Sin que Rabat reconozca su españolidad

España y Rabat pactan reabrir fronteras en Ceuta y Melilla de forma gradual

La declaración conjunta no alude a la integridad territorial de ambas ciudades y es Sánchez el que señala que la española "está fuera de toda duda" y que se gestionará el fenómeno fronterizo sin actos unilaterales.

Sánchez con Mohamed VI
Sánchez con Mohamed VI
EFE

Nueva etapa en las relaciones entre España y Marruecos después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acudiera ayer a la invitación del rey Mohamed VI a Marruecos después de que España reconociera el plan marroquí para el Sahara Occidental. Tras la reunión de ambos mandatarios, el dirigente español anunció que España y Marruecos se han comprometido a la reapertura gradual y ordenada de las fronteras en Ceuta y Melilla, restablecer la aduana en la segunda y abrir por primera vez una en la primera. Al ser preguntado Sánchez por el hecho de que en la declaración conjunta no se aluda a la integridad territorial de las dos ciudades autónomas señaló que "la soberanía nacional del territorio nacional de España está fuera de toda duda, incluida también Ceuta y Melilla" y que lo que se hace es gestionar el fenómeno fronterizo de manera concertada y sin actos unilaterales. Fuente gubernamentales puntualizaron después que la propuesta de Rabat es tanto como reconocer las fronteras y la integridad territorial. 

En rueda de prensa tras su encuentro con el monarca alauí, Sánchez consideró que la jornada de este jueves fue importante para los dos países porque inician una nueva etapa en sus relaciones fundamentadas en "una comunicación permanente, la transparencia y el respeto mutuo y el de los acuerdos firmados". La hoja de ruta que pactó con Mohamed VI fue calificada de "duradera y ambiciosa" y afirmó que España y Marruecos están ante un momento histórico y dispuestos a colaborar en beneficio mutuo.

El Gobierno español desea que esta nueva etapa se fundamente en principios sólidos y claros que permitan la gestión de los asuntos de interés de manera concertada en un espíritu de normalidad y sin cabida para los actos unilaterales. Uno de los objetivos de esta nueva etapa va a ser la recuperación de la plena normalidad en la circulación de bienes y mercancías en los pasos fronterizos de Ceuta y Melilla.

De ahí que explicara que se va a proceder de forma "progresiva y ordenada" a la reapertura de los pasos fronterizos para garantizar un flujo de personas con seguridad y de acuerdo a los requisitos sanitarios y necesarios. Las mercancías, según explicó, también van a circular con normalidad en régimen de expedición comercial a través de los respectivos puestos aduaneros.

Fuentes diplomáticas resaltaron la trascendencia del acuerdo relativo a la instalación de esos puestos aduaneros en Ceuta y Melilla y su reconocimiento por parte de Marruecos. Este país no había aceptado hasta ahora un puesto aduanero en Ceuta aunque sí lo había permitido en Melilla hasta que se cerró en 2018. No hay una fecha prevista para la reapertura ya que insisten en que el grupo de trabajo que se creará al efecto debe analizar la situación y evitar que pueda haber situaciones de caos o falta de control policial. Además, se pretende que se acabe con el trabajo indigno al que se veían sometidas las denominadas porteadoras.

Sánchez explicó que la normalización de la circulación de bienes y mercancías va a permitir también la reanudación de las conexiones marítimas (de forma "inmediata" según la declaración conjunta firmada por los dos países) y la preparación de la Operación Paso del Estrecho. De la misma forma, el presidente del Gobierno destacó que se haya acordado la puesta en marcha de grupos de trabajo para la concertación en todos los asuntos de interés común, como es el caso del relativo a la inmigración ya existente.

El cometido de estos grupos de trabajo que van a empezar a reunirse en breve culminará en una Reunión de Alto Nivel que está pendiente desde que se suspendiera la prevista para diciembre de 2020 y que se ha pactado que se convoque para antes de final de año. "Iniciamos por tanto una nueva andadura en nuestra larga historia compartida que debe permitirnos afrontar con seguridad los retos y las múltiples oportunidades para el futuro de esta estrecha colaboración, un auténtico partenariado para el siglo XXI", añadió.

Preguntado por el hecho de que la declaración conjunta no aluda a la integridad territorial de los dos países, Sánchez señaló que la española "está fuera de toda duda" y que lo que se hace es gestionar el fenómeno fronterizo en Ceuta y Melilla de manera concertada y sin actos unilaterales. La trascendencia de la reunión de Rabat se quiso escenificar también en la invitación de Mohamed VI a Sánchez para participar en el "iftar" (la comida de ruptura del ayuno por el ramadán) de este jueves.

Una celebración en la que estuvieron presentes el hijo del monarca, el príncipe heredero Muley El Hasán; el hermano menor del rey, Muley Rachid; el presidente del Gobierno marroquí, Aziz Ajanuch; el consejero del rey Ali Himma, hombre de confianza del monarca, y el ministro de Exteriores marroquí, Naser Burita. En torno a la mesa se sentaron también por parte española el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, y el embajador de España en Rabat, Ricardo Díaz-Hochleitner. Previamente, en la reunión que presidieron Sánchez y el rey, de unos tres cuartos de hora y que se desarrolló en español y francés, el jefe del Ejecutivo trasladó al monarca alauí un saludo de Felipe VI y sus deseos de paz y felicidad.

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