Martelly propone nuevo primer ministro en tercer intento de formar gobierno

  • El mandatario de Haití, Michel Martelly, propuso hoy a Garry Conille, un profesional de la medicina relacionado con la ONU y con el expresidente de EE.UU. Bill Clinton, como primer ministro del país, en su tercer intento por formar gobierno desde su asunción al poder el pasado 14 de mayo.

Puerto Príncipe, 1 sep.- El mandatario de Haití, Michel Martelly, propuso hoy a Garry Conille, un profesional de la medicina relacionado con la ONU y con el expresidente de EE.UU. Bill Clinton, como primer ministro del país, en su tercer intento por formar gobierno desde su asunción al poder el pasado 14 de mayo.

El designado primer ministro, quien deberá ser ratificado por el Parlamento, es asesor de la oficina en Haití de Clinton, quien es el enviado especial de la ONU en el empobrecido país, devastado en enero de 2010 por un terremoto que dejó más de 300.000 muertos y 1,5 millones de damnificados.

El presidente del Senado, Rodolphe Joazile, confirmó a Efe la designación de Conille, de 45 años, pero aclaró que ésta se hizo "de manera oral" y que está pendiente oficializarse.

Para ser oficial, la designación debe ser informada por Martelly mediante una carta a los presidentes de las cámaras legislativas.

Posteriormente, el designado primer ministro deberá ser ratificado por el Parlamento, controlado por Inite, la plataforma política opositora liderada por el exmandatario René Preval (1996-2001 y 2006-2011).

Conille ha ocupado varios cargos en el sistema de Naciones Unidas y desde junio pasado también es coordinador residente de la ONU y coordinador humanitario en Níger.

Este es el tercer aspirante nombrado por Martelly para ocupar el cargo de primer ministro desde su llegada a la Presidencia el 14 de mayo pasado.

El 2 de agosto el Senado rechazó la candidatura de Bernard Gousse al considerarla "inaceptable" porque durante su etapa como ministro de Justicia (2004-2006) se registraron violaciones de los derechos humanos.

Anteriormente, el 21 de junio, la Cámara de Diputados rechazó la designación, también hecha por Martelly, del empresario Daniel Rouzier, cuya candidatura no llegó a analizarse en el Senado.

Desde hace días circulaban en varios sectores locales los nombres de Garry Conille y del vicerrector de la universidad estatal, Wilson Laleau, consejero de Martelly, para ocupar el cargo de primer ministro.

Ambos son mencionados particularmente por legisladores que se reunieron con el presidente haitiano.

La dificultad política de Martelly para formar gobierno preocupa a la comunidad internacional, que impulsa el plan de reconstrucción de la nación a raíz del terremoto de 2010.

La Organización de Estados Americanos (OEA) expresó el mes pasado su "seria preocupación" por las dificultades para formar un nuevo gobierno en Haití.

El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, llamó entonces a los líderes políticos de Haití a "redoblar sus esfuerzos para encontrar un consenso que permita la formación de un nuevo gobierno lo antes posible".

Desde la entrada en vigor de la actual Constitución en 1987, es la primera ocasión que un presidente recién investido no logra una mayoría suficiente para asegurar la aceptación de su candidato a primer ministro.

Esto ocurrió porque, pese al triunfo de Martelly en las elecciones presidenciales, los haitianos dieron la mayoría en el Parlamento a Inite, la plataforma de Preval.

La Carta Magna del país establece que en caso de que el gobernante no tenga mayoría en el Parlamento, como sucede con Martelly, tiene que designar un primer ministro en consulta con los presidentes de las dos cámaras legislativas.

Quien finalmente ocupe el cargo de jefe del Ejecutivo, deberá encabezar, junto a Martelly, la gestión política de la reconstrucción que Haití pretende llevar a cabo para salir de su histórico empobrecimiento.

Esta tarea incluye las políticas necesarias para paliar los efectos de la doble crisis que atraviesa el país antillano: de carácter humanitario por las miserables condiciones en que vive gran parte de la población, en especial la afectada por el terremoto, y de índole sanitaria por una epidemia de cólera que desde octubre de 2010 ha causado unas 6.000 muertes.

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