Mariano Rajoy, Pedro Sánchez: de pillo a pillo

    • Los dos buscan tiempo, convencidos de que las circunstancias actuales no les son propicias y que sólo el tiempo las podría modificar, si es que lo hace.
    • El recurso a la consulta a la militancia, aunque no sea vinculante, deja a los Barones socialistas contrarios a un pacto con Podemos sin argumentos.

La renuncia de Rajoy a presentarse (momentáneamente) a la investidura pilló al PSOE desprevenido. Prueba de ello es la insistencia de Sánchez y los suyos en pedir que someta su candidatura o renuncie para siempre. Fue “una pillada” que descolocó a los estrategas socialistas interesados en el circo de una investidura que se convirtiera en una “Moción de Censura” al actual Gobierno. A más inri, la investidura del “Presidente en funciones” daría tiempo al PSOE para buscar el “pacto de izquierdas”. Sobre todo después del órdago de Pablo Iglesias y la reticencia de ERC y DyL de votar al líder socialista. De momento los números no salen,  por eso el aparato de Ferraz necesita tiempo y esperaba que con paciencia conseguirlo. Además un Comité Federal centrado en la derrota de Rajoy como candidato hubiera agrupado las filas socialistas en torno a Pedro Sánchez. Todo esto arruinó la finta táctica de D. Mariano.

Tampoco Pedro Sánchez se ha quedado corto con su giño a la militancia. El Partido Popular y los viejos líderes socialistas del lugar esperaban que el Comité Federal, atara corto a su Secretario General, para poder mandar en los pactos. Pero no ha sido así. El recurso a la consulta a la militancia, aunque no sea vinculante, deja a los Barones contrarios a un pacto con Podemos sin argumentos. Si los militantes votasen a favor de él ¿Cómo oponerse a su voluntad? ¡No sería democrático! Hay antecedentes en Europa. La Gran Coalición alemana se hizo después de la consulta en referéndum a los afiliados al PSDA (Partido Socialdemócrata Alemán).

Con su propuesta Pedro Sánchez gana tiempo y tiene en la mano un argumento para negociar con Podemos o Ciudadanos bajo sus condiciones y la consideración de que los socialistas de base no admitirán cualquier cosa. También descoloca a sus Barones. Ya lo dijo Miquel Izeta al salir de la reunión preparatoria del Comité Federal. Pedro Sánchez mira a izquierda, a derecha y a su espalda. Indicando que estaba buscando una fórmula que le salvase de los posibles navajazos de sus propios compañeros.

Así que Rajoy y Sánchez se la juegan de “pillo a pillo”, con sus tácticas. Los dos buscan tiempo, convencidos de que las circunstancias actuales no les son propicias y que sólo el tiempo las podría modificar, si es que lo hace. Porque las encuestas dicen que la peor de las alternativas, para uno y para otro, son las nuevas elecciones.

En la última encuesta publicada (con 13.000 encuestados nada menos) Podemos, que sumaría a IU, sería la segunda fuerza, con 101 diputados. El PSOE la tercera con 75. Se habría producido el temible “sorprasso”. Y entonces Pedro Sánchez estaría herido de muerte política.

En esa misma encuesta el PP sacaría 131 escaños, algo más de lo que tiene ahora. Pero Ciudadanos descendería a 17/18 y la suma de ambos sería menor que la actual. Rajoy tampoco se salvaría de la quema, en el caso de que fuera el Presidente el candidato del PP.

Así que los dos pillos han llegado a una conclusión: ¡Es urgente esperar y ganar tiempo! Cualquier finta que sirva para hacerlo es útil para sus intereses. Mientras tanto sin Gobierno y la casa sin barrer.

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