Marlaska pide a infiltrados en mafias que en situación límite cumplan la ley

  • El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande Marlaska ha recomendado hoy a los agentes encubiertos infiltrados en mafias que no actúen nunca de forma espontánea en situaciones límite, por ejemplo si les exigen una prueba de lealtad, y que se ciñan a lo autorizado judicialmente.

Mollet del Vallès (Barcelona), 30 nov.- El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande Marlaska ha recomendado hoy a los agentes encubiertos infiltrados en mafias que no actúen nunca de forma espontánea en situaciones límite, por ejemplo si les exigen una prueba de lealtad, y que se ciñan a lo autorizado judicialmente.

Marlaska ha hecho estas afirmaciones en el coloquio posterior a su intervención en unas jornadas sobre crimen organizado convocadas por el Instituto de Seguridad Pública de Cataluña, ante un auditorio integrado básicamente por agentes de los Mossos d'Esquadra, aunque también por miembros de la Policía Nacional y la Guardia Civil.

En el turno de preguntas, un agente de la Policía Nacional le ha preguntado a Marlaska hasta qué punto está amparado un agente encubierto y cómo debe actuar si la red criminal en la que está infiltrado le exige una prueba de lealtad.

"Espero que no sea la primera (prueba de lealtad) que se me pasa por la cabeza, hacer desaparecer a alguien", ha respondido Marlaska, que ha apuntado que, en casos límite así, lo que debe hacer el infiltrado es no actuar de forma espontánea, tratar de dilatar la situación y ponerla de inmediato en conocimiento de su controlador y de la autoridad judicial.

Grande Marlaska ha recordado entonces que las competencias del agente encubierto están limitadas en cada caso al auto judicial que le autoriza a según qué actuaciones, pero que en ningún caso se deja en sus manos decidir hasta dónde puede llegar, ya que siempre es el juez quien le debe habilitar.

Por este motivo, ha reconocido que trabajar como agente encubierto es una labor "difícil", aunque ha destacado que en muchas ocasiones es imprescindible para combatir el crimen organizado.

Durante el coloquio, otro policía también le ha preguntado a Marlaska si podría permitir que un infiltrado de otro país, que no fuera policía, pudiera actuar en España, donde, a diferencia de lo que ocurre en otros estados europeos, la ley no prevé que puedan actuar como agentes encubiertos personas que no sean funcionarios.

Marlaska ha admitido que nunca se ha planteado esta cuestión y que reflexionaba en voz alta a vuelapluma, ya que veía que había argumentos para permitirlo -en el marco de la cooperación judicial que reclama entre los países de la Unión Europea-, pero también para impedirlo, ya que va contra el ordenamiento interno español.

Sin llegar a sacar una conclusión definitiva, Marlaska ha señalado finalmente que quizás no vería necesario oponerse a la medida porque podría entender que no violenta los principios inspiradores de la salvaguarda de los derechos esenciales.

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