y mis hijos y mis nietos"
Iñaki Etxarri y Bárbara Barón
Iñaki Etxarri y Bárbara Barón

Carmen no deja de llorar desde que a las 11.57 los niños de San Ildefonso cantaron aquello de "¡¡¡66.513.... 500.000 millones de eurooooossssssssss". "Empecé a oir gritos y dije: algo ha pasado, algún anciano se ha caído". Pero no, la bolita caprichosa decía que el 66.513, el número "al que llevamos abonados en la residencia desde hace doce o trece años", era el 'Gordo' de este año. 

"El Gordo, el Gordo...", escuchaba, y "ya ha venido todo lo demás...". Una lluvia de millones para una residencia de ancianos en la que vive "gente necesitada, a la que no le sobra nada. Ancianos entrañables y trabajadores que se merecían algo así".

Carmen explica que "creo que el 90% de los trabajadores y de los ancianos de la residencia llevan algo". la directora decía, entre lágrimas, que "no hemos hechos participaciones, pero los ancianos y los trabajadores se han repartido el premio, a casi todos nos ha tocado algo.." Ella llevaba un décimo. Y Carmen nos advierte: "lo que más ilusión me hace es que va a ayudar apersonas a las que les hace mucha falta". Como a María José.Un techo para María José

María José es la gobernanta de la residencia. Trabaja "once horas diarias", pero apenas le alcanzaba el sueldo para "mantener a mis hijos", los dos en el paro, "a mis nietos, y pagar las facturas, el alquiler... Veía que cualquier día me quedaba sin poder pagar el alquiler y nos quedábamos todos en la calle..."

María José no puede reprimir la emoción. Carmen, la directora tampoco, ambas se funden en un abrazo emotivo. lloran, ríen... "Ahora vamos a tener una casa, ya se acabaron los problemas...", dice María José lanzando un suspiro de alivio.  

María José, divorciada, con sus hijos a cargo, "lamentablemente sufren la lacra de esta sociedad, que es el paro", respira aliviada. "Mi vida no ha sido fácil", explica con los ojos enrojecidos y la emoción a flor de piel, pero por una vez, se  ha hecho justicia. "¡¡¡Voy a  tener una casa!!!", asegura, "¡¡¡y mis hijos y mis nietos también!!!", la vida "es justa", a veces, y 500.000 euros, Montoro mediante, dan, por lo menos, para dejar de pasar estrecheces, "¡que ya hemos pasado bastantes!".

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