Marruecos "avanzó poco" en derechos y aplica un doble rasero en el Sahara

  • Los derechos humanos "no han avanzado" de forma global en Marruecos en 2014, según el informe de Human Rights Watch (HRW) presentado hoy en Rabat, cuyo portavoz aludió al "doble rasero" que el gobierno marroquí aplica en el Sahara Occidental, donde hay una mayor restricción de libertades.

Rabat, 29 ene.- Los derechos humanos "no han avanzado" de forma global en Marruecos en 2014, según el informe de Human Rights Watch (HRW) presentado hoy en Rabat, cuyo portavoz aludió al "doble rasero" que el gobierno marroquí aplica en el Sahara Occidental, donde hay una mayor restricción de libertades.

El informe lamenta las "pocas mejoras tangibles, tanto a nivel legal como en la práctica", pues la Constitución de 2011, que contiene "nobles principios", no se ha traducido en leyes orgánicas ni en mejora de las prácticas policiales o judiciales, aseguró Eric Goldstein, director adjunto de HRW para el Magreb y Oriente Medio.

Así, la libertad de expresión está limitada por la penalización a la hora de criticar o poner en cuestión cuestiones fundamentales (la religión, la monarquía o la soberanía sobre el Sahara), el derecho de asociación se deniega "arbitrariamente" a ciertas organizaciones y el derecho de manifestación se permite solo si no se tocan esas cuestiones fundamentales.

Mención especial merece el Sahara Occidental, donde de forma sistemática se niega toda reunión o manifestación de carácter independentista, y todas las asociaciones de ese mismo signo son ilegales, además de que se expulsa o se impide el acceso a observadores internacionales no invitados por el gobierno marroquí (40 casos en 2014).

La persecución contra los homosexuales (apoyada en un artículo del código penal), la primacía de las confesiones policiales como prueba de cargo en los juicios (a veces la única) y la no persecución de denuncias de tortura fueron señalados también como ámbitos en los que no se ha producido ningún avance.

El informe de HRW recoge sin embargo algunos aspectos positivos, como el proceso de regularización de inmigrantes, único en África y que va a permitir legalizar el estatus de más de 15.000 personas, la derogación del artículo que permitía a un violador casarse con su víctima o la reforma de la justicia militar para que no tenga jurisdicción sobre los civiles.

Del mismo modo, Goldstein reconoció la libertad de movimientos con que goza HRW dentro de Marruecos, y saludó el hecho de que Marruecos colabore regularmente con diversos mecanismos de la ONU de defensa de los derechos fundamentales, aunque consideró una "aberración" que la Misión de la ONU en el Sáhara no tenga poder de vigilar estas cuestiones por expresa oposición de Rabat.

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