Martin McGuiness, el viaje de un insurgente hacia la política irlandesa

  • De ex comandante del IRA a viceministro principal norirlandés, el republicano Martin McGuinness, candidato a la Presidencia de la República de Irlanda, encarna mejor que nadie el tortuoso viaje del nacionalismo radical irlandés hacia la paz.

Javier Aja

Dublín, 24 oct.- De ex comandante del IRA a viceministro principal norirlandés, el republicano Martin McGuinness, candidato a la Presidencia de la República de Irlanda, encarna mejor que nadie el tortuoso viaje del nacionalismo radical irlandés hacia la paz.

Tercero en las encuestas sobre las elecciones presidenciales del próximo 27 de octubre, el político nacionalista del Sinn Fein ha perdido fuelle en las últimas semanas, a pesar de que los ataques de los rivales por su pasado violento no han tenido gran influencia.

El efecto propagandista que causó el anuncio de su candidatura a las presidenciales, la primera del Sinn Fein en su historia, se ha desinflado poco a poco, quizá porque su discurso sobre el futuro de una Irlanda reunificada no cala en una sociedad más preocupada por la crisis.

Tampoco ha importado que destacase hasta la saciedad sus logros en el proceso de paz en Irlanda del Norte o revelase que su único salario mensual proviene del Sinn Fein y supone 1.859 euros.

Prometió además que, si resulta elegido para suceder a Mary McAleese, renunciará al sueldo de 249.014 euros anuales que recibiría como presidente para dejarlo en unos 35.000 euros, el salario medio en Irlanda.

Durante su campaña McGuiness ha invertido más esfuerzos en mantenerse a la defensiva que en presentar su programa, aunque ha evitado pronunciamientos tan rotundos como los que reserva para su base republicana.

"Estoy muy, muy orgulloso de ello", dijo en 1973 al ser condenado por pertenencia al ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA), lo que confirmó, 28 años después, cuando confesó que había sido el "número dos" de la banda el 30 de enero de 1972, el año del denominado "Domingo Sangriento" en Derry.

Con la voz quebrada por la emoción, vino a decir lo mismo en 2007 durante una conferencia especial del Sinn Fein, brazo político del IRA, aunque en esa ocasión tiró de sus credenciales republicanas para pedir a sus correligionarios que aceptasen, por primera vez en su historia, la autoridad de la Policía y la Justicia norirlandesas.

Era el final del trayecto para una organización que causó casi 2.000 muertos en las más de tres décadas de conflicto armado en Irlanda y el Reino Unido.

Meses después, el Sinn Fein entraba en el Gobierno norirlandés de poder compartido entre católicos y protestantes.

Y, cuando en 2009 el IRA de Continuidad, una facción disidente del IRA, asesinó a un policía norirlandés, McGuinness calificó a sus pistoleros, republicanos también, de "traidores", en una declaración que sorprendió tanto a la comunidad católica como a la protestante.

Casado y padre de cuatro hijos, Martin McGuinness nació en 1952 en el Bogside, el barrio católico de Derry (Irlanda del Norte), e ingresó en el IRA en 1969, condición que no le impidió iniciar en 1972 negociaciones secretas con el Gobierno británico para lograr un alto el fuego definitivo del grupo armado, que llegaría en 1997.

A diferencia de Gerry Adams, presidente del Sinn Fein, McGuiness no proviene de una familia republicana, pero se unió al movimiento motivado por la brutal respuesta que recibieron los grupos pro derechos civiles a manos de las fuerzas de seguridad británicas a finales de la década de los años sesenta del siglo pasado.

Su habilidad política y su carisma entre los voluntarios del IRA le convirtieron pronto en uno de los máximos exponentes de la doble estrategia de la "urna y el rifle": la mezcla de política y violencia como vía para la reunificación de la isla.

No obstante, su reputación como estratega político y militar choca con controvertidas decisiones que tomó en momentos clave para el secreto proceso de paz, antes de la firma del acuerdo del Viernes Santo (1998), cuando el IRA todavía ejercía considerable influencia sobre el Sinn Fein.

A los ojos de varios observadores, sus iniciativas llevaron a la organización paramilitar a un callejón en el que la única salida ha sido la vía democrática y pacífica.

Sea como fuere, la carrera pública de McGuinness ha tenido una clara proyección. Su premio llegó en 2008, cuando accedió a gobernar Irlanda del Norte junto a su eterno enemigo, el reverendo protestante Ian Paisley.

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